Son contados con los dedos de la mano los fanáticos que pagan la entrada para un recital y tienen la dicha de hacer un dúo con su ídolo. Vladimiro Pérez (30) es uno de esos pocos afortunados, y por eso el 20 de abril de 2015 quedó marcado a fuego en su memoria. Aún le cuesta caer que aquella noche irrepetible, en el Parque Central, Romeo Santos lo haya invitado a subirse al escenario para cantar "Angelito" y "El perdedor", dos clásicos de Aventura.

La seguidilla de imágenes que invaden su cabeza cuando retrocede hacia esa velada para intentar recrear la escena son tan emotivas como difusas. No acreditaba lo que sucedía. Estaba disfrutando en primera fila junto a Noelia Rolando y Camila Yaguno, dos amigas que había conocido gracias al club de fans de Romeo Santos y cuya historia conoceremos más adelante. Apenas ellas escucharon que el rey de la bachata pidió hombres del público dispuestos a cantar con él, hicieron tal escándalo que hipnotizaron al músico y beneficiaron a su amigo, que se llevó el mejor recuerdo.

"Fue algo loco porque no me lo esperaba, uno no va preparado para que un artista lo haga subir al escenario frente a tanta gente. No hay forma de expresar esa sensación porque fue algo loco", cuenta este fanático a El País, nueve años después.

Pérez, que no se caracteriza por su talento vocal ("no puedo cantar ni el 'Arroz con leche'", confiesa), no dudó un segundo y le dio para adelante, a pesar de que temblaba como una hoja.

"En ese momento, Romeo canta la primera parte, yo lo sigo y me hizo burla. Fue una locura. Se pasó tan bien", recuerda. Y continúa: "Me puse tan nervioso que me olvidé de la letra en la segunda canción".

A horas de que Aventura haga su concierto despedida en el Estadio Centenario este sábado 26 de octubre, Pérez está ansioso y asegura que se volvería a subir para cantar, pero más preparado.

Y cuenta: "De mi trabajo vamos a ir 11. Fui el primero en sacar la entrada. Uno de los dueños de la cafetería donde trabajamos estaba preocupadísimo porque no tiene gente, y es un sábado. Pero eso es lo que mueve Aventura".

La gira final de Aventura es la excusa para conocer la historia de Noelia Rolando y Camila Yaguno, dos primas de 28 años que fundaron el club de fans de Romeo Santos en Uruguay, hicieron amigos gracias a esta pasión, conocieron a los músicos y vivieron momentos de película.

El verano de 2014 fue especial para las primas Noelia Rolando y Camila Yaguno. Algunos proyectos las llevaron a convivir más tiempo, y el lazo entre ellas se fortaleció mientras pasaban noches enteras escuchando clásicos de Aventura y temas de Romeo Santos como solista.

Así se les despertaron las ganas de formar el club de fans de Romeo Santos en Uruguay. Se comunicaron con un club de México para asesorarse y se convirtieron en sede oficial: les hicieron un logo y les dieron indumentaria y acreditaciones.

El primer paso, cuentan, fue crear una página de Facebook que llegó a tener 4.000 seguidores, pero por motivos que desconocen, despareció y no pudieron recuperarla. En paralelo, armaron una cuenta en Instagram que hoy trepa los 1.100 seguidores, y la usan para hacer comunicados especiales y difundir material de su ídolo.

Los integrantes del grupo real y activo de ocho fanáticos que no se pierden una sola movida se conocieron hace 10 años gracias a su amor por Aventura y Romeo Santos, y hoy son grandes amigos.

Muchos de ustedes se deben de preguntar qué implica mantener vivo este grupo. En diálogo con El País, Rolando despeja la duda: "Es apoyar todo lo que haga. Romeo salió en la película Rápido y Furioso y nos juntamos todos para ir al cine. Sale una canción y se le da difusión".

Años atrás, se reunían todas las semanas para hablar de Romeo, comer algo rico y organizar movidas solidarias. Un Día de la Madre salieron a repartir flores de papel hechas a mano y tarjetas con frases de la canción "Amor de madre".

Cada cumpleaños de Romeo Santos (el 21 de julio) se reúnen para celebrar y pasan tardes enteras editando las fotos y videos que reciben de otros fanáticos para repostear e intentar llegar a su ídolo.

No han obtenido respuesta de Romeo Santos y son conscientes de que es casi imposible que eso suceda: el músico tiene 23 millones de seguidores y recibe infinidad de mensajes. Sin embargo, cuando pisó Uruguay como solista en 2015, las primas decidieron hacerle llegar una canasta que incluyó vinos, tés y cafés.

Ese 20 de abril de 2015 fue maratónico. Se acercaron con remeras, acreditaciones y banderas al Hotel Radisson, donde se hospedaban los músicos de la banda (desconocían dónde se alojaba Romeo Santos), montaron guardia y lograron cruzarse con ellos, sacarse fotos y darles el regalo.

"Fueron muy amables, pasaron rato conversando con nosotras y les entregamos la canasta", cuenta Rolando. "Tenemos la ilusión de que le llegó, pero desconocemos si pasó", afirma Yaguno.

El siguiente desafío fue conseguir entradas para los fanáticos que no tenían. La suerte estuvo de su lado y mientras esperaban que llegara la camioneta que llevaba a Romeo Santos al Parque Central, se encontraron con Ed Pou, tío del ídolo fallecido durante la pandemia a causa del covid.

"Bajó a saludar con la intención de ayudar. Incluso nos preguntó cuántas queríamos. Y no era cualquier entrada, eran VIPs. Nosotras habíamos comprado tercera fila y gracias él lo vimos desde la primera", cuenta Rolando.

Foto: Difusión

Para este show despedida y en su afán de ayudar, las primas se comunicaron con Joel Liberato, músico de Aventura con el que mantuvieron contacto, para que un fan pueda proponerle matrimonio a su novia arriba del escenario. En principio les dijo que sí, pero resta coordinarlo.

Yaguno, en tanto, no planeaba ir al concierto de Aventura debido a un "tema económico", ya que las entradas VIP valen $ 8.000. "Era muy importante para las dos ir juntas por última vez porque es un grupo que nos unió mucho, pero no podía acceder", dice. Su prima, sin embargo, decidió sorprenderla y compró las entradas para las dos. "No imaginaba ir a este concierto sin ella", dice Rolando. "No podía ir sola".