ENTREVISTA

Néstor Moreno, del dúo Copla Alta, relata que el último recital que ofrecieron antes de la suspensión de los espectáculos públicos fue el mismo viernes 13 de marzo. “Tocamos hasta las 12 de la noche, cuando nos llegó el comunicado, así que tocamos hasta el último momento que se pudo”, le dice a El País con una sonrisa.

Ya pasaron cinco meses desde aquel último recital en vivo, y los músicos ya se están preparando para su regreso a los escenarios, que se celebrará este sábado, a las 20.00, en Montevideo Music Box. “Se extraña la cercanía con el público. Cuando pasa tanto tiempo, te das cuenta de la necesidad del encuentro. No hay nada que se le compare”.

Alejandro Silvera, la otra parte del dúo, comenta que este tiempo los obligó a “reinventarse con el tema de las redes sociales”. Basta con echar un vistazo a la página de Facebook y de Instagram de Copla Alta para encontrarse con varias transmisiones en vivo en las que interpretaron sus canciones para sus seguidores y leyeron mensajes. “Fue una experiencia que disfrutamos mucho y fuimos aprendiendo bastante”, dice.

La pandemia del coronavirus los obligó a cambiar los planes del año. Entre ellos, reprogramar el recital que iban a presentar en el Teatro Solís el 25 de mayo. “Este es un año atípico”, asegura Silvera. “Teníamos un montón de shows agendados, pero quedaron sin efecto. Nos obligó a adaptarnos a la situación y jugar con nuevas reglas”.

El recital que ofrecerán este sábado en Montevideo Music Box será la primera muestra de esas “nuevas reglas” a las que hace referencia Silvera. De la mano de un espectáculo titulado Flor y truco, los músicos harán un repaso por su repertorio a través de un formato reversionado. “Tuvimos que adaptar las cosas porque solo vamos a poder ser cuatro músicos en el escenario, pero lo importante es la palabra. Si eso sobrevive, alcanza”, dice Silvera.

El músico menciona que en las canciones de Copla Alta se centran en “buscar un mensaje auténtico”. “Queremos hacer cosas que uno pueda hacer y sostener abajo del escenario”, asegura.

“Nuestras canciones están muy ligadas al hombre y, en definitiva, al lugar donde crecimos”, agrega Moreno. Un repaso a su último disco, Buena Nueva (2019), lo comprueba. “De arco a arco”, “El peón” y “Inés” presentan numerosas postales de la vida en Treinta y Tres, el lugar donde se formó el grupo.

En sus canciones también hay espacio para una mirada de crítica social, que queda manifestada en su versión de “Cantacaminos”, de Juan José de Mello y Víctor Lima. “Las verdades que yo canto, las aprendo de la vida / Y el alfabeto me enseña a cantarlas bien clarita”.

“Nos sentimos más cómodos comunicando un mensaje libre de banderas partidarias”, dice Silvera. “Nuestras canciones tienen política detrás y un trasfondo social. Lo nuestro no tendría mucha razón de ser si no fuera así”, agrega Moreno. “No todo lo político es partidario; el arte no debería tener banderas partidarias”.

El dúo, que en estos meses estuvo componiendo nuevas canciones, se está preparando para su regreso a los escenarios. “Va a ser una instancia especial porque ahí es donde uno se siente más cómodo”, asegura Moreno. “Este tiempo nos hizo ver cuánto bien nos hace la música. El show va a ser algo disfrutable para todos”, concluye Silvera.