ENTREVISTA

"Vayan con calzado cómodo”, propone el cantante de Bandalos Chinos, Gregorio “Goyo” Degano, antes del show que ofrecerá este viernes junto a su grupo en la Sala del Museo (entradas en RedTickets). Los argentinos, que ese día estrenarán el nuevo adelanto de su próximo álbum, ofrecerán un repertorio basado en BACH y Paranoia pop, los discos que los consolidaron como una de las bandas más destacadas de la nueva escena argentina.

Cuando se le pide que resuma el vertiginoso ascenso del grupo que lidera desde 2009, Degano dice: “Un delirio místico”. Y para comprobarlo, ofrece un ejemplo sumamente ilustrativo: “A finales de 2019 hicimos un viaje express de un día y medio a Las Vegas para participar de los Grammy Latino; luego nos fuimos a Córdoba para tocar en el festival La Nueva Generación. No entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero intentaba vivirlo al máximo”.

Todo se debe a BACH, de 2018 que los insertó en el mapa continental gracias a los éxitos “Vámonos de viaje”, “Tu órbita” y “Demasiado”. Ese trabajo que amalgama climas melancólicos y festivos, que se construye sobre aires funky y de synthpop, y que invita al baile de la mano del falsete de Degano fue un éxito instantáneo. Les brindó dos nominaciones al Grammy Latino —mejor álbum de música alternativa y mejor ingeniería de grabación— y los llevó a festivales de toda Latinoamérica.

“Se empezaron a abrir muchas puertas, pero como hace 10 años venimos laburando, e incluso nos conocemos desde la primaria, tratamos de mantener los pies en la tierra; era algo así como: ‘entre fantasmas no nos pisemos las sábanas’”, dice, entre risas.

Por lo tanto, para su siguiente álbum había dos posibilidades: naturalizar la fama repentina o utilizarla como inspiración. Eligieron la segunda opción, pero no desde el alarde que suele alimentar las letras de varias estrellas del trap —al estilo de “Booker T”, de Bad Bunny—, sino desde la ironía.

“Nos parecía gracioso y a la vez no nos dejaba de sorprender que la gente nos reconociera”, revela Degano. “El origen de la banda se basa en un lugar re amateur y lúdico, y de repente nos encontramos en una posición en la que todo se va volviendo más serio, y la performance se termina comiendo tu personaje. Así que rompimos con eso a través de la parodia”.

Y ese fue el germen de Paranoia pop, el disco que publicaron en 2020 y cuyo título se inspira en una frase de la columna que Andrés Calamaro escribió sobre el grupo en el diario Página 12. Se trata de un álbum conceptual que ridiculiza la idea del ídolo en tiempos en que las cifras de las plataformas digitales se toman como sinónimo de calidad musical. “Soy tan influencer, / Me quiere la gente, / Todes quieren ser como yo”, canta Degano sobre la base funky del tema que da nombre al álbum.

La idea se amplifica en “El ídolo”, un doo-wop blusero cuyo videoclip muestra al cantante personificado como un late Elvis Presley, ese con sobrepeso y depresión que solo cantaba en escenarios de Las Vegas. “No quiero conocerte, / Prefiero imaginármelo, / Adentro de mi mente, / Seguro sos mucho mejor”, dice la letra, abordada desde el punto de vista de un fanático que sabe que le conviene más admirar al personaje del artista que a la persona que lo habita.

Respecto al álbum que editarán en abril, Degano revela que el concepto se basa en unir la faceta “más cancionera” de BACH con la “experimental” de Paranoia Pop. Aquellos que quieran sumergirse en la nueva etapa del grupo pueden escuchar los adelantos “Mi fiesta” y “La propuesta”.

Antes del show de este viernes en Montevideo, el cantante comenta: “La pandemia nos dejó la reflexión de que tenemos disfrutar cada show y cada escenario porque uno nunca sabe cuándo nos van a guardar de nuevo. Ojalá que nunca”.