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Los 10 años de Marama, la banda que ya llenó de música los veranos y ahora quiere descolocar al público

El grupo encabezado por Agustín Casanova se presentará el 12 y 13 de julio en el Antel Arena para celebrar sus 10 años. En la previa, la banda dialogó con El País y brindó detalles del espectáculo que marcará un punto de quiebre.

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Marama.
Foto: Ignacio Sánchez.

"Va a ser un punto de quiebre”, asegura Agustín Casanova y el resto de sus compañeros asiente. “Estoy seguro de que, por primera vez, nuestros amigos, familiares y los que nos siguen desde hace 10 años van a decir: ¿qué está pasando acá?’", afirma. Pablo Arnoletti, baterista de Marama, se ríe con confianza: “Quiero ver la cara de la gente cuando nos vea salir al escenario”.

Es miércoles 15 de mayo, y el grupo de cumbia pop está reunido en el Mercado Gastronómico de Tres Cruces. Es mediodía y hace un rato se anunció que se agotó su concierto del 13 de julio en el Antel Arena. Ahora se sumó una segunda fecha para el viernes 12. “Va a ser uno de los shows más importantes para nosotros porque el Antel Arena es un lugar sagrado para los artistas”, dice el frontman. “Siempre que anunciás un concierto te viene esa incertidumbre de si vas a llenarlo o no. Entonces, enterarte de que se agotaron las entradas y que además vas a hacer otro show, te llena de felicidad y agradecimiento”.

Las funciones en el Antel Arena tendrán doble objetivo: celebrar los 10 años de Marama —que se cumplieron el 14 de junio— y, tal como anunció Casanova, presentar una nueva cara del grupo. Para que la experiencia sea completa, Arnoletti recomienda llegar, al menos, media hora antes del inicio de cada show. “Va a haber una serie de hechos puntuales que son tan sorpresa que incluso yo no sé bien qué va a pasar”, dice con una carcajada. “Pero según lo vende Agus, van a ser cosas entretenidas. Así que no se lo pierdan”.

Casanova, que también se desempeña como coach en la nueva temporada de La Voz Uruguay, no quiere arruinar la sorpresa. Sin embargo, accede a revelar algún detalle. “Antes nosotros teníamos como tema el verano y usábamos las palmeras y el ukelele en los shows... Bueno, ahora sacamos todo para transformar a la banda”, comenta. “Nos parece divertido quebrar nuestra imagen a la vez que nos animamos a subir un escalón a nivel profesional para que este sea un show realmente internacional”.

Cuando se trata de invitados, Casanova no se arriesga a decir nombres —“las agendas son complicadas”, se justifica—, pero sí asegura que “los cumpleaños son con invitados... siempre”. Por lo pronto, comenta que todos los que participan del proyecto de reversiones de su repertorio son bienvenidos. La lista es larga, así que seguramente habrá varias figuras en la vuelta.

Tal como lo revelaron a El País en 2023, el grupo está en medio de un proyecto que consiste en reimaginar sus clásicos junto a invitados. “La idea es que ellos desarmen las canciones para llevarlas a su estilo”, comentó Casanova en su momento. El debut llegó en diciembre, con el lanzamiento de un remix de “Bronceado” junto al dúo argentino MYA y al cantante Robleis. Desde entonces, lanzaron otros cuatro remixes de temas emblemáticos de la época en que la cumbia pop era furor: “Una noche contigo”, “Todo comenzó bailando”, “Tal vez” y “No te vayas”.

La lista de invitados incluye a figuras como Luciano Pereyra, Ráfaga, Migrantes y Flor Álvarez. Por ahora, son todos argentinos, pero Agustín Duarte —percusionista y director musical de Marama— adelanta que habrá más nacionalidades. “Estamos por sacar dos canciones y en esas hay un uruguayo”, dice. “Además, en octubre vamos a hacer una gira por España y estamos viendo qué inventamos”.

Apenas Duarte menciona que el grupo está por estrenar dos temas, Casanova toma la posta. “Bueno, esas que van a salir directamente no son cumbia. Se viene algo muy distinto de Marama”, dice. Entonces, entre el Antel Arena y estas novedades, 2024 va a ser un año de renovación estilística. Habrá que ver qué pasa.

—“Besos con Fernet”, su canción con Rusherking, abre con la frase: “2016, yo quiero volver a esos días”. La idea de recuperar esa época define el concepto de las reversiones, y llega como momento bisagra justo antes de iniciar otra etapa. ¿Cómo surge esa idea?

Casanova: Bueno, la gira que vamos a empezar en julio en el Antel Arena va un poco relacionado con el tema del tiempo. Por eso en los remixes hacemos tanta mención a cosas relacionadas con eso. Está en “Besos con Fernet”, y la letra de “Bronceado” dice: “Esperé ocho años pa’ volver a verte”. Las canciones que sacamos en este tiempo tienen un poco de guiño a volver a esos veranos, pero no por Marama sino por lo divertidos que eran. Mucha gente lo recuerda cada día.

—¿Qué es lo primero que les viene a la mente cuando piensan, entonces, en el verano 2016?

Casanova: A Pablo, la joda (se ríe).

Arnoletti: (Interrumpe) No solo la joda. También lo recuerdo como una época prepandemia, que fue un antes y un después. O sea que uno tiene el recuerdo del 2016, no solo por Marama, como una época en que éramos más libres. Así que son dos recuerdos arraigados: el de la vida antes de encerrarnos por el covid y el del verano en que la cumbia cheta explota en Argentina y estaba a flor de piel; no solo por Marama, sino por un montón de bandas que contribuyeron a lograrlo.

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Agustín Casanova.
Foto: Ignacio Sánchez.

—El resto, ¿en qué piensa?

Casanova: Y... en un poco de estrés.

Duarte: Sí, estuvo bastante a full el 2016. Ese verano nos fuimos a vivir a la costa argentina y llegamos a hacer dos o tres teatros por noche. También tocábamos entre semana. O sea que sí, fue un poco estresante pero también fue un momento lindo. Era todo muy eufórico cada día, y lo positivo le gana a lo negativo de esa época.

—Agustín, en ese momento vos tenías 23 años. Visto a la distancia, ¿qué es lo positivo y lo negativo de tener tanto éxito a esa edad?

Casanova: La ventaja es que una canción termina siendo una especie de clásico, entonces sabés que vayas donde vayas, tenés una especie de piso de gente que la va a cantar. Y eso para un show es importante porque, si bien uno siempre busca otras cosas y quiere llegar a un público nuevo, estás seguro de que la gente conoce alguna canción. Y lo negativo, la verdad no lo puedo encontrar (hace una pausa). Bueno, quizás la desventaja —pero en ese momento no nos dábamos cuenta— es que se genera una especie de presión de que si sacás un hit tenés que tener otro más.

—Antes del proyecto de reversiones, ustedes habían lanzado “Enemigos” y “Dame un besito”, que mostraban una nueva forma de encarar su música. ¿Qué tan importante esa búsqueda para el grupo?

Casanova: Sí, aunque siempre tratamos de mantener la esencia. Y eso es lo más complicado de un artista porque muchos graban canciones sin tener una identidad; nosotros sentimos que la encontramos y por eso buscamos movernos dentro de esa sonoridad aunque hagamos cuarteto u otro género. Creo que eso era algo que no había pasado cuando yo estaba de solista, porque estaba más en la búsqueda de una identidad y de qué otro género podía hacer. Con Marama queremos transmitir ese colorcito, esa alegría y esa energía que se volvió parte de nuestro sello.

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