ENTREVISTA

Jorge Nasser asegura que el regreso de Níquel, una de las bandas más icónicas del rock uruguayo de los noventa, fue “fragmentado y por capítulos”. Y no se refiere únicamente a la irrupción de la pandemia y las tres suspensiones de espectáculos públicos. Lo que empezó en noviembre de 2019 con un breve y sorpresivo set durante la presentación de su último disco solista, Llegar, armar, tocar, debió atravesar algunos altibajos.

Los triunfos fueron varios. En noviembre de 2020 agotaron dos fechas en el Auditorio Nacional del Sodre —donde grabaron un excelente disco en vivo—, luego pasaron por el Teatro de Verano y lanzaron “Lenguas” y “Sueños”, dos prometedores adelantos de su primer disco en 22 años (ver recuadro). Pero también debieron atravesar un duro golpe:la muerte de Wilson Negreyra, el percusionista y corista de la banda, a finales de febrero.

“Lo lloramos muchos días”, recuerda Nasser en diálogo con El País. “Wil era un componente esencial de Níquel y fue un factor absoluto para su regreso. Siempre digo que él era mi escudero, y desde 2015 tuvimos una necesidad de tocar juntos sin parar. Es una ausencia muy difícil, pero eso nos marcó que teníamos que cambiar el rumbo”, asegura.

Negreyra, que además fue una pieza clave del grupo Los Terapeutas, falleció pocos días antes de las dos fechas que Níquel presentaría en Magnolio Sala. “Fue una decisión de todos la de tocar igual porque sabíamos cómo era la cabeza de Wil y su filosofía de ‘el show debe continuar’. Para nosotros, la forma de homenajearlo fue arriba del escenario y lo sentimos como un exorcismo y una ceremonia a través de la música. Fueron dos noches fuertes”.

Aquellos recitales de marzo marcaron un precedente en la vuelta de la banda. “Sentimos que ahí inauguramos una nueva etapa de Níquel, que continuó con la salida de ‘Sueño’”, dice sobre el segundo adelanto del inminente sucesor de Prueba Viviente (2000).

El siguiente paso llegará esta noche, cuando el grupo suba al escenario del Teatro Solís, el mismo donde en 1991 presentó el espectáculo De memoria. “Fuimos la primera banda de rock que llegaba al Solís después de la dictadura. Ahora, después de todo lo que nos pasó, estamos con muchas ganas de presentar un show potente y de dar un plus”.

Según adelanta, además de las nuevas canciones y de los éxitos obligatorios, el repertorio incluirá algunas joyas de la discografía de la banda que siempre tuvo al rock en español como bandera. “Va a ser algo diferente”, promete.

Aún quedas entradas a la venta en Tickantel, y los precios van de 500 a 1000 pesos.

Respecto al proceso de composición del nuevo trabajo de Níquel, Nasser dice: “A la música le dedico mucho y no tengo ningún problema en abstraerme de todo para dedicarme a esto. Es más, el resto de las cosas de la vida son como un descanso de mi tarea principal. Estoy como metido en una canción eterna y me siento bendecido de que mi vida transcurra en esos parámetros. Es como jugar más o menos como Schiaffino para que se note esa entrega”.