AGENDA CULTURAL
Juan Ibarra Cuarteto, La Celeste, Quintana Uy, Ósmosis, Manuel Contrera y más artistas forman parte del "Festival de invierno - Jazz del Uruguay". Los detalles.
Cinco noches de jazz con dos grupos por jornada. Eso promete la primera edición del Festival de Invierno “Jazz del Uruguay”, que se inaugura hoy en la sala Hugo Balzo. Hasta el sábado, 10 propuestas llegarán al Auditorio Nacional del Sodre para demostrar cuál es el secreto detrás de la adaptación local del género musical más libre.
Y la clave, según anuncian sus organizadores, está en la fusión con el candombe. Esa unión que empezó a formarse en Uruguay a mediados de los sesenta de la mano de pioneros como Manolo Guardia, George Roos —el tío de Jaime— y Daniel “Bachicha” Lencina, no ha dejado de desarrollarse en los últimos años.
Todo empezó con la serie de discos Candombe de vanguardia, una idea de Roos por demostrar que en Uruguay se podía generar un fenómeno similar al bossa-nova, aquel estilo relajado pero tan explosivo —en términos comerciales y de influencias musicales— que entrelazaba el ritmo de la samba con las complejas armonías del jazz bebop estadounidense.
Por más de que los discos de Guardia y Lencina ofrecieran una mirada vanguardista sobre la manera de adaptar al jazz, el proyecto no tuvo demasiado éxito. Sin embargo, las grabaciones de clásicos como “Yacumenza”, “Chicalanga” y “Biricuyamba” inspiraron a una generación de leyendas locales.
El ejemplo más claro es el de Hugo y Osvaldo Fattoruso, quienes se sumergieron en la influencia de Guardia. Tanto que en 1968 grabaron una versión de “Chicalanga” en La bossa de Hugo y Osvaldo. De cierta manera, ese fue el antecedente de Opa, el supergrupo que en los setenta llevó a la unión entre jazz y candombe a un lugar de prestigio de la mano de Goldenwings y Magic Time.
Desde aquel momento, la fusión entre estilos no ha dejado de evolucionar, y además de varios discos interesantes cada año se varias propuestas participan de los festivales de jazz de Mercedes, Punta del Este y el Teatro Solís.
Ahora, varios de los referentes del movimiento llegan al Auditorio Nacional del Sodre. El encargado de inaugurar hoy la programación será el baterista Juan Ibarra, quien presentará en formato de cuarteto composiciones de su próximo disco, repasará el excelente Naumay y versionará a Eduardo Mateo. Le seguirá La Celeste, del legendario Urbano Moraes, quien explorará la fusión entre el formato canción y los elementos jazzeros junto a Gustavo Montemurro y Nicolás y Martín Ibarburu.
Mañana le llegará el turno a MAF, el trío formado por Martín Ibarburu, Alejandro Luzardo y Fede Righi —se recomienda escuchar el interesantísimo ‘Ta luego, editado por Perro Andaluz—; y a Ósmosis, el septeto liderado por el pianista Nacho Labrada.
La grilla continuará el jueves, de la mano de Silvina Gómez Cuarteto y Juan Pablo Chapital Cuarteto. La primera presentará canciones de Volátil, el álbum que editó este año y que incluye la bellísima “Al viento”, una excelente muestra de su acercamiento al candombe; el segundo, es uno de los guitarristas más prestigiosos de la escena local.
El viernes se presentarán el quinteto Álamo, que ofrece un concierto basado en la interacción con el público, y el sexteto liderado por Manuel Contrera. El pianista se acompañará de Martín y Nicolás Ibarburu, Hernán Peyrou, Coby Acosta y Pomo Vera.
Finalmente, el sábado actuarán Fede Lazarrini Grupo, y Quintana Uy, liderado por el guitarrista Carlos Quintana. Tocó con Ruben Rada, Jaime Roos, Leo Maslíah, Hugo Fattoruso —la versión que el pianista grabó de "Fábrica de músicas", compuesta por Quintana, es preciosa—, fue parte de Delanuka y tiene varios discos solista. El último, Multiverso (2019), es excelente; se recomienda especialmente escuchar "Candombe de Eliminatoria".
Las entradas están a la venta en Tickantel por 400 pesos; también se vende un abono para los 10 shows por 1500 pesos. Cada recital será transmitido en vivo desde el canal de YouTube del MEC.