Redacción El País
La agenda de shows internacionales en Uruguay en 2025 ya tiene a su primer confirmado. Es que a poco más de un año de su última presentación en Montevideo, Joaquín Sabina confirmó su regreso aunque en circunstancias bien especiales: las de su gira de despedida.

Este jueves, el músico español tomó por sorpresa a su público al lanzar Hola y adiós, que se anuncia como el último tour de su carrera o, como lo presentaron, "un último nocaut emocional".

El recorrido comenzará en febrero de 2025 y en su primer tramo llevará al cantante de "19 días y 500 noches" a México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina, y luego seguirá por Europa y España; terminará en noviembre.

Así, el próximo show de Sabina en Uruguay será el 29 de marzo de 2025 en el Estadio Centenario, donde se presentó la última vez (el 1 de abril de 2023, frente a la Tribuna Olímpica).

La producción será de AM y las entradas se pondrán a la venta próximamente.

"En su reciente cita con el público Joaquín Sabina ofreció, contra todo pronóstico, la más rotunda gira de su dilatada carrera, donde la ilusión, profesionalidad y experiencia del maestro de Úbeda vencieron el pulso al vértigo inicial", dice la nota de producción con la que se anunció el nuevo tour. Según los datos del equipo oficial de Sabina, más de 700.000 personas vieron los shows de la gira anterior, Contra todo pronóstico, que rondó los 60 conciertos y visitó 12 países.

En Montevideo, el artista español había sorprendido con un recital vigoroso en el que repasó éxitos y se mostró encendido, con el carisma intacto, igual que su repertorio.

"Al calor de esas mieles y por la llana cortesía de no abandonar la fiesta sin despedirse, Joaquín Sabina ha decidido subir de nuevo a los escenarios para saludar por última vez antes de bajar el telón. Una gira donde decirnos, donde decirse, HOLA Y ADIÓS", sigue el comunicado. Será "la oportunidad de despedir unas canciones que, aun siendo demasiado jóvenes para la eternidad que les aguarda y que de tan nuestras ya no parecen venir de un cantautor, sino de las fuentes mismas de la tradición popular, resistiendo incólumes el paso de sucesivas generaciones, nunca más serán cantadas ante miles de personas por su propio autor, que jubila su faceta de trotamundos guitarra en ristre celebrando su propia supervivencia con este convite de despedida".

El texto afirma que luego "no habrá más periplos interminables por recintos multitudinarios", aunque advierte que Sabina "se guarda en la manga el as de reaparecer a placer, sea porque las musas le susurren poemas o canciones que merezca la pena compartir, o porque le piquen las ganas de subirse a cualquier entarimado para darse, darnos, un homenaje".