Inusual concierto tanguero

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Maristella Pastuzzi y Fioraleda Sacchi, las músicas. Foto: Piero Biasoni
PIERO BIASION

Pocas veces el público uruguayo tiene la posibilidad de escuchar un concierto de violín y arpa dedicado al tango, e interpretado con pasión y respeto por dos excelentes artistas que, curiosamente, sin ser rioplatenses lo sienten como si lo fueran.

Me sorprendió muchísimo escuchar especialmente el arpa, instrumento asociado a lo angelical, adentrarse en un ámbito donde predominan las pasiones terrenales.

El recital comenzó con dos piezas que si bien llevan el nombre de tango son propiamente habaneras, obras de los compositores españoles Francisco Tárrega e Isaac Albéniz. Ellas representan esa danza que fuera una de las que dio origen al tango, y que surgió en Cuba cuando aún esa isla era parte del territorio español. Tanto Tárrega como Albéniz toman a la música popular y le dan un refinamiento académico, al igual que lo hiciera Bizet con su famosa "Habanera" de la ópera Carmen.

Recordando que este año se cumple el centenario del nacimiento del compositor argentino Alberto Ginastera, el dúo Patuzzi-Sacchi incluyó la "Milonga del árbol del olvido", escrita sobre los versos del uruguayo Fernán Silva Valdez. Si bien la milonga es otra de las danzas que originan al tango, la de Ginastera se caracteriza más por su marcado acento rural que por el ciudadano. Del consagrado compositor italiano Ennio Morricone interpretaron con mucha gracia "Il Tangone" del film Los zánganos de Lina Wertmüller en 1963. Este autor siempre sorprende por su originalidad: es un referente que muchos seudocompositores deberían tomar en cuenta. En primera audición para nuestro país interpretaron del acordeonista franco-italiano Richard Galliano (1950) su vibrante "Tangaria" que conquistó inmediatamente los aplausos del público. En ella se nota claramente la influencia de su amigo Astor Piazzolla con el que compartió muchos conciertos. Si bien la obra está muy bien escrita, sería aconsejable que el autor encontrara una identidad propia.

El compositor más ejecutado fue Piazzolla, escuchándose sus "Estaciones Porteñas", "El ciclo del Ángel", "Oblivion", "Escualo" y una "Fantasía Fugada" para violín solo sobre "Adiós Nonino". La joven violinista suiza Maristella Patuzzi demostró no sólo ser una brillante virtuosa sino poseer una sensibilidad que transborda lo usual. Si a estas cualidades agregamos su simpatía y humildad nos encontramos frente a un digno ejemplo. Su prodigiosa memoria hace que pueda desplazarse con toda naturalidad entre el público al mejor estilo zíngaro. La sonoridad que extrae de su instrumento la arpista italiana Floraleda Sacchi reconoce una infinita gama de matices. Su digitación es absolutamente segura y cómoda, así como su pedalización es imperceptible y eficaz. Además posee una fina musicalidad acompañada de un temperamento apasionado y vigoroso. El público que desbordaba la sala las aplaudió de pie y las artistas ofrecieron dos bises: "Libertango" de Piazzolla y "La Cumparsita" de Gerardo Mattos Rodríguez.

Intimamente Tango.

Una presentación del Instituto Italiano de Cultura. Participaron: Maristella Patuzzi (violín), Floraleda Sacchi (arpa). Programa: Obras de Tárrega, Albéniz, Piazzolla, Morricone, Ginastera y Galliano. Dónde: Sala Delmira Agustini. Cuándo: 30 de marzo.

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Maristella Pastuzzi y Fioraleda Sacchi, las músicas. Foto: Piero Biasoni

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