HISTORIA DE UNA CANCIÓN

El 19 de julio, en el WiZink Center de Madrid, en el concierto número seis de la gira Motomami, la cantante española Rosalía coronó un nuevo concepto: fabricar un éxito que, para ese momento, no había sido publicado oficialmente. Ese día, cuando llevaba una hora de recital, comenzó a sonar “Despechá”, y las 15.000 personas que llenaban el lugar comenzaron a cantar la canción.

El tema, inédito, había sido aupado por el público en recitales anteriores y en las redes sociales. Fue simbólico que precisamente en ese momento, unos 20 seguidores previamente seleccionados compartieran el escenario con la estrella para bailar el nuevo tema, una canción del pueblo para el pueblo. Rosalía quiso conceder mayor relevancia al momento con una encuesta popular en directo.

“¿Cómo preferís que se llame: ‘De lao a lao’ o ‘Despechá’?”. Así, Madrid bautizó oficialmente a la nueva joya del pop español.

Este viernes, “Despechá” llegó finalmente a plataformas, y en alrededor de cuatro días cosechó 20 millones de reproducciones en Spotify y otras tantas en iTunes, Amazon, YouTube. Al cierre de esta nota, era la séptima canción más escuchada del mundo y la cuarta en Uruguay, solo en Spotify. En ambas listas seguía subiendo.

Si alguien se pregunta hacia dónde deriva la música hoy, el fenómeno “Despechá” es buen ejemplo para marcar la dirección. “Rosalía nos descoloca a todos. Lo que hace es una maravillosa combinación de planificación e improvisación. Está todo el rato rompiendo esquemas. Las reuniones estos días del sector empiezan siempre por: ‘¡Han visto lo que ha hecho Rosalía!’. Todos estamos pendientes de su próximo paso”, apunta Fernando Delgado, de 51 años y con 25 en la industria musical española, hoy como director de Pias Iberoamérica, empresa de distribución, promoción y marketing.

La historia del triunfo de esta pieza que sigue la senda de Motomami, uno de los álbumes más relevantes de la música mundial de 2022, arrancó el 6 de julio en la plaza de toros de Almería. Comenzaba la gira de Motomami, un periplo que llevará a la cantante catalana por 17 países y que incluye, a fines de este mes, una visita por Argentina; Uruguay no entró en los planes. Horas antes del concierto de Almería, la propia cantante anunció en redes sociales el repertorio que va a interpretar, algo bastante inusual entre sus colegas y ejemplo de cómo funciona ella. De manera distinta.

Entre los 31 temas que iba a cantar esa noche aparecían tres nuevos: “Aislamiento”, “Dinero y libertad” y “Mambo nueva”. Las 12.000 personas que acuden al Recinto Ferial bailaron esta última, sin saberse la letra y en parte bautizándola como “Lao a lao”, por un pasaje de su letra. Al día siguiente, docenas de videos corrieron por las redes sociales, sobre todo en TikTok, la clave de su estrategia de marketing.

Cuarenta y ocho horas después del primer show de la gira y antes de la segunda fecha (en Sevilla, el 9 de julio), la cantante publicó que se planteaba llamar a “Mambo nueva” o “Lao a lao” como “Despechá”.

Y para el 13 de julio subió a TikTok un video con 35 segundos del tema todavía inédito.

Grabado por ella misma, Rosalía aparecía en el video simulando que hablaba por teléfono, echada en la cama, para luego desmadrarse bailando, con ropa cómoda y dos colitas en el pelo. Y a partir de este punto, la locura.

TikTok funcionó como el principal percutor de la canción. Niños, adultos, abuelos, famosos… Todos realizaron sus playbacks de “Despechá”. Los videos se acumulan por millones.

Para el 14 de julio, cuando Motomami Tour recaló en Málaga, el tema ya se cantaba a viva voz. Pero la apoteosis llegó en la siguiente fecha, en Valencia.

Rosalía paró la canción a la mitad y dijo: “Me parece muy fuerte que la estéis cantando”. Entonces comenzó a entonarla a capella, pero acabó rendida al público: dirigió el micrófono a la multitud, todo el mundo coreó.

“Hay muchas formas de estar despechá”, escribió el viernes Rosalía, cuando anunció finalmente el lanzamiento de su último hit. “En este tema es desde la locura y la libertad, sin reservas ni arrepentimiento. Este es el lugar desde el que hago música, desde donde lo hacía cuando empecé y en el que seguiré hasta que Dios diga”.

La libertad y la locura son la cara más visible de la campaña detrás de “Despechá”, una canción que existió en el vivo, se asomó por las redes, se convirtió en viral y recién ahora es realidad en plataformas. Todavía falta el videoclip, pero en eso también hay espíritu de fenómeno: el fin de semana, la cantante y su equipo se aparecieron en una playa de Mallorca y entre todos los veraneantes, casi como de sorpresa, grabó la imagen de su último éxito. ¿Cuál será el siguiente paso?