Por Rodrigo Guerra
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"Ando recién llegado del estudio”, es lo primero que comenta Pablo Tamagnini durante su videollamada con El País. Se conectó 20 minutos tarde y, desde la cámara de su celular, pide disculpas por el retraso. “Estuvimos grabando algo, como siempre. Hay que moverse, hay que moverse”, agrega. La noche anterior publicó una historia de Instagram que lo mostraba componiendo junto a un mensaje que decía: “Por estos lados no se descansa”.
Si se quiere comprender la clave detrás del éxito de La K’onga, el grupo de cuarteto que Tamagnini encabeza junto a los cantantes Nelson Aguirre y Diego Granadé, es el ritmo vertiginoso de trabajo lo que los llevó a hacer historia. El año pasado agotaron 10 funciones en el Gran Rex y otras tres en el Movistar Arena; este sábado actuarán frente a 45 mil personas en el Estadio de Vélez Sarsfield con un show que fue sold out en enero. Dos días antes, o sea mañana, debutarán en Montevideo con un recital en el Antel Arena (Tickantel, $ 1.400 a $ 2.500).
Es posible que su nombre resulte nuevo para el público uruguayo, pero, en realidad, La K’onga ya cuenta con un largo camino recorrido. Tiene 20 años y 20 discos, y en 2005 sonó sin descanso en las pistas de baile locales gracias a un remix de “La cabaña” a cargo de Suena DJ.
Tamagnini, que saltó a la fama en 2003 cuando quedó segundo en el reality show Operación Triunfo, entró a la banda en 2013 y le dio un nuevo aire. Pero fue en 2020, justo en la primera etapa de la pandemia, cuando La K’onga logró su salto definitivo. “Se suspendieron las giras, pero no nos podíamos quedar quietos”, relata el cantante. “Pensamos que si no podíamos encontrarnos con el público, entonces íbamos a tratar de aportarle nuestro granito de arena a la gente con lo que mejor sabemos hacer: regalar música y alegría”.
Por eso, en abril de 2020 —cuando Argentina atravesaba su primer mes de cuarentena obligatoria— se embarcaron en su proyecto más ambicioso. “Duplicamos el trabajo en el estudio, en las redes y en YouTube, y todos los viernes publicamos un tema nuevo con un video”, relata. Para fin de año ya habían lanzado 42 canciones.
“Fue un esfuerzo sobrehumano porque estábamos todos hacinados en nuestras casas y trabajábamos como podíamos; es más, el videoclip de ‘El mismo aire’ lo hice con el mismo celular con el que estamos hablando ahora”, dice, entre risas.
A ese exigente ritmo de trabajo se le suman varios shows en streaming y la salida de El mismo aire, que durante meses fue el disco más escuchado de Spotify en Argentina. “Acá, en Córdoba, las penas se bailan, como decimos nosotros. Es verdad que a veces cantamos letras tristes, pero le ponemos un ritmo alegre para regalar optimismo. Creo que la gente se dio cuenta de eso y hoy nos apoya incondicionalmente”, celebra. “La familia K’onguera se está haciendo cada vez más grande”.
En 2021 salieron de gira por toda Argentina y publicaron Universo paralelo, que se convertiría en el álbum más exitoso de su carrera. La canción que le da nombre es una versión cuartetera de un tema que Nahuel Pennisi publicó en 2020. El tema fue un hit instantáneo y hoy acumula 85 millones de reproducciones en Spotify. A finales de año estrenaron una versión en vivo grabada en Luna Park que tiene otras 125 millones de visualizaciones en YouTube.
Luego, en abril de 2022, presentaron 10 funciones agotadas en el Gran Rex. “Esos recitales fueron un antes y un después en nuestra historia”, asegura Tamagnini. “La gente de Capital nos venía abrazando desde hacía tiempo, y esa fue nuestra consagración en Buenos Aires”. Meses más tarde celebraron aquel acontecimiento con la publicación de Sin límites, un álbum que reúne nueve de las canciones que cantaron junto a artistas invitados. La lista incluye a “Yo no te pido la Luna”, con Sergio Dalma, “Somos lo que fuimos” junto a Axel, y “Cinco minutos” y “Mira” con Lucas Sugo.
Ese fue el primero de tres encuentros con artistas uruguayos. Luego le llegaría el turno a “Ya no llora”, que grabaron en vivo con Márama, y a “Latidos”, el tema insignia de Matías Valdez. Este último, lanzado en enero, ya lleva 13 millones de reproducciones en YouTube.
Al respecto de estas colaboraciones, Tamagnini comenta: “Nosotros creemos que la música se comparte, y hemos tenido la suerte de trabajar con artistas como Matías Valdez, con quien pegamos onda. Nuestro género está abierto a hacer este tipo de encuentros porque es un estilo en crecimiento y es casi un bebé para el resto del mundo”.
Esa es otra clave del éxito de La K’onga: con el cuarteto como bandera saben cómo adaptar a sus códigos estilos como la cumbia, el trap, el pop, el rock y hasta el folclore. “Nuestro género tiene más de 75 años, pero el mundo recién lo está descubriendo. Sin embargo, la gente se siente cómoda con nuestra música porque tiene mucho del candombe y el merengue, y algo de la chacarera y el pasodoble. Entonces, de cierta manera, se sienten identificadas con nuestra música que tiene un sabor distinto: el de Córdoba capital”, detalla.
Con todo este trabajo detrás es que La K’onga llegará mañana al Antel Arena. “Estamos felices de llegar a Montevideo porque ya hemos tenido algunas experiencias muy buenas en el interior, y siempre tuvimos a Uruguay como nuestro primer objetivo para empezar a vernos como artistas internacionales”, asegura.
Sobre el repertorio del show, dice: “No puedo spoilearles mucho, pero si hay algún artista uruguayo que lee la nota y se quiere sumar, aunque sea con un fernet para escuchar cuarteto en vivo, está más que invitado. Queremos llevarles nuestra cultura y nuestra forma de ver las cosas. Somos gente del interior argentino que está soñando fuertísimo y que ahora está llegando a lugares que ni siquiera había imaginado”.
El del Antel Arena será apenas el primer gran paso del grupo para 2023. El sábado se presentarán en el ya nombrado Estadio Vélez de Buenos Aires (“todavía no tuve tiempo de asimilar lo que está por pasar”, revela) y luego se sumergirán en una gira que hasta junio tendrá paradas en Bolivia, Chile, Estados Unidos, España, Irlanda y Reino Unido. “Nuestra música sigue conquistando lugares y tenemos muchas ganas de hacerlo crecer”.
Pero antes de todo esto, Tamagnini se toma un momento para hacer balance del camino recorrido: “Somos un grupo incansable y tipos laburantes e hijos de obreros que están cumpliendo un gran sueño contra todo pronóstico. Creo que esa alegría y agradecimiento se nota en el escenario porque, en total, somos 11 artistas dándolo todo. Atravesamos la pandemia con la frente bien en alto y defendiendo la música que amamos, y siento que ahora llegan los frutos de tanto trabajo”.