Kevin Johansen repasa la historia de "Tú Ve", el disco de versiones que grabó en Montevideo

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Kevin Johansen. Foto: Leonardo Mainé.

ENTREVISTA

El músico dialogó con El País sobre "Tú Ve", el álbum que grabó en Uruguay bajo la producción de Juan Campodónico y que incluye colaboraciones de Jorge Drexler y Ruben Rada

"Una buena canción siempre es nueva. Nunca envejece”, dice Kevin Johansen y enseguida enfoca la mirada hacia la guitarra de golpe que reposa sobre la pared de estudio El Zorzal. “A ver esto... me dio curiosidad”, lanza con una sonrisa mientras toma el instrumento que parece ser propiedad de Jósean Log, el músico mexicano que está grabando su nuevo EP en el estudio delproductor Juan Campodónico. “Ah, tiene cinco cuerdas. Ni idea”. Sin embargo, no renuncia al desafío. La afina brevemente, rastrea los acordes sobre el puente y comienza a cantar “I’ll See You In My Dreams”, aquella canción de 1924 que luego revitalizaría Joe Brown.

Johansen, que pasó la mayor parte del día entre entrevistas y recorridas por Montevideo, se bebió dos tazas de café para mantenerse solícito durante su diálogo con El País. Sin embargo, mientras canta y rasguea el instrumento como si se tratara del ukelele de Brown, se lo percibe tan despierto como en cada uno de sus recitales. Marca el ritmo con el pie derecho, sonríe, juega con los matices y mira a los ojos de quien escribe como invitándolo a corear ese estribillo imborrable. “Es divino. ¿Cómo va a envejecer algo así? Esa atemporalidad es la que nos atrae a los cancionistas”, desliza con delicadeza antes de beber otro sorbo de café.

Y, justamente, esa es la intención de Tú Ve, el álbum de versiones y reversiones que el argentino nacido en Alaska grabó durante unas cuantas estadías en Montevideo. Como ya lo había hecho en Bi, el álbum de 2012 donde trasladó a “Modern Love” (de David Bowie) al country y a “Everybody Knows” (de Leonard Cohen) al tango más arrabalero, Johansen demuestra que si una canción es buena se vuelve irrompible. “Cuando está tan lograda es un placer abordarla con otro tamiz”.

Y en Tú Ve lo vuelve a demostrar con varios ejemplos enriquecedores. “Perfect Day”, de Lou Reed, se transforma en una cálida zamba grabada junto a su hija Wiranda; “Heaven”, de Talking Heads y que versiona en español, muta hacia una milonga con arreglos de cuerdas a lo “Guitarra Negra”, de Alfredo Zitarrosa; y “Suzanne”, de Leonard Cohen, adquiere un pulso candombero en la versión registrada junto a Jorge Drexler. Es el álbum más íntimo de su carrera y el que mejor sintetiza el espíritu libre y ecléctico de Johansen.

“Este era el disco que me hacía falta”, asegura. “Tiene algo de desconectar con el algoritmo de la información para reconectar con mi esencia. Grabarlo me llevó a pensar por qué hago esto, y la respuesta que encontré es que se trata de la ambición por conectar con el otro. Realmente no importa si la canción es propia”.

Pero Tú Ve no solo se trata de encuentros musicales. También representa el reencuentro del argentino con la ciudad que supo habitar brevemente durante su adolescencia (ver recuadro). “Volver a Montevideo después de tanto tiempo me hizo muy feliz”, comenta. “Me venía cuatro o cinco días para grabar y me reencontré con el ejercicio de ir a la rambla y tomar aire antes de entrar al estudio. Me hizo muy bien”.

kevin johansen

Postales de una temporada viviendo en Malvín

Apenas unas horas antes de su encuentro con El País en el estudio El Zorzal, Kevin Johansen estaba almorzando en un restaurante de Malvín, el barrio donde vivió entre los 13 y los 14 años y al que décadas más tarde le dedicaría “Fantasma de Carnaval”, un grito de guerra murguero que fue parte de Logo, su disco de 2007. El músico todavía recuerda unas cuantas postales de su temporada viviendo en la avenida 18 de Diciembre: la rambla frente a la Isla de las Gaviotas, los días de pesca y hasta las idas al almacén de Washington Ramos.

Según relata, llegó a Uruguay cuando su madre —cuyo retrato aparece en la portada del disco doble Bi, de 2012— consiguió un trabajo como profesora de literatura inglesa y española en el colegio British de Carrasco. Su etapa en Montevideo tiene una carga especial porque fue aquí donde consiguió su primera guitarra, que se la mandó un tío desde Argentina.

“Yo venía de hacer seis meses de sexto grado en Buenos Aires y antes había estado en San Francisco (en Estados Unidos). Me acuerdo que en ese tiempo en Argentina tenía un poco de vergüenza porque algunos pibes porteños me hablaban de Hollywood, de Walt Disney y de las All-Star que usaba, y otros me pasaban por al lado y me decían:‘Yanqui, go home’.

Entonces, cuando vine a Montevideo y jugaba al fútbol con 20 botijas me daba fiaca decir que era de Alaska, entonces les contaba que era de Buenos Aires. Así que pasé a ser ‘El porteño”, relata con una sonrisa. “Era todo muy buena onda y cuando ya agarré confianza, les dije la verdad: ‘En realidad soy de Alaska’. Como no me creían, me los llevé a los 20 a casa y les mostré mi pasaporte gringo. Apenas lo vieron, desde el fondo uno me gritó:‘¡Debe ser falso, porteño mentiroso’!. Ese día descubrí la rivalidad entre Argentina y Uruguay (risas)”.

Tal vez sea por eso que los guiños a Uruguay que habitan el disco resultan tan naturales. Además de su lectura milongueada de “Heaven”, Johansen transportó su traducción de “Oração Ao Tempo” (de Caetano Veloso) al mismo terreno. “Tiene un lindo Zitarrosismo”, describe. Lo mismo sucedió con su colaboración con Jorge Drexler en la candombeada “Suzanne” y en la mántrica versión de “El Tungue Lé” (de Eduardo Mateo) que comparte con Ruben Rada. A eso hay que agregarle la influencia de Juan Campodónico, que produjo el álbum y sugirió el abordaje minimalista y cercano que sobrevuela a las 11 canciones.

El origen de Tú Ve se remonta a la seguidilla de tres shows de guitarra y voz que Johansen ofreció en noviembre de 2020 en La Trastienda. Tras un breve intercambio en un festival de Eslovaquia del que el uruguayo participó con Bajofondo y de alguna que otra charla en algún recital de Drexler, en una de esas noches en La Trastienda Johansen tuvo un largo diálogo con Juan Campodónico que devino en la idea de trabajar juntos. “Siempre me gustó la música de Kevin y su estética me parece cercana. Entonces, cuando nos pusimos a charlar me fui muy contento; pensé en lo agradable que iba a ser compartir un proyecto con él”, comenta el productor.

Juan Campodónico y Kevin Johansen. Foto: Leonardo Mainé.
Juan Campodónico y Kevin Johansen. Foto: Leonardo Mainé.

Johansen, por su parte, define al uruguayo de la siguiente manera: “A Juan le digo ‘Camposónico’ porque tiene un universo muy suyo que me atrajo enseguida. Los elementos sonoros que maneja son muy amplios y de un buen gusto notorio. Y a eso se le suma su cruza hermosa y medio intangible entre tracción a sangre y tecnología que es muy interesante y que aparece en el disco”.

Además, le adjudica la presencia más significativa del álbum: la de David Byrne, quien aportó su voz a “Last Night I Was Dreaming With You”, la versión en inglés de “Anoche soñé contigo”, uno de los mayores éxitos de Johansen. “Yo estaba pudoroso con el ídolo porque tenía miedo de cometer una torpeza, pero Juan lo encaró y su respuesta fue muy amorosa”.

Y el argentino no exagera, porque la propuesta de Campodónico al exlíder de Talking Heads fue respondida con un simpático mail titulado: “20 canciones que amo de K.J.”. “Cuando leí ese mail precioso dije: ‘¡Este señor me está matando de amor!’”, recuerda con una carcajada.

Last Night I Was Dreaming With You” —que fue grabada entre Montevideo y Nueva York, y que incluye un sutil pero encantador guiño a “Heart Of Glass”, de Blondie— es una de las tres reversiones del repertorio de Johansen que forman parte de Tú Ve. Las otras dos son “Desde que te perdí”, que primero se publicó en City Zen (2004) y que adquirió tintes flamencos gracias al fino aporte de la española Silvia Pérez Cruz; y, justamente, “Tú Ve”, del álbum Algoritmos (2020), que reimaginó junto a la mexicana Natalia Lafourcade.

Esa canción —que, además de la participación de Campodónico, incluye a los uruguayos Pablo Bonilla, Nicolás Arnicho y Roberto Rodino—, se comenzó a grabar en El Zorzal y se completó en el estudio que Lafourcade construyó en Veracruz, su ciudad natal. “Trabajar con Natalia es muy fácil”, asegura sobre ese cautivador "vals latinoamericano". “El arte la atraviesa y maneja un nivel de entusiasmo infantil y casi lúdico que hizo de la canción algo muy mágico”.

El abordaje cálido de Tú Ve es una especie de respuesta a los tiempos adversos. “Cuando hacía mis shows en streaming recuerdo que estaba andando en bici y me puse a pensar: ‘Estamos en una pandemia y estoy negando la realidad’. Pero un rato después, con las endorfinas que te da el ejercicio, dije: ‘No, solo estoy tratando de transformarla en algo mejor’. Y Tú Ve representa esa búsqueda’”.

"tu vé"

El valor de cantar con su hija

“Me llena mucho queWiranda (su verdadero nombre es Miranda) esté disfrutando de su carrera en la música”, comenta Kevin Johansen sobre la artista que ya lanzó los interesantes EPs Fata Morgana (2019) y Envoltorio (2020), y fue parte de la última edición del festival Lollapalooza Argentina. El intercambio musical entre padre e hija tuvo su primer registro en 2004, cuando a los siete años ella cantó los coros de “Everything Is (Falling Into Place)”, del disco City Zen; luego, en 2016, cantaron a dúo “Es como el día”, que abría Mis América Vol 1/2. Ahora, en Tú Ve comparten en tres canciones:“Oración al tiempo”, “Cielo” y “Perfect Day”. Sobre esta última, dice: “La letra habla de compartir un día más allá de nuestras imperfecciones, y cantarlo con mi hija adquiere una connotación distinta”.

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