SONIDOS QUE ANDAN EN LA VUELTA
A tres meses del visceral "Fear of the Dawn", el exlíder de The White Stripes lanzó un álbum íntimo y reflexivo que presentará en el cierre del festival Primavera 0
Es como un respiro después de un ataque de furia; un descanso después de un interminable round de boxeo. Escuchar Entering Heaven Alive a tres meses de la salida de Fear of The Dawn produce el mismo efecto que la transición entre “Helter Skelter” y “Long, Long, Long” en el White Album de Los Beatles: una extraña sensación de alivio.
El 2022 es un buen año para ser fanático de Jack White. El hombre que hizo del rock su lenguaje lanzó dos buenos discos en unos meses y está embarcado en una gira mundial que en octubre lo traerá por primera vez a Montevideo. La cita será el martes 18 en el Teatro de Verano, y el artista de pelo azul compartirá grilla con su compatriota, Cat Power, en el cierre del décimo aniversario del festival Primavera 0.
El repertorio de su show incluye varias canciones de Entering Heaven Alive y Fear of The Dawn, pero también hay espacio para varios clásicos de The White Stripes, el proyecto que lo consolidó como uno de las figuras del rock del siglo XXI.
Respecto a las novedades, seguramente temas de Fear of the Dawn como “What’s The Trick?” y “The White Raven” figuren entre lo más explosivo de la noche. Es que ese trabajo, inspirado en el concepto de la eosofobia —o sea, el miedo al amanecer— no deja a nadie indiferente.
Todo aquel que estaba convencido de que White no podía lograr algo más experimental que Boarding Reach House (2018), estaba equivocado. Como si se tratara de una visceral respuesta a la etapa más oscura de la pandemia, el guitarrista presentó el disco más radical de su obra.
Guitarras sobrecargadas de distorsión, riffs tocados con una pedaleras llevadas a los niveles más insólitos, frases lanzadas como escupitajos y baterías golpeadas con la fuerza necesaria para romper sus parches definen a canciones de pura descarga eléctrica como “That Was Then, This Is Now” y “Hi-De-Ho”.
Entering Heaven Alive, que se publicó hace dos semanas, es todo lo contrario. Y lo deja claro desde el principio, con “A Tip from You To Me”, una luminosa canción construida sobre un rasgueo de guitarra y un fraseo que recuerda a lo mejor de Neil Young en los setenta.
“Ha habido un renacimiento completo en todos los niveles de mi vida durante la pandemia”, le reveló a la revista Rolling Stone hace un tiempo. “Me propuse a mí mismo que, sin importar cuánto durara, saldría con una forma totalmente diferente de ver la vida”.
Y su nuevo disco lo demuestra. En la reflexiva “If I Die Tomorrow”, que tranquilamente podría haber formado parte de Led Zeppelin III, White ofrece un cautivador balance de su vida. “Si me muero mañana, ¿me harás saber que me fui en paz? / Rogué y pedí prestado el amor de todos; me lo dieron gratuitamente, / Desearía poder devolvérselo, / Así que si me muero mañana, ¿les devolverías todo el amor que me dieron?”, canta con delicadeza.
En esa canción, donde se muestra más vulnerable que nunca, también confiesa su temor a morir antes que su madre. “Si ella llora de pena, ¿la ayudarías con las cosas que necesita todos los días?”, se pregunta sobre un colchón de dulces arreglos de vientos.
Ese clima también sobrevuela a “Help Me Along”, una balada orquestal que parece continuar con la dulce invitación al pacto de camaradería de “We’re Going To Be Friends”, el tema que grabó en 2001 con The White Stripes. “Si me ayudas, prometo amarte, / Ayudame y prometo decirte cómo me siento, / No te voy a ocultar nada más, / Ayudame y yo te ayudo”, propone.
Entering Heaven Alive carga con el clima despojado que definió al recopilatorio Acoustic Recordings 1998–2016 y suma varias joyas al repertorio de White. La lúdica “Queen of the Bees” es un shuffle con una original mezcla entre el aporte de una marimba y un frenético solo de un órgano Hammond; es como una fusión entre “Under My Thumb”, de los Stones, y “Soul Kitchen”, de The Doors.
Pero si se trata de sorpresas, “A Madman from Manhattan” se lleva el premio. Unos cálidos arpegios de guitarra, un pulso de batería relajado y el canto casi recitado de White son el motor de un profundo relato surrealista. “Él dice que los locos no nacen; se cultivan / Fue estafador por los estafadores y se engaña a sí mismo pensando que tiene razón”, describe.
Entering Heaven Alive es una buena muestra del nuevo camino de White, ese que el público uruguayo verá en vivo en octubre en un show que promete.