Entre visitas y las propuestas locales, la agenda musical montevideana tiene cada vez más abundancia. Por eso, porque en julio el programa de las vacaciones de invierno distrae un poco la atención, y por si usted todavía no decidió a qué concierto quiere ir o qué sonido está listo para descubrir, va una selección de 10 shows que, por varios motivos, conviene no perderse este mes.

La hondura de sus interpretaciones y la pasión con la que toca lo han convertido en uno de los pianistas más excepcionales de la actualidad, y está a punto de debutar en Montevideo. La de Daniil Trifonov es el tipo de visitas que suele disfrutar un público selecto, amante de la música clásica, pero que vale la pena tener en el radar. Con repertorio de Rachmaninoff, Mozart y Rameau, el ruso de 33 años se presentará este jueves a las 19.30 en la sala principal del Teatro Solís; hay entradas en Tickantel y es en el marco de la temporada 2024 del Centro Cultural de Música. ¿Un anticipo? El concierto Tiny Desk que está para ver en YouTube. Una delicia.

La música argentina es una protagonista más del circuito de recitales locales, de ahí que en julio haya destaques como la llegada de Airbag al Antel Arena (por primera vez) o la vuelta de Sandra Mihanovich al Sodre (ambos el 20). Una presencia a destacar especialmente es la de Usted Señalemelo, el trío mendocino que se convirtió en uno de los exponentes del nuevo rock rioplatense, y de a poco fue girando hasta encontrar un sonido cada vez más inclasificable. La última muestra de eso es Tripolar, su tercer disco, y lo presentarán el jueves 11 de julio en Sala del Museo. Entradas en Redtickets.

Marama, la banda que se convirtió en una suerte de soundtrack del verano con canciones ligeras y pop sobre la noche, los tragos, el romance y el bronceado, probará la efectividad de su repertorio con una doble fecha en el Antel Arena en pleno invierno. Los shows marcarán el festejo de sus 10 años, el estreno de nuevas versiones y, según adelantaron sus integrantes a El País, un quiebre en tanto quieren sorprender al público de una manera radical. Anhelan que la gente que vaya de alguna forma se desconcierte, y eso es suficiente para encender la curiosidad. El misterio se develará el 12 y 13; entradas en Tickantel.

El 13 será el turno de otra metamorfosis, de otro cambio. Es que Bárbara Jorcin, cantante y pianista uruguaya que venía marcando camino con un sonido más jazzístico y acústico, decidió apostar al rock y entregó un disco, Corazón de metal, que también propone una suerte de reinicio. Lo presentará, con banda completa y una estridencia novedosa en su propuesta, el 13 de julio en La Trastienda, y por momentos habrá 13 músicos en escena. Es una buena ocasión para entender a qué está sonando hoy el rock local. Entradas en Abitab.

Misma noche, misma ciudad, otra búsqueda. El 13, Tabaré Cardozo irá al Auditorio Nacional del Sodre para presentar 39 de febrero, un disco tan ambicioso como regional que permite apreciar una madurez artística. Es un álbum doble, que incluye temas inéditos y reversiones de Agarrate Catalina, y una batería de invitados locales y argentinos que arrastra a la poética murguera que impregna su obra. El show es a las 21.00 y las entradas están en Tickantel.

Ver en vivo a Ney Matogrosso es el tipo de experiencia que hay que apuntarse una vez en la vida. Leyenda de la música brasileña y uno de los artistas más originales y exóticos que el país norteño ha dado, tiene 82 años y el fuego intacto: su propuesta es musical pero también performática, la de un duende que hechiza con el cuerpo y con la voz. Las entradas se consiguen en Tickantel y están a punto de agotarse; el show es el martes 16 a las 21.00, en el Auditorio Nacional del Sodre.

El reencuentro con Traidores también suena a ineludible. Banda de aporte sustancial en la historia del rock uruguayo, lleva años deambulando por la escena con regresos que no son tales porque, al final, nunca termina de irse, aunque este año sí se anotó una vuelta: a los grandes festivales, en el marco del Cosquín Rock. Ahora elige celebrar sus 40 años con un show en el Auditorio del Sodre, el tipo de sala donde la indiferente elegancia en la voz de Juan Casanova destaca más que nunca. Es el 17 de julio y va camino a agotarse (Tickantel).

Hay algo de fiesta, también, en la vuelta de Mariano Bermúdez a la Sala del Museo. Cantante y compositor de plena, es uno de los pocos artistas del género que ha apostado con constancia a los conciertos en salas, un formato que permite trascender el fragor de las actuaciones de boliche y da margen para mostrar otras virtudes, así como para conseguir una mayor atención del público. Es el viernes 19 de julio a las 21.00 y quedan entradas en Redtickets (el otro gran acontecimiento cumbiero del mes, El Club de la Cumbia en la carpa Sitio del Velódromo, ya se agotó; el 11, además, llega L-Gante a La Trastienda).

La noche siguiente al show de Bermúdez, el sábado 20, el que irá a la Sala del Museo será uno de los artistas jóvenes y uruguayos que más ha crecido en el último año: Knak, el cantante que nació en Melo y acumula medio millón de oyentes mensuales en Spotify con un trap que fue mutando hasta desarrollarse en un pop de amplio espectro. Kápsula, su segundo disco y el trabajo que consiguió un millón de escuchas en apenas 10 días, es el mejor reflejo de eso; Knak es de los fenómenos que hay que atender. Entradas en Redtickets.

Así de amplia es la oferta de julio: arranca con un pianista ruso, pasa por el nuevo rock argentino y el viejo rock uruguayo, atraviesa la plena y el trap y termina en la llegada de José Serebrier, uno de los uruguayos más prestigiosos en el mundo de la música clásica, y al que pocas veces se puede encontrar en vivo en la ciudad. El director y compositor, ocho veces ganador del premio Grammy y radicado en Estados Unidos, estará al frente de la Orquesta Filarmónica el miércoles 31 a las 19.30 en el Teatro Solís, en una gala que incluirá obras suyas y de Verdi, Franck, Berlioz y Tchaikovski. La entrada cuesta 390 pesos. Es de esas noches que no se repiten.