Juanse, de Ratones Paranoicos: "Es la quinta vez que dicen que el rock no se escucha más"

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Ratones Paranoicos. Foto: Difusión

ENTREVISTA

Los Ratones Paranoicos se presentarán este sábado en Montevideo, en el marco del Ciclo de Rock que se celebra en Otro Mundo (Rambla y San Ramón)

Este sábado a partir de las 18.00 en Otro Mundo (Rambla Dr. Baltasar Brum y San Ramón), se inaugura un Ciclo de Rock que contará con varias bandas uruguayas emergentes, Snake y, como plato principal y desde Argentina, los Ratones Paranoicos (entradas en Passline desde $ 500).

Antes del show, Juan Sebastián Gutiérrez, o sea Juanse, conversó con El País sobre el presente de la banda, el suyo propio y algunas cuestiones vinuladas a ese mundo y esa vida de rock and roll.

—¿Sentís que los Ratones están rockeando mejora hora que antes?

—No sé, no lo medimos. Desde el punto de vista filosófico (se ríe), no hay categorías. Nosotros el concepto lo armamos en el ensayo, y las canciones aparecen con la versión de su actualidad. Es espontáneo desde el punto de vista de nuestro sentimiento hacia la música, pero es un trabajo profesional de toma de decisiones, de lo que queremos mostrar. La remodelación es permanente porque está en nosotros; nos diferenciamos del tango en eso.

—¿El repertorio que van a hacer este sábado en Otro Mundo, es más o menos el del disco Caballos de Noche Vivos en el Hipódromo?

—Vamos a ver. Nosotros somos una banda clásica de rock and roll, y dentro de ese clasicismo no podemos defraudar a los que van a escuchar las canciones que nos hicieron conocidos. Y tenemos 32 discos grabados. Entonces tenemos esta sagrada y bendecida dificultad de no saber qué elegir. Nosotros cuando estábamos de gira con los Stones acá y en Chile, Keith (Richards) tenía la lista ahí armada arriba de una mesa, y yo miraba y se pone a escribir con el marcador. Arrancan con “Start Me Up” (se ríe), siguen con “Paint it Black”, ¡¿y qué vas a hacer?! Si yo voy a un show y no toco “El rock del gato”, “Girando”, “Para siempre”... No podés.

—Haber hecho el disco Pappo x Juanse, ¿te permitió alterar el show y disfrutarlo de otra manera?

—Lógico. Nuestras carreras solistas, las del resto de los Ratones y la mía, incluyen eso de hacer otro repertorio y versiones superpropias de canciones de Ratones. Yo tengo un poco más de área de acción para eso, porque grabé con Charly, Fito, Andrés (Calamaro), Los Piojos, Stuka (de Los Violadores), Riff, Pappo -con el Carpo hemos grabado muchísimo-, Luis Alberto (Spinetta), Pity (Álvarez), y eso te brinda otra energía. Te va sacando de tu personaje y te pone a hacer algo un poco más libre. Pero el rock and roll no es tan complicado, ¿viste? Es más que nada sentirse bien en el escenario. Nosotros hacemos lo que nos gusta y no dependemos ya de tener éxito. Nos gusta que nos vaya bien y estamos bien, pero más que decir cuántos discos o entradas vendimos, agradecemos tener salud para seguir tocando.

"Pero el rock and roll no es tan complicado, ¿viste? Es más que nada sentirse bien en el escenario"

JuanseRatones Paranoicos

—¿En lo personal, qué es lo que te motiva para seguir tocando?

—A mí, el Mustang (se ríe). Si pudiera comprarme seis Mustang más... No, me motiva todo. Lo necesito porque es fundamental tener trabajo; salud y trabajo es lo único que le pedimos a Dios. Es más, iba a decir: ¿para qué vamos a hacer una nota? Agarren una nota de hace tiempo, si yo sigo igual. Pasa que uno cambia y dicen: “Qué piola, ahora ya está más relajado...” No, no: en el rock and roll nunca terminás de alcanzar la meta. Siempre hay un peligro. Es la quinta vez que dicen que el rock ya no se escucha más, ¿entendés? Y te imaginás para nosotros, que se corre la bola, que ya no va a haber más compañías de discos; falta que digan que no va a haber más escenarios. Pero bueno, que digan lo que quieran. Lo que deseábamos, lo tuvimos, y mientras estemos vivos, vamos a seguir.

—Ya que no querías hacer una nota porque seguís siendo el mismo de antes, hablemos de algo nuevo: hay una película sobre tu vida...

—(Se ríe) Sí, Juan Sebastián, de Diego Levy que es un gran documentalista argentino. Quiero recalcar su paciencia, porque estar al lado mío, reconozco que es un poco denso (se ríe).

—¿Qué te interesó del proyecto?

—Que me siga a todos lados. Viajamos por el mundo, fuimos a Roma, estuvimos con (el Papa) Francisco, y él siempre atrás con la cámara, filmando imágenes insólitas. Y muestra un aspecto desconocido tal vez de lo que es la doméstica de la vida. Y después está la película Rock and Roll Cowboys, que es la de los Ratones, y estrenó en el Festival de Cine de Mar del Plata. Y estoy con mucha cosa. Estuve dos años haciendo un disco con Andrew Loog Oldham, un discazo que se va a llamar Biograma. Esto es una primicia mundial, ¿ves que hay cosas nuevas para decir?

—Pensando en eso de que el proyecto solista te saca del personaje y te da libertad, ¿te has sentido atrapado por el personaje Juanse?

—No, para nada. No sé si es porque tengo una amistad muy profunda con Spinetta, y a pesar de que fue traumático el desenlace, recibí tanto amor e instrucción por parte de él... Fue el primer artista en hacer un cover de los Ratones, grabó “Sucia Estrella” cuando hizo Los Socios del Desierto, una cosa que yo no podía creer; mi vieja me vino a despertar llorando a las tres de la tarde porque la estaban pasando por radio. Y componíamos en la misma línea de abstracción. Nosotros lo que nunca tuvimos ni tendremos es esa infección de la ideología en las canciones. Por eso se mantienen a través del tiempo, porque vamos directamente al intento de generar alegría en la gente. Lo más importante que tiene el artista es eso: generar esperanza, fuerza para darle para adelante, para que los chicos se entusiasmen y vean que todo es posible. Que vos con una guitarra podés hacer cualquier cosa.

—¿Esto de no dejarse infectar por la ideología, fue más difícil a partir de tu conversión religiosa?

—No, porque lo que no hay que hacer es ideologizar la fe, y la religión es fe. Cuando Jesús multiplica los panes por segunda vez, todo el pueblo de Israel se lo quiere llevar para coronarlo rey, y Jesús se escapa, renuncia al poder político para transmitir que no, que eso está en un plano inferior a todo lo demás. La Iglesia obvio es muy cuestionada porque es una estructura muy grande, y como en todos lados, hay buenos y malos. Ni hablar de los musulmanes, que tienen esta crisis de extremismos, con tipos que se inmolan por Alá. Entonces llegamos a un nivel de distorsión de las cosas, cuando los límites los marcás vos en tu interior. Yo tengo un límite. Cuando veo que hay mucha comida arriba de una mesa, yo dudo, porque ya estamos distribuyendo mal el alimento. Cuando vamos a estos eventos y hay tanta opulencia, y a dos cuadras hay gente que está pidiendo lo mínimo... Creo que en el siglo XXI tenemos la oportunidad de que eso se modifique, pero va a tardar. Entonces, ¿cuál es nuestra misión? Dar testimonio. A mí me cambió la vida y se lo adjudico a Dios, no a un sistema de gobierno. No estoy a favor de ninguno de los dos (partidos); voy a acompañar a los dos, cuando la mayoría elija.

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