ENTREVISTA
El líder de Rombai charló con El País sobre "Positivo", el accidente que sufrió, el éxito de Emilia y Márama y sus planes a futuro
—El disco Positivo salió casi en paralelo a tu accidente. ¿Qué te parece que representa en el camino de Rombai?
—El momento más negativo, que intento dar vuelta y mostrarle a la gente cómo en verdad, a pesar de estar pasando un mal momento, porque la música entera estaba pasando un mal momento —no estábamos teniendo shows, estábamos sin trabajo—, nada dura para siempre. Ese era mi mensaje para el resto y para mí: me quiero rebelar contra esa sensación, estar más feliz que nunca y contagiar eso. Y lanzar un álbum que la gente escuche y se sienta contenta, porque para eso es la cumbia: la gente escucha una canción de cumbia, la canta y se pone feliz. Y yo que sé, resultó ser un mensaje para mí.
—La excusa de esta gira de prensa es el lanzamiento del videoclip de “Ke tal si nos escapamos”, con Migrantes, que bien puede ser un hit del verano. Hace poco, en tus redes, repasaste los hits de verano que hiciste en los últimos años y son varios...
—Sí, y vamos a sacar más. Hoy la gente consume la música mucho más rápido y cada dos o tres semanas se aburre, entonces hay que estar lanzando música todo el tiempo. Explotan en reproducciones al principio y después ya quieren más, y por eso pienso que ya no va a ser una canción del verano sino muchas, y si tenés varias canciones girando tenés más chance de éxito. También lo mencioné porque a veces uno se olvida, se bajonea, pero hay que enaltecer lo logrado. Y son muchos éxitos del verano, no es casualidad. Este año vamos a sacar varias canciones, para que también sean éxitos del verano. Y si no son no importa: lo que me gusta a mí es compartir la música. El éxito llega solo.
—Rombai ha sufrido muchas transformaciones. Con la salida de Camila Rajchman se empezó a instalar esta idea de la banda como el proyecto de Fer Vázquez, que ahora termina siendo eso, tu proyecto solista. ¿Te costó asumirlo?
—(Piensa) No. En un sentido, siento que siempre fui el capitán de Rombai. Siempre fui de cargarme y querer ayudar al resto, enseñarles a los que todavía no sabían música, como el caso del primer Rombai; daba para adelante y estaba para ellos. O sea que cuando empecé esta etapa solo estaba preparado, feliz de iniciar esto nuevo. Aprendí un montón; creo que nadie pasa porque sí, todos pasaron para que yo aprendiera cosas. Y me siento feliz, preparado y orgulloso de haber ayudado a un montón de personas a que entraran en la música y de haber sido exitoso juntos.
—Esta semana estuviste en Desayunos informales y compartiste el espacio con Camila que ahora tiene carrera en los medios. Y hay varias personas que pasaron por tu órbita musical, como Emilia o Márama, que han hecho caminos de mucho éxito. ¿Desde qué lugar mirás todo eso?
—Me da orgullo, no tanto como el que me gustaría, porque a veces me tiro abajo. Me gustaría estar más orgulloso porque son gigantes: Márama es muy grande, Emilia es muy grande y no solo acá, son artistas internacionales. Me da mucho orgullo pensar que puedo crear un artista así, trabajar con alguien y llevarlo a ese nivel de fama, tener el ojo para elegir artistas que tienen esa magia, ese ángel. Entonces me pone contento por ellos. No hace bien desearle el mal al otro; yo siempre deseé el bien, ¿sabés? Para mí que les vaya bien es mejor, porque así cada uno sigue su camino y no jode a nadie.
—¿Sentís que hay gente que no cree ese discurso tuyo, que para una parte del público sos el villano de esta historia?
—Seguramente, seguramente haya muchos pensando que yo deseo el mal, y otros pensando que los otros me desean el mal a mí. ¿Pero qué puedo hacer con eso? Nada. Y real, si les va bien para mí es mejor, porque una persona a la que le va mal, mira al de al lado con envidia. Entonces si nos va bien me libero de los sentimientos negativos. Y además en un momento yo estaba con ellos, luchándola para que salgan las cosas adelante, y son artistas que la han remado para estar donde están y nadie les regaló nada. Hemos tenido nuestros roces y por algo no trabajamos más juntos. Pero que les vaya bien. Yo soy así conmigo y con el resto. Y la música no es como el fútbol, acá no es un ir contra ellos. Eso no existe.
Su relación con Uruguay y los planes de un Antel Arena
Fernando Vázquez, Fer, tiene 27 años y tenía bastante menos cuando empezó con la movida de la cumbia pop (o cumbia cheta) en Uruguay. Cantante, compositor y productor, es el líder de Rombai y fue fundador de Márama, las dos bandas más populares del fenómeno que sacudió la música rioplatense en la década pasada. “Locuras contigo”, “Noche loca”, “Curiosidad”, “Yo te propongo”, “Cuando se pone a bailar” y “Me voy” son algunos de los hits que sostienen una carrera que ahora busca ser más internacional.
Instalado en Miami , Fer Vázquez dice que lo peor de estar lejos de casa es perderse los momentos importantes de familiares y amigos, una ausencia que busca acortar a través de videollamadas por WhatsApp o Facetime. También extraña no poder irse a la plaza a tomar mate porque, dice, a nadie de su nuevo entorno le gusta esta bebida típica del sur y todos prefieren el café. Pero Vázquez elige no quejarse, convencido de que está haciendo lo mejor en pos de su sueño y que está donde tiene que estar.
Eso sí: adelanta que con Rombai, prepara un show para marzo de 2022 en el Antel Arena. Será su reencuentro con el público uruguayo tras cinco años de no dar un espectáculo en vivo en el país, y tiene todas las expectativas puestas ahí.