Katy Perry: ¿quién es esa chica?

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Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo

Si no fuera por el despliegue que hubo ayer en el aeropuerto de Laguna del Sauce, el revuelo de camionetas y hombres "entrajados", altos y con caras serias, la llegada de una megaestrella internacional hubiese pasado desapercibida.

Uruguay será un país raro que parece estar distante de ciertos fenómenos masivos, pero esa extrañeza es siempre una virtud para famosos locales y extranjeros.

Y nada se le debe haber hecho más tentador a Katy Perry que un poco de paz en medio de unos días ajetreados. "The Prismatic World Tour", la gira que la trajo a Sudamérica, empezó en mayo de 2014 en Europa y continuó hasta mayo de 2015 con un breve impasse en enero. Perry acaba de retomarla: actuó en Perú, cerró el domingo en Brasil el festival Rock in Rio y este sábado desplegará su gran show en el Hipódromo de Palermo de Buenos Aires.

Aunque a muchos el trabajo de cantante pueda parecerles una nimiedad, a esta joven que en pocos días cumplirá 30 años la agenda la tiene saturada. Que Punta del Este quedara justo de pasada hacia su siguiente parada, hacía que aprovechar unos pocos días para descansar en sus playas fuera el mejor plan.

Perry, la estrella pop mejor paga del momento según la revista Forbes, llegó ayer en un avión mexicano al aeropuerto de Laguna del Sauce (ver recuadro). La imagen de su arribo fue bastante graciosa: de bata blanca a lunares negros y abrazada a su almohada, estaba lejos de parecerse a una empresaria que en el último año facturó 135 millones de dólares.

Esos 135 millones de dólares la convirtieron en la artista que más dinero ganó en los últimos meses teniendo en cuenta ventas de discos, regalías e ingresos de un tour que terminará el 18 de octubre en Costa Rica. ¿Pero quién es esta mujer que se coló entre las noticias uruguayas ayer?

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Aparición.

"Hasta mi madre la conoce", soltó ayer un lector, como si para los uruguayos el nombre de Katy Perry debiera ser archiconocido. Extrañamente, a pesar de su fama, su carisma y sus muchos éxitos radiales, en Uruguay la repercusión de Perry no ha sido tan fuerte como en otros puntos de Sudamérica.

Algún padre podrá leer estas líneas y pensar que son disparatadas; entre niños y adolescentes, Perry es una verdadera sensación. Su imagen está asociada a los vestidos de chupetines y pelucas multicolores que de inmediato captaron la atención de los más chicos, y la aparición de su hit "Firework" en Madagascar 3 la ayudó a cosechar todavía más seguidores entre esas generaciones.

Su perfil naif (parecido al de su archienemiga Taylor Swift) ayudó a posicionarla dentro de ese público, mientras que su lado más sexy le permitió sostenerse y evolucionar, no ser sólo un fenómeno infantil. La evolución de la figura de Katy Perry ha sido muy natural, y el hecho de que no haya protagonizado escándalos a lo Miley Cyrus o Rihanna (más allá de algunas cuestiones amorosas como su fallido matrimonio con el actor Russell Brand o la disputa con Swift, que le dedicó "Bad blood") la favorecieron.

Es que una de las virtudes de Perry es que desde que llegó a la cima, no "traicionó" a sus admiradores. Digamos que para una hija de padres predicadores cristianos que se inició en la música grabando un álbum de temática religiosa, saltar a la fama con una canción que habla de cómo besó a una chica y le gustó ("I kissed a girl"), puede considerarse bastante transgresor.

Pero aunque hayan pasado seis años desde "Hot N Cold", la californiana de ojos claros y rostro de princesa sigue siendo la misma chica ejemplar. Musicalmente, respetando las líneas del pop tradicional con reminiscencias de los ochenta, sin abusar de los recursos del hip hop y otras tendencias, ha logrado establecerse.

Perry es una máquina de hacer hits ("Roar" y "Dark Horse", por mencionar los más recientes), apoyada por los productores que apuntalaron su carrera desde 2008, Dr. Luke y Max Martin. Entre los tres generaron un equilibrio impecable que se aferra bastante a la fórmula del éxito, evitando riesgos innecesarios.

En cierto modo es una artista clásica: hábil y prudente en lo que hace, y con las armas para impactar sin tener que sorprender desde lo autoral. Perry le canta más que nada al amor —eterna musa— y enfoca toda su energía en estribillos pegadizos, materia prima indispensable de la música pop. Siempre, además, con videoclips que siguen la estética colorida del arte pop, sumando miles de millones de visitas en YouTube.

Además de lo musical, Perry entra mucho por lo visual y es uno de los fuertes de "The Prismatic World Tour", la gira que el sábado la tendrá tocando por Argentina y que incluyó en el medio el espectáculo del entretiempo del último Super Bowl (la final del campeonato de fútbol americano de Estados Unidos), que le dio un impulso tremendo a su carrera.

En medio de tanta vorágine, tantos éxitos y tantas actuaciones, Perry eligió Punta del Este para tomarse un descanso. Ayer, la delegación que la acompaña la llevó hasta el Playa Vik José Ignacio, un lujoso hotel que se ubica sobre la playa y tiene, entre otros detalles, una vista espléndida.

A la distancia, en la tarde de ayer, los fotógrafos vieron salir a una chica a jugar con unos lobos marinos que estaban en la costa. Rápidamente un séquito se apareció a su lado y la mantuvo a salvo de las miradas curiosas, lo que hizo suponer que se trataba de la estrella. Una estrella millonaria que eligió las playas de Uruguay para ser, por unos días, una chica normal.

Llegó de madrugada y se fue a José Ignacio.

Katy Perry llegó a las 02:00 del martes al aeropuerto de Laguna del Sauce en un avión privado con chapa mexicana, en pijama y cubriéndose el rostro con una almohada.

Cuatro camionetas la trasladaron a ella y a su delegación por la ruta Interbalnearia hasta la 12, para luego tomar la 9 hasta la 104, pasando por San Carlos rumbo al sur. Tras unos minutos llegaron a José Ignacio, destino final de la comitiva.

Perry y su equipo se alojaron en Playa Vik José Ignacio, una moderna construcción ubicada sobre la playa con una vista privilegiada y fuerte presencia de obras de artistas nacionales. Por una noche, la tarifa más barata es de 900 dólares, y la más cara de 1.800.

A la cantante y su equipo se los pudo ver disfrutando del sol, aunque abrigados por el fresco viento de la costa. La joven se relajó y se fotografió junto a unos lobos marinos que andaban por allí.

Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry en José Ignacio. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo
Katy Perry llegó a Punta del Este previo a su show en Buenos Aires. Foto: Ricardo Figueredo

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