Es una experiencia distinta la que propone Gloria Carrá quienen su regreso a Uruguay con, adelanta, una faceta nueva, diferente a la que acostumbra mostrar.

Ahora, la argentina de rulos rubios, ojos celestes y amplia sonrisa que ha sido cara conocida de la televisión en los últimos 40 años y estuvo en noviembre junto a Paola Krum y Julieta Díaz con la obra Las irresponsables, llega mañana a las 21.00 a Sala Zitarrosa con su banda, Coronados de Gloria.

Se presentan en el marco del ciclo Marea (entradas por Tickantel a 500 pesos) y que servirá como excusa para celebrar los 10 años de la banda de Carrá. Ana Prada será la artista invitada.

Carrá inició su reconocida carrera cuando tenía 10 años. En ficciones como Señorita maestra, Los otros y nosotros, La banda del Golden Rocket, Alta comedia, Poliladron, Verano del 98, Patito Feo o Argentina tierra de amor y venganza ha mostrado distintas facetas como intérprete, aunque dice a El País que la música siempre fue su pasión.

Foto: Difusión.

Comenta que le llevó tiempo ganar confianza para presentarse como cantante. Para lograrlo comenzó a hacer musicales, primero Qué será de ti en el Cabaret del Maipo que protagonizó junto a Antonio Birabent y donde interpretaban a una pareja cuyo relato se conocía a través de canciones.

“Le pedí a Javier Daulte, el director de hacerlo porque quería ver qué pasaba, si podía cantar en público. Obvio que no le dije eso. Le dije: ‘hagamos un musical, pequeño’, y fue hermoso. Y creo que más que falta de confianza, lo que tenía era miedo”, comenta entre risas.

Luego de esa experiencia, en 2010, comenzó a componer, y con las primeras presentaciones, esos miedos desaparecieron.

“Creo que cuando empecé a tocar mis canciones, muy tímidamente, y a la gente le empezaron a gustar, empecé a tomar más confianza. Tengo una banda hermosa con unos músicos increíbles, así que está todo dado para que pueda hacerlo”, dice.

A fines de 2013 se fundó Coronados de Gloria con esas letras que había hecho Carrá, quien además de la voz, aporta guitarras y ukelele; en percusión está Colo Belmonte, en guitarras Pedro Jozami, en vientos y teclado Christian Terán y en los bajos, Lisandro Etala.

Foto: Difusión.

El primer disco de Coronados de Gloria, Sagrado fue compuesto por Carrá. “Por lo general soy la que escribe las canciones y los chicos embellecen con todo lo que después le ponen”, dice y agrega: “A mí me gusta todo en la música, desde componer hasta ir a grabar, y cantar en vivo me encanta”.

En 2019 lanzaron su segundo disco, Bruja. Y en este tiempo, Carrá ha entendido que lo que le gusta de subirse a un escenario a cantar, es que puede hacerlo ella, no un personaje.

“Estoy ahí con mis canciones, con la banda, y la verdad que la paso increíble”, comenta.

—Empezaste a actuar siendo una niña. ¿Te arrepentiste haber empezado tan chiquitita?
—No me arrepiento de nada de lo que pasó en mi vida. Todo me trajo hasta acá.

—Cuando empezaste todo era como un juego.
—Sí, y sigue siendo un juego. Si se pierde eso, para mí ya es aburridísimo. Más allá de que uno lo tome con seriedad, es jugar y creer que estás haciendo eso. Me tocó en un momento salir en Telejuegos y hablar con un robotito, y al momento de estar ahí, me lo creía. Más allá de que sabía que había un hombre que lo manejaba y todo, en el momento me creía todo lo que pasaba.

—Además de actriz y cantante, sos madre de Ángela Torres y Amelia Cáceres, quienes también siguieron por la actuación y la música. ¿Les diste algún consejo cuando quisieron empezar?
—Ángela siguió los pasos no solamente como actriz, también como cantante, y Amelia también. Les dije que se iban a perder cumpleaños, pero no importó nada. Angela solo quería estar en las tablas del escenario y Amelia redisfrutó grabar El fin del amor (la serie con Lali Espósito para Prime Video). El otro día me decía qué pena me da el haber terminado las grabaciones. Salieron las dos con el alma artística.

—En tu carrera has hecho muchas veces de mala. ¿Te gusta?
—Sí, me encanta. Me divierte mucho, es más divertido. Es increíble, porque debería ser la buena, la dulce, ¿no?, más un estereotipo.

ALEJANDRA LOPEZ

—Has tenido una carrera muy conocida y también una vida bastante pública. ¿Cómo fue crecer así, en el ojo público?
—La gente sabe de mi porque desde chica trabajo y conocen mi vida, pero también soy reservada, y hay mucho respeto hacia eso. Nunca fui mediática, una actriz que cuenta todo, aunque es inevitable. Te conocen, saben quién es tu pareja, por tus hijos, tu madre, y van enterándose. Sino me tendría que haber aislado, pero creo que al haber empezado de pequeña, hay un respeto.

—Los actores trabajan muchos meses hasta que se termina la filmación, y después hay meses de espera sin trabajo. ¿Cómo se manejan esos tiempos?
—Por el lado económico es bastante inquietante. Hay mucha incertidumbre, sobre todo ahora que nadie sabe ni actores ni mecánicos. Pero por otro lado estoy más para pausar que para seguir como actriz. No tengo tantas ganas. Antes lo hacía sin parar y ahora hacer una tira me cansa. Si bien cuando me encuentro con el personaje me divierte y le pongo todo, es cansador. Más después de haberlo hecho toda la vida. Si pudiera haría el personaje que me gusta, de vez en cuando. Pero para eso debería vivir de una herencia o algo así.

—¿Qué es lo que vamos a ver en la Zitarrosa?
—Tengo una banda hermosa y amo nuestras canciones. Se pasa por un montón de de géneros y de estados musicales y, no sé cómo será la Zitarrosa, pero por lo general, terminan parados bailando. Nosotros nos llevamos muy bien y hay mucha química en el escenario, entonces es muy divertido el show, mientras que las canciones cuentan historias.