La propia discoteca
A comienzos de la década de 1980, dos muchachas francesas con una historia triste editaron dos discos de un pop ambiental novedoso pero un día desaparecieron; esta es su historia
Detrás de este disco hay una historia rarísima y que haya llegado a esta columna se debe principalmente a esas cuestiones de algoritmo de YouTube, sobre las que mejor no preguntarse. Tampoco cómo hace, en general, para acertar a pura fórmula matemática.
Bueno, a la historia de Deux filles, tal como la cuenta el sitio Allmusic. Lo integraban dos amigas, Gemini Forque y Claudine Coule, marcadas por la desgracias: las dos habían perdido a su familia de manera trágica y se conocieron peregrinando a la Virgen de Lourdes.
Grabaron dos discos (Silence & Wisdom es el primero) y tocaron en vivo cuando, desaparecieron en un viaje juntas a Argelia. Nunca quedó claro qué pasó, hay una carta de Claudine desde India años más tarde, y las especulaciones y la historia las convirtieron en figuras de culto.
Era todo mentira. Gemini y Claudine eran en realidad, Simon Fisher Turner y Colin Lloyd Tucker, que habían dejado la banda The The y se les cruzó esta idea. Se vistieron de mujer para las portadas de sus discos y hasta, dicen, llegaron a tocar en vivo frente a un público que no se percató de la circunstancia.
Recién cuando se descubrió la impostura, los snobs de este mundo volvimos a girar nuestras cabezas hacia elles. Por suerte.
Está claro que no es el sabor favorito de muchos con sus capas de teclados melancólicos y sintetizadores y un concepto demasiado estrambótico de lo que se definiría como ambient pop muy a la usanza. Referencias al sonido del sello 4AD o a Brian Eno acompañan un disco que se deja escuchar con amabilidad y puede convertirlo en la estrella de una reunión de enterados de la música. Y ese es el sueño de todo snob.