Por Rodrigo Guerra
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Juan Pablo Chapital es uno de los guitarristas más destacados y versátiles de la música uruguaya. Participó en grandes discos de Fernando Cabrera como Viva la Patria (2013) y 432 (2017), tocó con leyendas como Ruben Rada y Hugo Fattoruso, y acompañó a referentes de la nueva generación como Alfonsina y Papina De Palma.
Chapital —o “El Chapa”, como lo llaman sus colegas— también trabajó con extranjero prestigiosos. En Argentina, por ejemplo, tocó con Luis Salinas, Liliana Herrero, Javier Malosetti y Chango Farías Gómez. Además, supo acompañar a los bluseros estadounidenses Chris Cain y John Primer en sus visitas a Montevideo.
“Si alguien ve mi currículum se va a encontrar con cosas que no tienen nada que ver entre sí”, le comenta, entre risas, a El País. “Pero es porque me sale así y creo que esa es mi máxima herramienta: me adapto a cada proyecto; después, si el solo de guitarra sale bien o mal, eso es otra cosa”.
Chapital, que además fue parte de Los Terapeutas y grabó en su disco Hay cosas que no importan (2005), se mueve con comodidad entre el jazz, el blues, el rock, el candombe y el folclore. Todo tiene que ver con su formación musical.
“No soy hermético. Tengo una mezcla muy grande y soy medio melómano porque disfruto de mucha música que parece no tener relación, aunque si la mirás de cerca te das cuenta que sí”, define. “Si escuchas a Goyeneche en su última época y a un blusero de Mississippi te vas a dar cuenta de que la entrega es exactamente la misma;mi referencia es el corazón que se le pone a la cosa”.
Si se trata de versatilidad, su carrera solista es un buen muestrario de su intención. Fotografìa silenciosa (2010) refleja su costado jazzístico, mientras que Cerca (2020) es un chapuzón al mejor blues instrumental. Pero si se trata de intercambios musicales, En construcción (2014) es una cita obligatoria. Lleva a “Milonga de pelo largo” a un terreno jazzero, homenajea a Luis Alberto Spinetta en la genial “L.A.S.” y hace de “Santanita” una joya candombera, relajada y sentimental. Es un disco lleno de gratas sorpresas.
Esta última, compuesta por Ruben Rada y Hugo Fattoruso en honor a Carlos Santana, es un interesante guiño a tres de sus máximos referentes. Con los uruguayos tocó en 2006 durante un show que quedó registrado en el DVD En vivo en Central, de Francisco Fattoruso. “Fue algo histórico”, dice sobre los 11 minutos de “Matías, el nuevo embajador”, disponible en YouTube.
Esa noche, Hugo, Francisco y Osvaldo Fattoruso se reencontraron con Rada en esa canción dedicada a Matías Rada. “Antes de subir al escenario, Francisco nos agarró a Nicolás Ibarburu y nos dijo que entráramos en ese tema a hacer un solo. Fue espectacular. La cara de Hugo cuando vio que habíamos entrado fue un goce extremo. Para mí fue una bendición”, relata.
Al igual que ese encuentro, Chapital recuerda con entusiasmo su encuentro con Robben Ford. El guitarrista estadounidense se presentó en el Teatro Solís en 2014 y Chapital no solo abrió el concierto, sino que también fue invitado por el ex L.A. Express —el grupo que acompañó a Joni Mitchell en el clásico disco en vivo Miles of Aisles— a tocar una canción. “Ese momento fue épico y me confirmó que tenía que seguir haciendo las cosas de esta manera, porque sino estas cosas no pasarían”.
Con todo este bagaje, Chapital llegará este domingo a la Sala Zitarrosa para ofrecer uno de los conciertos más significativos de su carrera. Inspirado en referentes de los setenta como Santana y The Allman Brothers, se presentará en formato de big band y estará acompañado por diez músicos; la lista incluye a Martín Ibarburu, Manuel Contrera, Nacho Mateu y Rodra.
El guitarrista repasará canciones de su trabajo solista, adelantará canciones del inminente Móvil —que el sello Perro Andaluz editará próximamente en vinilo— y versionará clásicos de The Beatles, Rada, Fattoruso, Jeff Beck, Eduardo Mateo, Opa, Dino y Alfredo Zitarrosa. Las entradas se venden en Tickantel a 500 pesos y hay 2x1 para socios de Club El País.
“Va a ser una celebración”, promete. “Yo me fijo mucho en el público, y si la gente está receptiva la música sucede. Así se genera el clima para poder fluir y que, a través de la música, baje algo especial”.