Por Rodrigo Guerra
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"Uruguay es la tranquera que se abre cada vez que voy y es como visitar a un pariente; darnos un abrazo es fantástico”, comenta Luciano Pereyra. “El público siempre ha sido muy cálido y afectuoso conmigo, y no tengo mejor manera de agradecerle tanto cariño que no sea cantando”. Y mañana a las 22.30, el argentino llegará a Enjoy Punta del Este una nueva cita con el público local. Lo hará en el marco de la gira De hoy en adelante, donde presentará su nuevo disco, repasará sus éxitos y cantará “Sin haber dormido”, su flamante colaboración con Pedro Capó.

Las entradas se venden en Abitab, y los precios van desde 2500 a 3400 pesos; hay 2x1 para socios de Club El País.

Antes del show, Pereyra repasó, en primera persona, la historia de cinco éxitos de su repertorio.

Foto: Difusión.

“Tenía la melodía y había escrito la música junto a Marcelo Wengrovski pero no pasó nada con la letra. Un día, estaba en el aeropuerto y mientras esperaba un vuelo demorado agarré la computadora para chusmear algunas notas de voz y me encontré con la canción. La escribí ahí, en 45 minutos mientras la escuchaba. Estaba cansado porque era el último día de la gira pero la música no me dejó dormir. La melodía me parecía buenísima y seguramente estaba germinando todo lo que había pasado con mi salud porque quise hacer una letra que hablara de todo esto. El resultado fue ‘Tu mano’, que le dio título a ese disco, y que permitió que me lleguen muchas historias similares a las que me tocó vivir.

En particular, ‘Tu mano’ es una letra muy representativa del poder ayudar al otro y fue tomada por los clubes de fans en todos los eventos para ayudar al prójimo. En Uruguay, por ejemplo, siempre se están haciendo colectas y obra solidaria a través de ‘Tu mano’, y es una bendición para mí que una canción pueda lograr mucho más que una emoción: también generó una acción”.

“El título nace antes de la pandemia y habla de que a veces uno no valora las cosas que tiene al lado. Pero después de todo lo que nos tocó pasar durante la pandemia siento que también hace alusión a que uno empezó a valorar más todas las cosas que tiene. Por eso, este recupero de la realidad tiene un olorcito a nuevo que está bárbaro. Así, uno se da cuenta de las cosas que realmente son importantes y se promete disfurtarlas más. Seguramente me estoy poniendo más viejo, pero en base a la experiencia las cosas empiezan a verse desde otro punto de vista sin perder la intensidad y adquieren otro sentido a la hora de tratar de comprenderlas”.

“No la escribí yo, pero es una de esas canciones que cuando uno las escucha dice: ‘¿Cómo no se me ocurrió esto a mí si es lo que me pasó? ¡Es mi historia!’ (se ríe). Cuando Rudy Pérez me presentó esta canción para el disco Dispuesto a amarte, lo primero que comenté fue: ‘¡Qué pedazo de baladón!’. En ese momento, yo tenía 25 años y estaba en medio de una relación que se estaba terminando, así que llegó en el momento justo. Hoy en día es una de las canciones que no pueden faltar en mis conciertos y para mí es muy lindo ver cómo la canta la gente. Hay un estudio que dice que cuando una persona canta con otra, ambas entran en la misma frecuencia cardíaca, y cuando estoy en el escenario y veo a tanta gente que canta al mismo tiempo conmigo, te juro que hago un esfuerzo para no quebrarme porque pienso en la cantidad de corazones que están latiendo al mismo ritmo. Es muy fuerte”.

“El estribillo me llegó en medio de la pandemia y me encantó, pero había una parte de la canción que no me terminaba de cerrar; no la sentía. De hecho nos juntamos a componer con Pedró Capó y Andrés Castro, pero no surgió algo que nos gustara a todos. Más adelante, cuando estaba en Miami empezando a componer el disco en el que estoy trabajando, Andrés me preguntó si me acordaba de la canción y le dije:“Claro, me encanta el estribillo pero hay algo que no me termina de enamorar”. Entonces, Andrés lo llamó a Pedro y le preguntó cuándo podía venir al estudio. “Vengo de Puerto Rico en unos días y nos juntamos”, le respondió. Cuando nos encontramos le dimos todas las vueltas a la ‘Sin haber dormido’ para que este sea el resultado.

Siento que a veces las canciones no necesitan un proceso de maduración, sino que uno tiene que madurar para las canciones. Siempre digo que los tiempos de Dios son perfectos, igual que las canciones: tienen que llegar en el momento en que uno se sienta preparado para cantarlas”.

“Compuse esta canción para la novela Los ricos no piden permiso. Ya había hecho ‘Dos mundos’ y me ofrecieron componer otra para David Bisbal. Apenas me lo comentaron les dije: “Qué honor que un amigo como él cante una canción mía. Si le gusta, fantástico’. Escribí ‘Me enamoré de ti’ en el piano y David me dijo que le había encantado y que la quería grabar. Fue un privilegio que un artista y un gran tipo como David grabara una canción mía, y me parecía que no tenía sentido que yo también la grabara. Años después, al inicio de la pandemia, me llaman desde el sello Universal para decirme que Lang Lang quería grabar con artistas de la región y me preguntaron si quería hacer algo con él. Me pareció increíble pero pensé que podía quedar en la nada. Lo hablé con mi manager y mientras buscábamos canciones propuse hacer ‘Me enamoré de ti’, que yo la hacía siempre al piano en mis conciertos. Me pidieron una maqueta y a los 10 de me llamaron para decirme que Lang Lang había hecho su parte. No lo podía creer... ¡El mejor pianista del mundo grabó conmigo!

Fue muy loco porque como pasó en la pandemia, tuve que aprender a grabarme en mi casa de Luján y esa fue la primera canción que hice. Él grabó el piano desde París y su parte del videoclip en China, y yo todo desde Luján. Lo loco es que De hoy en adelante, donde está ‘Me enamoré de ti’, es mi disco más internacional —están Greeicy de Colombia, Denise Rosenthal de Chile, Alejandro Fernández y Los Ángeles Azules de México y Nacho de Venezuela— pero está grabado en mi casa. Pero la música siempre ese refugio donde nos hemos cuidado, y en el caso de ‘Me enamoré de ti’, se que algún día le voy a poder contar a mis nietos que grabé con el mejor pianista del mundo”.