Fue el año en que Duki provocó ola de desmayos el Velódromo. El año en que LP llenó el Sodre y dejó a 1.800 personas con la certeza de haber visto algo inolvidable. El año en que Lali encabezó dos festivales y Emiliano Brancciari dio sus primeros conciertos como solista. El de la vuelta al ruedo de Astroboy, Hereford, Graffolitas. El del regreso de Sabina y, polémica incluida, de Roger Waters. El de los “sold out” de Camilo, Quevedo, Morat. El año que dejó la agenda desbordada de canciones, con la música servida como una experiencia a la que ponerle el cuerpo, los cinco sentidos.
Por eso, va este ranking con los 10 conciertos más inolvidables —por el impacto, por el valor, por la huella— que vio, en 2023, el equipo de El País.
1) Fito Páez en la Rambla
Sesenta y cinco mil personas juntas. Un manto de linternas prendidas, como si por un rato el cielo fuera esta tierra de estrellas hechas de luz de celular. Un coro masivo y descomunal. Y un único punto de encuentro, tantas canciones como un hogar. El 9 de diciembre, en la Rambla, Fito Páez lideró un concierto como para dejar huella en Montevideo, esa ciudad a la que tantas veces le ha confesado su amor. Fue, más que un recital, una renovación de fe.
Belén Fourment
2) The Cure en el Antel Arena
Fue, por lo visto, muy importante en Uruguay, tanto como para agotar en horas un Antel Arena y para dejar más que contentos a 10.000 fanáticos que superpoblaron el recinto. Lo que entregó la banda de Robert Smith fue una seguidilla de éxitos pop, un poco larga pero que dejó en claro la solidez de su repertorio, el carisma de su líder, la calidad de sus integranes y una fuerza que el rock aún conserva y exhibe sin miedos en ocasiones como ese 27 de noviembre, con tantos saltando y cantando “Boys Don’t Cry”. ¡La fiesta de los cincuentones!
Fernán Cisnero
3) Luana en el Teatro de Verano
Lo que había comenzado en abril como un momento aislado en el Cosquín Rock Uruguay terminó, el 2 de diciembre, con la consolidación artística de Luana Persíncula, con un show que se esforzó por ser inédito. En el Teatro de Verano, un arnés le permitió bailar en el aire en una velada que incluyó merchandising oficial en línea con las estrellas pop del momento, invitados de todos los géneros y un repertorio de folclore, cumbia, plena, música cristiana y rock sobre el que “la princesita” desplegó virtuosismo. La sensación fue de fiesta popular y el trasfondo, de noche histórica, que llevó a la plena a otro nivel.
Belén Fourment
4) Caetano Veloso en el Antel Arena
El 14 de junio, semanas antes de cumplir 81 años, el brasileño llegó al Antel Arena para ofrecer un recital memorable. Días antes había deslizado la idea de que esta podía ser su última gira internacional, y si esta fue su despedida de Uruguay, rozó la perfección. Bailó como en un trance con “Não Vou Deixar”, sorprendió con una delicada versión de “Volver a los 17”, repasó las bellísimas “You Don’t Know Me” y “Cajuína” y despertó el canto y baile colectivo con “A luz da Tieta”. La fiesta se extendió en los pasillos.
Rodrigo Guerra
5) Pulp en el Teatro de Verano
La historia de recitales de este año se podría contar por cortes generacionales: estuvieron los de artistas octogenarios, los de ídolos centennials y aquellos que saldaron las deudas íntimas de un público rockero criado entre los ochenta y 90. Y por ahí se ubica la visita de Pulp. Después del show, el 21 de noviembre en el Teatro de Verano y en el festival Primavera 0, lo que circuló en redes fueron registros del calor con el que Buenos Aires acogió a Jarvis Cocker y su pandilla, como para zanjar contrastes. Sin embargo en Montevideo, que se sabe tan apacible a la hora de manifestar pasiones, los Pulp fueron abrazados por un remanso de emoción. Hubo algo indecible e impalpable en aquella noche de terciopelo y encanto. Algo a la altura de las grandes bellezas.
Belén Fourment
6) Ruben Rada en el Auditorio del Sodre
Fue el cumpleaños de 80 que Rada se merecía: cuatro noches agotadas en el Sodre, numerosos invitados como León Gieco y Sebastián Teysera, y un repertorio histórico. En orden cronológico y durante dos horas, en agosto el artista ofreció un repaso completo por lo mejor de su obra: empezó con “Las Manzanas”, visitó lo mejor de su época con El Kinto, Totem y Opa y terminó arriba con “Cha-Cha Muchacha” y “Muriendo de plena”. Hizo bailar al público, cantó con sus hijos, se emocionó con los saludos en video de figuras como Fito Páez y Andrés Calamaro, y se reencontró con músicos de sus incontables grupos.
Rodrigo Guerra
7) Suma Camerata en el Teatro Solís
Un concierto se queda prendido por la contundencia del repertorio, por el lugar que la música ocupa en nuestras vidas, por la reacción del público, por cómo se corea tal verso y, a veces, por aquello que despierta, que activa. Suma Camerata, el 14 de setiembre en el Teatro Solís, tuvo mucho de eso: fue un recital como un estímulo, un empujón a otra realidad. Pedro Dalton, Luciano Supervielle y Juan Casanova reinventaron un cancionero propio y ajeno entre arreglos y visuales de un magnetismo a la medida. Fue una lección de sofisticación, algo parecido —y tan distinto— a lo que provocaron Mariano Gallardo Pahlen y su banda/orquesta en La Trastienda, dos semanas después.
Belén Fourment
8) Los Fabulosos Cadillacs en el Antel Arena
Habían pasado 23 años desde su último show en Montevideo, así que los argentinos llegaron dispuestos a dar uno de los recitales más enérgicos del año. Y cumplieron: en la noche del 13 de mayo había 12 grados en la puerta del Antel Arena, pero en el campo todos estaban de manga corta. Comandados por Vicentico, los Cadillacs repasaron algunos de los grandes éxitos del cancionero argentino —“Matador”, “Vasos vacíos” y “Yo no me sentaría en tu mesa”— y lograron que el público terminara de rodillas en medio de “Mal bicho” para, luego, levantarse en un salto al grito de: “¡A la guerra digo no!”.
Rodrigo Guerra
9) Lucas Sugo en el Estadio Centenario
La postal de aquella noche calurosa es esta: Lucas Sugo, en el centro del escenario, se quiebra tras una conmovedora interpretación de “A mi manera”. Está celebrando sus 30 años de carrera y lo rodean la Orquesta Filarmónica de Montevideo, la banda con la que se presenta desde hace años, las miles de personas sentadas en la Tribuna Olímpica y la Torre de los Homenajes. El 11 de marzo quedó marcado como la consagración del cantante del interior que llevó a la charanga a los mayores escenarios de Uruguay —así como Chacho Ramos lo haría más adelante en el Solís— con una fiesta popular en la que la cumbia se unió con lo sinfónico para una conquista que trascendió la música.
Rodrigo Guerra
10) María Becerra en el Velódromo
El 19 de noviembre, la cantante María Becerra, de 23 años, llegó al Velódromo Municipal para demostrar por qué es la argentina más escuchada de Spotify. Trajo un repertorio repleto de hits como “Automático” y “Qué más pues?”, se acompañó de una banda de energía rockera y su voz brilló en canciones como “Ojalá” y “Desafiando el destino”. La argentina, que en marzo llenará dos estadios River Plate, presentó un espectáculo infalible: tuvo coreografías, visuales, varios bloques temáticos y bastante participación del público. ¿El momento del show? Cuando bajó a cantar “High” con el público.
Rodrigo Guerra
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