The New York Times
Un tribunal de apelaciones estadounidense dictaminó que la canción de Ed Sheeran de 2014, “Thinking Out Loud”, no es un plagio de la canción de Marvin Gaye “Let’s Get It On” (1973).
En una decisión de 28 páginas, un panel de tres jueces ratificó la sentencia de un tribunal inferior, que establecía que el derecho de autor de “Let’s Get It On” estaba limitado a la partitura básica que los editores de la canción depositaron en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos.
Los jueces concluyeron que otros elementos musicales presentes en la grabación de la canción, como las partes de guitarra y batería, así como su distintiva línea de bajo, no estaban protegidos por derechos de autor.
Argumentos del fallo a favor de Ed Sheeran
También rechazaron los argumentos de Structured Asset Sales, una empresa de inversión en música que posee un 11,11% de interés en “Let’s Get It On”, que sostenía que el patrón de cuatro acordes de la canción era lo suficientemente original como para tener derechos de autor. Los jueces señalaron que no solo es un patrón común en muchas canciones, sino que la “selección y disposición” de los acordes en un patrón sincopado tampoco era original.
“Los bloques de construcción básicos de la música, como notas, ritmos y acordes, generalmente no son protegibles por derechos de autor”, escribieron los jueces.
La apelación fue seguida de cerca por muchos académicos de derechos de autor, quienes han señalado que la regla de la “copia depositada”, que limita la protección de obras más antiguas a lo que fue escrito en papel en lugar de lo grabado en un estudio, ha quedado obsoleta en comparación con cómo se crea música en la era moderna. Esta norma fue establecida por la Ley de Derechos de Autor de 1909.
“Está completamente desconectada de la práctica real de creación musical”, comentó Joseph P. Fishman, profesor de Derecho.
El caso y los antecedentes
El caso llevado a juicio el año pasado fue presentado por los descendientes de Ed Townsend, coautor junto a Gaye de “Let’s Get It On”. Una disputa clave durante ese caso fue si el “alcance” del derecho de autor en “Let’s Get It On” -es decir, qué partes de la canción estaban protegidas por ley y cuáles no- debía definirse únicamente por la copia depositada o si los jurados también podían considerar elementos adicionales de la famosa grabación de Gaye.
El juez de distrito, citando un caso similar en California sobre “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin, dictaminó que solo las notas escritas en la copia depositada formaban parte del derecho de autor.
Una revisión de la ley de derechos de autor en 1978 permitió a los compositores presentar una grabación para su registro, pero esto no aplicaba para “Let’s Get It On”.
Los abogados de Sheeran también argumentaron durante el juicio que el patrón de acordes sincopados de “Thinking Out Loud” era anterior a “Let’s Get It On” y lo suficientemente genérico como para no estar protegido por derechos de autor.Por tanto Sheeran y su colaboradora Amy Wadge salieron victoriosos en esta instancia.
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