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El 23 de marzo, cuando el Ballet Nacional del Sodre se despidió del público tras otra función de Un tranvía llamado deseo, el telón del escenario del Auditorio Nacional se cerró y en ese cierre se llevó, de manera simbólica, a todos los espectáculos públicos. Aquel día el gobierno nacional anunciaba la suspensión de la actividad cultural presencial, por tercera vez desde el inicio de la pandemia.

La primera suspensión había sido en marzo de 2020 y se extendió hasta julio; allí se retomó la música en vivo aunque teatros, cines y museos reabrieron un mes después. La segunda pausa fue de diciembre a enero y la última es la que se levanta entre mañana y la semana próxima (en el caso de los cines montevideanos).

Las salas que responden a la Intendencia de Montevideo siguen sin abrir desde fines de 2020; el viernes la IM autorizó la realización de eventos al aire libre (eso incluye al Teatro de Verano y al Velódromo), pero el Teatro Solís, la Zitarrosa, la Verdi y otros escenarios continuarán cerradas.

El resto de los espacios, estatales o privados, se reactivarán con los mismos protocolos sanitarios que funcionaron en etapas anteriores. Esto es: un 30 % del aforo total de los lugares, con el público siempre sentado en mesas de hasta cuatro personas o en butacas intercaladas. Se controlará la temperatura en la entrada y se respetará el distanciamiento social y el uso de barbijo, que sólo podrá quitarse en el asiento en aquellas salas que tengan expendio de comida o bebida. No está en funcionamiento ningún pase especial, más allá de los ensayos que se hicieron.

La pieza que pondrá la rueda a girar otra vez será la obra infantil Robinson Crusoe... el mar. En vacaciones de invierno, reestrenará mañana a las 15.00 en La Gringa (18 de Julio 1236) y tendrá funciones diarias hasta el sábado; hay entradas a $ 300.

Una celebración propiamente dicha de este regreso será la que ofrecerá la Sala del Museo, que mañana a las 20.00 tendrá un show de Papina de Palma (foto) que marcará la reapertura del escenario de Rambla y Maciel. La cancionista dará un show con entrada libre, previo retiro de invitación en Abitab. Se cobra el cargo de servicio de 70 pesos.

Y en teatro, el honor de la primera vez en esta etapa lo tendrá 2084, una versión libre de la distopía 1984 de George Orwell, de Marcel Sawchik y Eugenia Fajardo sobre idea de Darío Klein. Tendrá funciones lunes, martes y miércoles a las 20.00 en el Auditorio Nelly Goitiño (agotado).

A continuación, un repaso a las actividades que empiezan a llenar una agenda, con la esperanza de que la tercera vuelta sea, sí, la definitiva para un sector con urgencia de hacer.

La Sala del Museo será la primera en retomar la actividad. Este viernes tocará la banda Eté & Los Problems y para el 24 y 25 de julio se anuncia doble fecha de Ruben Rada. Son todas reprogramaciones; las entradas adquiridas conservan validez y hay remanentes en Abitab.

La Trastienda también vuelve con reprogramaciones. El primer recital anunciado es de Peyote Asesino el 16, y siguen Christian Cary el 29, Luciano Supervielle y Pedro Dalton el 30 y 31, y Lu Ferreira el 7 de agosto. Además habrá seguidilla de Buenos Muchachos, que celebrará los 18 años de su disco cumbre Amanecer búho con nueve fechas en agosto (Abitab).

En cuanto al Sodre, este sábado la Orquesta Sinfónica presentará el concierto La noche transfigurada en el Auditorio Nelly Goitiño, donde el Coro Nacional hará, el 16, Réquiem de Duruflé. Ya en salas del Adela Reta, el 17 estará la Orquesta Juvenil del Sodre con Las cuatro estaciones, el 22 Gonzalo Brown presentará su trabajo Especial dedicación; y habrá recitales del Conjunto Nacional de Música de Cámara el 25, el Coro Nacional de Niños del Sodre el 29 y la Sinfónica de vuelta, el 31. Para el 1 de agosto queda el estreno en vivo del disco Simple de Fernando Cabrera.

En Sala Camacuá, el sábado estará La Groove Machine con entradas agotadas, y el 23 Max Tejera presentará su álbum Intenso (Redtickets). Mientras, en La Experimental de Malvín, hay shows previstos de Nicolás Ibarburu para el 16 y de Balbis, Santullo y HA Dúo para agosto.

En el horizonte hay, además, algunas presentaciones internacionales. El concierto que Fito Páez daría en el Antel Arena y de momento anunciado para el 24 de julio será cambiado de fecha, pero están confirmados los de las bandas argentinas Kapanga y Las Manos de Filippi, el 14 y el 20 de agosto respectivamente en Complejo Sala (Río Branco 1627). Antes, el 24 de julio, estará la murga Araca La Cana con la puesta Araca vive! (Redtickets).

La cartelera contará con la vuelta del Ballet Nacional, que retomará aquel interrumpido Un tranvía llamado Deseo y tendrá funciones desde este martes y hasta el domingo en el Auditorio Adela Reta. Salvo para la del viernes, quedaban entradas en venta en Tickantel para todas las galas, que serán a las 20.00 y el domingo a las 17.00.

La Gringa, además de lo infantil, regresará con todo. Desde esta semana, los viernes a las 21.00 volverá El loco y la camisa; los sábados a las 20.00, Declive; y a partir del sábado 17, los sábados pero a las 18.00 irá Sólo llamé para decirte que te amo.

Mientras que el Teatro Circular ultima detalles para reabrir y El Galpón sigue con propuestas por streaming de momento, el Teatro Victoria repone el unipersonal Ser humana con Angie Oña. Va desde este viernes, jueves y viernes de julio a las 20.30.

En la Nelly Goitiño, el domingo 11 Nenan Pelenur estrenará Graciela 3, a las 2030 (Tickantel). En clave de humor, Magnolio Sala recibirá el 16 y el 21 al espectáculo Algo tenemos que hacer, y el 17 y 30 a Maestro del horror de El Tío Aldo; las primeras funciones se agotaron.

Más hacia fin de mes llegará El accidente, de Gabriel Peveroni y dirigida por María Dodera, al Auditorio Vaz Ferreira: tendrá funciones a las 20.00, el 23, 24, 25, 30 y 31 de julio (Tickantel). Y Marianella Morena finalmente estrenará su puesta Muñecas de piel, sobre Operación Océano. Estará en la Sala Balzo del Auditorio Adela Reta del 29 de julio al 8 de agosto, y es una de tantas propuestas que llegan para nutrir de vida nueva al panorama cultural y levantar, otra vez, el telón de todo un sector.