Entre todos los rasgos identitarios que posee Uruguay a nivel cultural, el estilo como intérprete que tenía Washington "Canario" Lu-na es uno de ellos. Su forma de cantar, la voz nasal, el desgarro en la palabra expresada, son marcas a fuego en la memoria colectiva.
Bizarro publicó A puro pulmón, un compilado de registros en vivo que recopiló el pianista Alberto Magnone, la mayoría grabados durante la gira de la Vuelta Ciclista de 1997, que tienen valor testimonial. Es recomendable, especialmente para los memoriosos del género.
Especialmente inmortaliza la química que surgía entre el artista y el público una vez comenzado el espectáculo, porque además, Luna apostaba a la comunicación espontánea. Muy lejos de subir al palco con el guión preestablecido, se despachaba con bromas insólitas, narraba anécdotas y hasta rifaba cosas inexistentes.
Ese ambiente festivo está reflejado en A puro pulmón, que incluye 12 canciones y comienza con el bolero "No la quiero más" de Alberto Mastra.
Sigue con el que fue uno de sus temas más emblemáticos, "Brindis por Pierrot", de Jaime Roos, con quien terminó peleado públicamente por motivos que ninguno de los dos quiso explicar demasiado.
De hecho en la película Hit, Luna expresa: "¿Jaime Roos? No sé quién es".
Sin embargo el encuentro artístico entre ambos —dos íconos de la cultura popular uruguaya— fue tan fuerte, tan intenso y productivo, que más allá de los desacuerdos a nivel personal que pudieron haber existido, la obra plasmada resulta indivisible y fundamental. Es así que en el compilado hay más de Roos: "Que el letrista no se olvide" (donde el Canario reclama una canción para su barrio natal Villa Española) y "El grito del Canilla" (que tiene letra de Raúl Castro). En este sentido homenaje, a ritmo de murga y candombe, la emoción es lo que atraviesa el disco. Es el elemento que hace el efecto de maceración y se impone por encima de las imperfecciones propias, en materia de sonido, que ofrecen las grabaciones recuperadas de conciertos como este, que corrieron el riesgo de quedar en el olvido y no fueron pensados para lanzarse al mercado.
Los músicos que acompañaron al "Canario" en esas instancias fueron Andrés Recagno en bajo, Gustavo Etchenique en batería, Carlos Quintans en guitarra, Alberto Magnone en piano, Álvaro Kerber, Luis Giménez y Fernando Larraméndez en tambores y Marcelo Iribarne, Tomás Vera y Daniel Núñez en coros.
El disco, que contó con apoyo del Fondo Nacional de Música para su publicación, viene en una funda de cartón austera y a dos tintas, en blanco y negro.
Cuando se llega a la canción nueve y es momento de escuchar A mi gente, La Flota y Borracho pero con flores de José Carbajal, El Sabalero, se da un encuentro invaluable entre el homenajeado y otro cantautor fundamental que falleció un año después que él. "Esto que viene se lo pedí a un amigo, a un compañero, le dije de esta forma: Saba, ¿me dejás cantar alguno de tus temas? Lo voy a hacer lo mejor posible, si vos querés. Y él me dijo: ¡Dale, arriba Canario!", comenta en la grabación. El álbum también incluye "Don Valentín", "Negro Jefe", "No me manden flores", "Saludo a los barrios"y una selección de retiradas.
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“A puro pulmón” reúne grabaciones recuperadas por Alberto Magnone