Crítica
El virtuoso quinteto de Boston acaba de publicar "Obviously", un album donde hay tonos de jazz, funk y soul
Compañeros del New England Conservatory de Boston, los Lake Street Dive muestran desde hace 15 años, un pop elegante y muy prolijo que combina funk, soul y jazz. Uno de los atractivos es la voz de Rachael Price, que combina potencia y ternura al servicio de un repertorio de melodías interesantes y arreglos pegadizos.
Una novedad que ayuda en Obviously, su nuevo disco, es el aporte de Mike Elizondo, un productor estrella que acá sabe cómo sacar lo mejor de este pop contemporáneo al que, además, el pianista Akie Bermiss le da un aire jazzero que cierra el paquete de la mejor manera. Canciones como “Hypotheticals” o “The Bridge” por nombrar dos números fuertes, son prueba de una banda que sabe cómo tocar y lo usa para un fin así de noble.