"Para mí es un antes y un después. Una ocasión única, como una marca que voy a recordar con mucho cariño”, dice Facundo Balta a días de subirse al escenario para su primer show en La Trastienda.
El joven talento uruguayo dará el concierto más grande de su trayectoria como solista hasta hoy. Tocará las canciones de sus tres discos y será, asegura, la oportunidad perfecta para que los que aún no lo conocen lo hagan, y para que los que ya saben quién es puedan escucharlo en su “máxima calidad”. La cita es este viernes a las 21.00 y hay entradas en Abitab.
El músico cuenta que soñaba con poder darle la disposición de un escenario grande, sonidos y luces a un show suyo. “Estoy muy contento, ansioso y esperanzado”, dice a El País.
Tocará junto a otros nueve músicos, que son también amigos y que fue conociendo a lo largo de su formación musical; es una joven banda con promedio de edad de 20 y pocos años —Balta tiene 22— y donde el talento no falta.
“Se fue dando como un mejunje, pero lleno de amor y con muchas ganas”, cuenta. “Soy alguien que sabe que es un afortunado por tener estos compañeros y que confíen en la música”.
Balta está contento, no sólo porque lo dice: se nota en su voz que, aunque tranquila y pausada, tiene el entusiasmo de quien se enfrenta a algo nuevo, pero deseado.
Este viernes el hijo de Charo Martínez y Gustavo Balta, que empezó a estudiar piano a los ocho años y hoy toca más instrumentos de los que se pueden contar con los dedos de las manos, presentará las canciones de sus tres discos. Sobre estos trabajos, que sacó entre 2020 y 2022, recuerda que cada uno, a pesar del corto espacio de tiempo entre un lanzamiento y otro, marcó distintas etapas. “Vivo la vida de manera medio intensa, sobre todo a nivel de sentimientos. Soy muy ansioso con las respuestas de las cosas”.
Así, Baltástico Full Time, su primer álbum, lo siente como “una liberación total”. En él pudo reunir canciones de muchos años que hasta aquel momento no había podido materializar en un disco.
“Después de años de juntar dinero, viajé a ver a mi padre que vive en Mallorca y pude traer equipos para grabar en casa y, por primera vez, materializar la música. Es un disco muy hambriento, con muchas ganas de ser, que de hecho tiene déficit a nivel de producción, porque era alguien que estaba recién aprendiendo a producir”, señala.
En este trabajo, como también quedaría plasmado en los siguientes, hay mucha mezcla. Ensambla con naturalidad bossa nova, R&B, candombe y trap.
Ya en ...Y después no hablamos más buscó “lograr un sonido específico” y usó como hilo conductor la historia de un amor que se terminó. Las reticencias en el título no son por casualidad. “Habla del final de las cosas, es un disco un poco pesimista. Estos tres puntos señalan que pasaron un montón de cosas antes”.
Cuando me mires, su tercer y más reciente disco, lo escribió después de conocer y tocar con Jorge Drexler, para quien fue telonero en septiembre del año pasado en el Antel Arena. “Me motivó mucho. El conocer a un ídolo te da una inyección compositiva grande”, explica. “Es un disco temático que además es un homenaje a mi crianza comparsera y candombera, y también tiene algo de la música folclórica que escuchaba. De repente hay bossa nova, candombe, reggaetón, bolero, pero todo hacia un sonido nuevo”.
Balta creció en un entorno carnavalero (este año salió en Zíngaros) y fue figura máxima del Carnaval de las Promesas, una cuna que lo formó y brindó elementos para despegar en su proyecto autoral.
“Para conocer a una persona me parece que hay que ver para dónde mira, no solo dónde estuvo”, dice refiriéndose a que si bien se formó en el carnaval y es una “fuente de identidad increíble”, su curiosidad lo llevó a incursionar en distintos ritmos y ambientes. “Mientras iba al carnaval, me metía con mi compu y hacía beats porque me encantan el hip hop y el trap”.
Sobre el futuro, dice que le gustaría que su música crezca y llegue al mayor público posible, siempre y cuando eso le permita seguir siendo él mismo, de manera “sincera y disfrutable”.
Ahora Facundo Balta, este nombre que ha sonado alto en los últimos tiempos de la música nacional, llega a La Trastienda para dar un paso más en un camino que no para de crecer.