Ben Sisario, The New York Times
Durante los últimos 21 meses, la gira Eras de Taylor Swift fue lo más importante en la música: un fenómeno que copó la cultura pop, dominando la cobertura de noticias e impulsando las economías locales en todo el mundo.
Y ahora se supo qué tan grande fue la gira. Hasta su último show, que tuvo lugar en Vancouver, Columbia Británica, el domingo 8 de diciembre, la gira de Swift vendió un total de 2.077.618.725 dólares en entradas. Es el doble de las ventas brutas de entradas de cualquier otra gira en la historia.
Esas cifras fueron confirmadas a The New York Times por primera vez por Taylor Swift Touring, la productora de la cantante. Si bien los detalles financieros del Eras Tour han sido objeto de constante especulación en la industria desde que las entradas se ofrecieron por primera vez hace más de dos años (a través de una preventa tan solicitada que colapsó el sistema de Ticketmaster), Swift nunca había autorizado la divulgación de cifras.
Los resultados solidifican la enorme escala de los logros de Swift. Hace apenas unos meses, la revista Billboard informó que Coldplay había establecido un récord de la industria con mil millones de dólares en ventas de entradas para su gira mundial Music of the Spheres de 156 fechas, una cifra que es sólo la mitad del total de Swift para un tramo similar de shows en estadios y arenas.
Todas las fechas del Eras Tour se agotaron (incluyendo tres con un montón de uruguayos en el estadio Monumental de Buenos Aires en noviembre de 2023) y las entradas sobrantes se reventaron a precios deslumbrantes o se comercializaron dentro de la protectora comunidad de fanáticos de swifties, a menudo a su valor nominal.
Según la compañía de gira de Swift, un total de 10.168.008 personas asistieron a los conciertos, lo que significa que, en promedio, cada asiento costó unos 204 dólares. Eso está muy por encima del promedio de la industria de 131 dólares para los 100 mejores tours del mundo en 2023, según Pollstar.
Por gigantescas que sean, las cifras reveladas por la compañía de Swift son sólo una parte del negocio general que ha rodeado la gira. Excluyen sus extraordinarias ventas de merchandisig, por ejemplo, una línea de productos tan demandada que Swift abrió puestos de venta en estadios un día antes en algunos mercados para vender camisetas, camperas y adornos navideños a los fanáticos, con entradas o no.
Más allá de sus números, el Eras Tour ha sido un megaevento que elevó a la ya súper famosa Swift a un nuevo nivel, convirtiéndola en un símbolo trascendental de saturación cultural al nivel de los Beatles en la década de 1960 o Michael Jackson en su mejor momento en las de 1980. Cada una de las declaraciones de Swift en un show, cada cambio de vestimenta o cada aparición fuera del escenario fue documentada minuciosamente en las redes sociales y en la prensa convencional, y los medios de comunicación, grandes y pequeños, se apresuraron a capturar los clics de Swifties.
A medida que la historia de la gira de Swift tomó forma, parecía contener sus propias eras. Primero, en noviembre de 2022 se produjo el asunto de las entradas, cuando Ticketmaster se vio abrumado por lo que, según dijo, eran 3.500 millones de solicitudes de entradas online, muchas de ellas de robots de revendedores. El furor llevó a una audiencia judicial del Senado en enero de 2023, en la que legisladores de ambos partidos calificaron abiertamente a la empresa matriz de Ticketmaster, Live Nation, un monopolio.
Luego vino la gira y los usos a su alrededor, como los fanáticos intercambiando pulseras de la amistad ensambladas a mano. Después de la escala de la gira en Kansas City, un coqueteo público entre Swift y Travis Kelce, la estrella de los Kansas City Chiefs, se convirtió en un romance total, con la estrella del pop y el galán del fútbol besándose después de que los Chiefs derrotaran a los San Francisco 49ers en el Super Bowl. Los fotógrafos definitivamente no se lo perdieron.
En octubre de 2023, estrenó Taylor Swift: The Eras Tour, una película de concierto de casi tres horas. Vendió alrededor de 93 millones de dólares en entradas durante su primer fin de semana y terminó con 261 millones de dólares en ingresos brutos mundiales. El siguiente paso fue un acuerdo de streaming con Disney+. Un libro de tapa dura de 256 páginas sobre la gira,, publicado el mes pasado vendió 814.000 copias en sus dos primeros días.
Cuando la gira se trasladó a Europa en 2024, evitó por poco lo que podría haber sido una gran catástrofe cuando se descubrió un complot terrorista con bomba antes de tres shows en Viena. Esos eventos fueron cancelados y nunca reprogramados.
Aunque Swift ha evitado en gran medida a los medios de comunicación durante la gira, con el tiempo ha corrido un poco el telón para revelar algo de cómo se hizo. Para prepararse para las exigencias físicas del programa, entrenó durante seis meses, con un régimen cardiovascular que incluía cantar la lista completa mientras corría en una cinta, le dijo a la revista Time.
La gira concluye justo cuando Swift celebra otra victoria más: The Tortured Poets Department —su tercer lanzamiento en el transcurso de la gira, incluidas dos versiones grabadas de álbumes más antiguos— volvió al número 1 en la lista Billboard 200 por decimosexta semana, con la ayuda de las ventas de vinilos y CD de la edición Anthology de 35 pistas del álbum, que Swift lanzó el Black Friday, a través de la cadena Target. Tortured Poets es, por lejos, el álbum más vendido del año.
Swift está nominada a seis premios Grammy en febrero, incluido el de álbum del año por Tortured Poets y el de grabación y canción del año por uno de sus sencillos, “Fortnight”.
En una parada reciente de la gira en Toronto, cuando el periplo se acercaba a su fin, Swift lloró mientras pronunciaba comentarios de despedida a los fans. “Mi banda, mi equipo, todos mis compañeros intérpretes”, dijo, “hemos puesto gran parte de nuestras vidas en esto, y ustedes han puesto gran parte de sus vidas para estar con nosotros esta noche y brindarnos este momento que nunca olvidaremos”.