1974 fue un año de cambios para la música. El rock progresivo inició su lento ocaso, el movimiento del punk empezó a gestarse, la música disco logró sus primeros grandes éxitos de la mano de "Rock the Boat", "Kung Fu Fighting" y "TSOP (The Sound of Philadelphia)", y el reggae siguió con su conquista mundial de la mano de Bob Marley. En Uruguay, el panorama fue desolador: entre prohibiciones, exilios y movimientos musicales cortados de raíz, la dictadura obligó a que se reorganizara la escena. El rock había quedado en pausa y aún faltaba un tiempo para el nacimiento del canto popular uruguayo, pero Aguaragua, de Carlos “Pájaro” Canzani, era un buen ejemplo de lo que vendría después.
A continuación, una lista con diez discos históricos que cumplen 50 años en 2024.
"Aguaragua" - Carlos "Pájaro" Canzani
Ya que está mencionado unas líneas más arriba, este repaso inicia con el álbum debut de “Pájaro” Canzani. Acompañado por músicos como Jorge Lazaroff, Jorge Bonaldi y Carlos Da Silvera —quienes más adelante formarían Los que Iban Cantando—, el músico de Fray Bentos ofrece una sólida colección de canciones que se alimentan de varios de los elementos que luego definirían al movimiento del canto popular: la revalorización de los ritmos folclóricos latinoamericanos, el uso de elementos de la música académica —en este caso la flauta traversa de Álvaro Armesto—, un abordaje esencialmente acústico y un mensaje de resistencia. “Muelas de juicio”, “Aguaragua” y “Por eso canto blues” son buenos ejemplos de esa búsqueda.
"Elis & Tom" - Elis Regina y Antônio Carlos Jobim
Es una de las tantas reuniones cumbres de la música brasileña. Elis Regina grabó 14 canciones de Antônio Carlos Jobim junto a su autor y logró un disco clave. La versión alegre y casi juguetona de “Águas de março” que ambos cantan a dúo se volvió referencia, así como la delicadeza con la que Regina interpreta “Corcovado” arropada por conmovedores arreglos orquestales. Además, la maestría con la que la cantante pronuncia, saborea y coloca cada sílaba en “Inútil Paisagem” y “Por Toda a Minha Vida” es insuperable. Se recomienda escuchar con los ojos cerrados cómo el dúo se entrega a “Soneto de Separação”; esos dos minutos y veintidós segundos son capaces de embellecerle el día.
"Pequeñas anécdotas sobre las instituciones" - Sui Generis
Si con Confesiones de invierno (1973) ya habían demostrado que el espíritu adolescente de Vida (1972) era parte del pasado, entonces con Pequeñas anécdotas de las instituciones Charly García y Nito Mestre consolidaron su madurez. En su último disco, Sui Generis abraza la instrumentación del rock progresivo y los arreglos sinfónicos de teclados para musicalizar el lado más crítico e irónico de García. Para hacerse una idea, las dos canciones que debieron quedar afuera se titulaban “Botas locas” y “Juan represión”. A su vez, el álbum incluye grandes canciones como “Tango en segunda”, “Instituciones” y la cuestionadora “Para quién canto yo entonces”.
"Natty Dread" - Bob Marley
Tras dos obras maestras del género como Catch a Fire y Burnin’, ambos de 1973, Bob Marley se quedó sin sus Wailers originales —Peter Tosh y Bunny Livingston— y reimaginó su sonido para seguir llevando al reggae fuera de Jamaica. Reclutó a The I-Threes, un coro femenino que incluía a su esposa Rita, y al guitarrista Al Anderson, y grabó clásicos como “No Woman, No Cry”, “Lively Up Yourself” y “Them Belly Full (But We Hungry)”. Las tres tendrían su versión definitiva al año siguiente, con el disco en vivo Live!, pero en Natty Dread están las originales, que son más limpias y resaltan el genial trabajo de arreglos (presten atención al órgano Hammond de Jean Roussel en 'No Woman No Cry', o a los vientos en "Lively Up Yourself"). ¿Mi favorita? “So Jah Se’h”, una bellísima plegaria que invita al cambio: “¿Qué hay de malo en amarse unos a otros?”.
"461 Ocean Boulevard" - Eric Clapton
Y si se trata de llevar al reggae fuera de fronteras, la versión con tintes funky que Eric Clapton grabó de “I Shot the Sheriff” (de Marley) en este disco fue clave para la expansión del género: fue tan popular que incluso llegó al número uno en Estados Unidos. Recuperado de su adicción a la heroína, el británico se encerró con su banda en una casa de Miami—el título es la dirección del lugar— y grabó el que sería su primer disco en tres años. Ofrece frescas versiones de standards de blues como “Motherless Children” y “Steady Rollin’ Man”, y sorprende con dos composiciones como “Let It Grow” y la desesperada “Give Me Strength”. “Dame fuerzas para seguir adelante”, ruega el ex-Cream.
"Pretzel Logic" - Steely Dan
En la feria de Tristán Narvaja todavía aparecen vinilos con el título traducido como “La lógica del bizcocho”. El tercer disco de Steely Dan abre con el hit “Rikki Don’t Lose that Number” —donde conviven una flapamba, un guiño a “Song for My Father” y un solo de guitarra memorable—, y da paso a una colección de canciones imborrables. La versión de “East St. Louis Toodle-Oo” (Duke Ellington) en la que Jeff “Skunk” Baxter imita a una trompeta con sordina con su pedal wah-wah tan excelente, como la esperanzadora “Any Major Dude Will Tell You”. Es una buena puerta de entrada al sonido del grupo que llegaría a la cúspide en 1977 gracias a Ajá.
"Walls and Bridges" - John Lennon
Es cierto que no iguala a la genialidad de John Lennon / Plastic Ono Band (1970) ni de Imagine (1971), pero Walls and Bridges ofrece varias de las canciones más personales de John Lennon. Grabado durante su separación transitoria de Yoko Ono, el exbeatle muestra su lado más vulnerable en temas como “Scared”, Nobody Loves You (When You’re Down and Out)” y “Bless You”. Esta última es tan íntima que hasta se puede escuchar su resoplido melancólico cuando canta una frase como: “Te bendigo, quién quiera que seas, que la estás abrazando ahora”. Walls and Bridges también tiene su lado luminoso: incluye la luminosa “Whatever Gets You Thru the Night”, que comparte con Elton John y fue su único número uno solista mientras estuvo vivo, y la hipnótica “#9 Dream”. Es una joya.
"Sheer Heart Attack" - Queen
En su segundo disco de 1974 —el primero, Queen II, incluía a “Seven Seas of Rhye”—, el grupo encabezado por Freddy Mercury grabó dos de sus primeros grandes éxitos: “Killer Queen” y “Now I’m Here”. Sheer Heart Attack se aleja de la inspiración del rock progresivo que definió a su primera época para apostar por el lado más rebelde y agresivo de la mano de los solos de Brian May. En ese sentido, “Brighton Rock”, al canción que abre el álbum, funciona como una declaración de nuevos principios. Ese costado frenético se expande en “Stone Cold Crazy” y “Tenement Funster”, pero también hay lugar para la calma como en la hermosa canción de cuna “Dear Friends”.
"Miles of Aisles" - Joni Mitchell
Grabado durante la gira de presentación de Court and Spark, el primer disco en vivo de Joni Mitchell es una pieza clave de su discografía. Acompañada por L.A. Express, el grupo de jazz fusión que incluía al guitarrista Robben Ford, la artista ofrece un repaso por lo mejor de un repertorio inoxidable. Reimagina clásicos como “The Last Time I Saw Richard”, “You Turn Me On I’m A Radio” —escuchen con atención el bellísimo diálogo entre su voz y la guitarra de Ford que ocurre sobre el final— y “Woodstock”, y ofrece varias de las interpretaciones más vivaces de su carrera. Lo mejor llega de la mano de “Big Yellow Taxi”.
"Invisible" - Invisible
Luego de un álbum tan emblemático como Artaud (1973), Luis Alberto Spinetta se embarcó en un nuevo cambio sonoro. Formó el trío Invisible con Carlos “Machi” Rufino y Héctor “Pomo” Lorenzo, y se metió de lleno en las armonías jazzeras, los cambios de ritmos y algunas de las letras más surrealistas de su carrera. “Jugo de lúcuma” es una de la más conocida de ese disco doble, pero se recomienda meterse de lleno en el viaje que proponen “Irregular” y “El diluvio y la pasajera”. Lo vale.