ENTREVISTA

Era el encuentro menos esperado. Miranda!, uno de los grupos más populares del pop rioplatense, se encontró con Dillom, el referente de la nueva escena del rap argentino, para grabar una pegadiza colaboración que une humor e inocencia con un sorpresivo giro argumental.

“Dos”, que en dos semanas logró casi dos millones de reproducciones en Youtube, fue toda una sorpresa para los seguidores de ambas propuestas. “Nuestros públicos se llevaron muy bien”, le comenta Juliana Gattas, la cantante de Miranda!, a El País. “Es como una familia ensamblada donde los hijos se ponen a jugar”.

Es un martes al mediodía, y Dillom, Ale Sergi —la otra parte de Miranda!— y Gattas dialogan con El País a través de una videollamada por Zoom. Basta con mirarlos atentamente para entender por qué su encuentro resulta tan improbable. Se llevan más de 20 años, Dillom tiene una caja de cartón de jugo tatuada en la cara y usa un diente de oro; Ale y Juli están tradicionalmente elegantes. Ellos abrazan el pop para cantarle al amor y a la sensualidad; él prefiere el rap para construir un personaje intimidante que le escapa a toda corrección política.

Pero ahí están, sentados en una de las oficinas de Sony Music Argentina, y todo es alegría: sonríen, dialogan y se elogian de una manera tan honesta que uno entiende enseguida por qué “Dos” resulta un crossover tan natural. “Estamos súper contentos con todo lo que está pasando”, comenta Dillom. "Siento que a todo el mundo le gustó el tema”.

“Dos”, que surgió luego de intercambios entre Ale Sergi y Dillom para entrevistas de YouTube —Encuentros imposibles, de Revista Wacho; y Pogo o nada, de Infobae—, une lo mejor de ambos mundos. Es como si el lado más inocente de “Hola!”, aquel megaéxito de 2007 que Miranda! grabó para la cortina de la comedia La lola, se encontrara con la faceta más violenta de POST MORTEM, el disco conceptual que Dillom lanzó en diciembre y que se ganó el elogio de la crítica y el público.

La propuesta es la siguiente: un silbido pegadizo, un clima pop con influencias de los setenta y el infalible falsete de Ale Sergi son el cimiento para que Miranda! construya la historia de una pareja que sufre un flechazo inmediato. Juli va a la casa de Ale y, mientras se seducen y comparten copas de vino, Dillom —que retoma al personaje del psicópata que, “sin querer”, mata a sus amigos en la pieza terrorífica de “DEMIAN” y “POST MORTEM”—, irrumpe en la escena para asesinarlos.

Pero, a diferencia de los ejemplos de POST MORTEM, el joven relata la escena con dulzura; lo hace como si fuera producto de la imaginación de un adolescente que se divierte proponiendo las escenas más improbables. Para que quede claro que se trata de humor, “Dos” se acompaña de un videoclip lleno de guiños ochenteros: hay homenajes a E.T., al videoclip de “Thriller” y a El hombre lobo. Es un juego entre universos que tienen muchas más cosas en común de lo que se podría imaginar.

Y para desentrañar esos puentes artísticos, los argentinos dialogaron con El País.

—El humor siempre estuvo presente en sus propuestas: Miranda! lo usa en videoclips como “Perfecta” o “El Profe”, y Dillom lo explora en varias frases de sus canciones y hasta en la versión para niños de “OPA”. ¿Ese es su mayor punto en común?

—Dillom: Sí, totalmente. Es el sentido del humor, el saber cómo reírse de uno mismo y hasta la bizarreada son los puntos que más nos unen. Se trata de no tomarse las cosas tan en serio, sino que, a propósito, se noten los hilos detrás de lo que hacemos. No es nada tan pretensioso.

—Juliana Gattas: Sí, tiene que ver con el humor en términos generales. Aplicarlo a la música es la excelencia máxima, pero también es tan simple como estar en un grupo y que alguien desarme un momento con un chiste medio desubicado. Me cae muy bien la gente que hace humor sin conocerte.

—Además es importante la creación de personajes: mientras Miranda! elige la seducción, Dillom prefiere el lado más agresivo para escupir las cosas sin filtro.

—Juliana Gattas: Eso también nos conecta un montón, y Dillom me ha despertado muchísima admiración porque, de alguna forma, él hace lo que nosotros queríamos hacer. Nosotros fuimos desarrollando personajes medio espontáneos y, a medida que hacíamos discos, se fueron montando escenas. Pero él lo hizo de una y tuvo la visión de hacer un disco conceptual como POST MORTEM. en un momento donde todo el mundo saca singles con colaboraciones. Se mandó un disco del carajo que pasa por diferentes sensaciones pero que está unido por un concepto sonoro y estético. Es admirable lo que hizo y, sin duda, siento que tenemos eso en común aunque a él le salió mejor (risas)...

—Dillom: Eso es mentira... (risas)

—Dillom, ¿cómo se da la creación de tu personaje? En tu trabajo siento que la herencia de los Beastie Boys está presente en la idea de alimentarte de toda la referencia sociocultural que se necesaria para construir tu mensaje. Va desde Edgar Allan Poe a Horacio Larreta, y desde un Fondo Buitre a Chicken Little. 

—Dillom: A mí me gusta mucho Eminem y él tiene mucho del "name dropping" en sus primeros discos. Hay una lista de todos los nombres y cosas que tira, y es una lista enorme por cada disco...

—Juliana Gattas: Está bueno eso...

—Dillom: Sí, y a mí me gusta usar eso porque te ubica contextualmente y socialmente. Además marca tus influencias y muestra las cosas con las que te rodeás. Es como comunicar, de alguna forma, un mensaje y dirigirte a un grupo de personas que quizás comparte gustos con vos o se ríe de las mismas cosas. Las referencias son muy útiles para comunicar mi mensaje.

—¿Cómo fue el trabajo para unir esos dos universos que, a simple vista, resultan tan diferentes?

—Dillom: Cuando escuché “Dos” ya estaba hecho el estribillo y el primer verso, que contaba cómo se conoce la pareja y pega buena onda. A mí me encantan esas historias de flechazos instantáneos medio Scott Pilgrim, pero meterme en la canción implicaba no solamente cantar algo que encajara rítmicamente; quería agregarle algo desde el lado argumental para contar una mini historia. Estábamos pensando entre todos y llegamos a la idea de que había un acosador observando lo que pasaba. Creo que ustedes ya tenían una temática de alguien que mira desde afuera...

—Ale Sergi: Sí, lo hicimos con “Entre las dos”, con Javiera Mena.

—Dillom: Claro, en ese tema era de una manera más pasiva y desde el lado sexual, pero en “Dos” tenía que llevarlo a otro nivel y presentar a un enfermito que los quiere asesinar. Así se genera algo de película de terror de clase B.

—Ale Sergi: Lo primero que surgió fue la intro silbada, que hace un montón quería hacer algo así. Me gustan todas las canciones, pero casi siempre trato de que además de tener una parte cantada tenga algo instrumental que sea un gancho...

—Como hicieron con el saxo de "Fantasmas", ¿no?

—Ale Sergi: Claro, y también en "Bailarina", "Don", "Extraños" y un montón de temas más que tienen melodías de sintetizador, saxo o guitarra al inicio. Es lo mismo que después canta la voz pero que ya te resuena desde el arranque; es otra manera de acompañar musicalmente la idea. "Dos" es una canción de cuatro acordes, bien básico y guitarrera, y a partir de ese silbido fuimos desarrollando las otras partes. Era una canción súper romántica, pero fue buenísimo que Dillom se copara y le diera esa vuelta para tener un material que tal vez él no hubiera generado por su cuenta y que a nosotros jamás se nos hubiera imaginado. Se dio todo de una manera muy natural, y creo que salió bien porque teníamos las ganas de juntarnos. Pasó algo mágico e incontrolable que nos da mucho orgullo.