HISTORIA DE UNA CANCIÓN
Publicada a comienzos de 1981 en su primer disco solista, "Face Value", "In the Air Tonight" se convirtió en un éxito mundial y definió el sonido de los ochenta. Esta es su historia.
Hay momentos que quedan grabados en la memoria como fotografías. La noche del 17 de marzo de 2018 me brindó uno de esos. Por unos cinco minutos, las gradas de la Tribuna Olímpica quedaron bañadas de color azul mientras en el centro del escenario construido en el Estadio Centenario para el show de Phil Collins, el británico interpretaba por milésima vez en su carrera “In The Air Tonight”, uno de sus mayores éxitos, que esta semana cumplió 40 años.
Sobre la mitad de ese clásico construido en base a dolor, despecho, resentimiento y acordes de guitarra y sintetizadores estirados hasta que los pedales aguantaran, se produjo la foto. En el escenario, Collins le cantaba a un matrimonio que se despedaza mientras las notas de la guitarra de Daryl Stuermer lloraban la pérdida y el teclado de Brad Cole construía un muro de sonido espeso y de tensión asfixiante; arriba, en el cielo nublado, los relámpagos se encargaron de completar la furia del mensaje. Fue histórico.
La imagen se completó unos segundos más tarde, cuando entró ese memorable fill de batería (el “ba-dum, ba-dum, ba-dum, ba-dum, dum-dum”) a cargo de su hijo, Nicholas, y se largó la lluvia. Fue un timing perfecto. El show terminó con la gente bailando “Easy Lover” y “Sussudio” bajo esa tormenta de fines de verano. Pero esa es otra nota.
Volvamos a “In The Air Tonight”. La canción que forma parte de Face Value, el primer disco del británico, está atravesada por una energía irresistible. Cuando se publicó a comienzos de 1981, se volvió un hit instantáneo: llegó al número dos en Inglaterra y al Top 20 en Estados Unidos. Unos meses más tarde, su videoclip tendría presencia obligatoria en el recién estrenado MTV.
Pero lo más importante de “In The Air Tonight” es que le permitió despegarse del sonido de Genesis -la banda de rock progresivo con la que acababa de lanzar el disco conceptual Duke-, y así confirmar que ya estaba preparado para ser un frontman. Es más, en la canción insiste con la frase: “Estuve esperando este momento durante toda mi vida”. Ese fue el inicio de un camino que lo llevó a convertirse en uno de los artistas más populares de la historia y a vender 150 millones de discos en todo el mundo.
Si bien se trató de un comienzo más que prometedor, nació de uno de sus momentos más oscuros. Collins la compuso en 1980 para poner en palabras el dolor que le produjo el divorcio de su primera esposa, Andrea Bertorelli. “La escribí de forma espontánea. No estoy muy seguro de qué trata la canción, pero hay mucha ira, mucha desesperación y mucha frustración”, reveló en una entrevista.
Basta con repasar la letra para confirmarlo. “Si me decías que te estabas ahogando no te habría dado una mano”, dice la letra, que luego alimentó un mito urbano. Se decía que describía un ahogamiento que Collins presenció durante su adolescencia. Pero no; se trataba pura y exclusivamente del despecho y la rabia que le generó la separación. “El dolor no se muestra, / Pero el dolor sigue creciendo, / Y no es extraño para ninguno de los dos”, canta más adelante.
Sobre el final, con un voz desgarradora, grita y repite la frase “Oh, Lord” hasta el hartazgo. Es como si el músico quisiera exorcizar todo ese dolor a través del grito, haciendo de “In The Air Tonight” una experiencia similar a la crudeza que atraviesa “Mother”, de John Lennon.
Pero la grandeza de la canción no está solo en la letra. La música es esencial. Durante dos minutos solo hay expectativa, y el oyente sabe que se está avecinando una tormenta similar a la de su show en el Estadio Centenario. Y finalmente llegan esos golpes de batería, construidos sobre el legendario efecto de gated reverb.
Al igual que la letra, ese sonido clásico nació de forma improvisada. Fue un accidente. Collins estaba grabando “Intruder”, que abre Peter Gabriel (1980), el tercer álbum solista de su ex compañero de Genesis (a quien había suplantado como vocalista de la banda), y el botón de talk-back del ingeniero de sonido -que sirve para comunicarse con los músicos que están grabando- había quedado activo. El resultado de esa compresión, que suena a la latigazo, sedujo tanto a los artistas, que Gabriel decidió componer el tema sobre esa base. Luego, Collins la volvió a utilizar en su debut y lo popularizó para dar comienzo a un sonido que se emplearía hasta el hartazgo durante toda la década.
La carta de presentación de Collins se completó con el resto de las canciones de Face Value, un disco que resistió muy bien el paso del tiempo. La separación de Bertorelli vuelve a ser la inspiración de las baladas “If Leaving Me Is Easy” y “You Know What I Mean”, y de la melancólica “The Roof Is Leaking”. Pero en el repertorio también hay espacio para la esperanza en “This Must Be Love” y “Thunder And Lightning”, ambas dedicadas a su nueva pareja.
Sin embargo, ninguna de ellas igualaría el éxito de “In The Air Tonight”: la canción que se volvió un clásico de los ochenta y trascendió la brecha generacional. Es más, el año pasado se metió de nuevo en la lista de éxitos luego de que dos youtubers estadounidenses publicaran un video muy recomendable, donde reaccionan al famoso fill de batería.
Es la prueba de que las buenas canciones siempre resisten el paso del tiempo.