Por Nicolás Lauber
*
Hay pocos artistas con una identidad musical tan marcada como la que han logrado los argentinos Lucía y Joaquín Galán. No hay que ser gran conocedor para identificar a los Pimpinela, el dúo de hermanos que desde hace cuatro décadas ha cantado historias de amor, engaños y tragedia con una teatralidad única.

El próximo domingo 18 de junio los hermanos llegarán, por primera vez, a un Antel Arena casi agotado (quedan muy pocas entradas por Tickantel) para cantar esos clásicos que marcaron a generaciones, y también algunas canciones nuevas.

Esa identidad musical, dice Lucía Galán, fue construida al inicio de su carrera, cuando encontraron una forma propia de cantar, de transmitir y también de trabajar.

“Todo a partir de eso tiene que ser coherente, porque sale de nosotros mismos”, dice Lucía Galán.

Foto: Difusión

“Joaquín compone todas las canciones y ya hay como una fórmula nuestra. Empezamos a cantar en forma dialogada y actuada, y hay una base que hace que desde el inicio se sepa que somos nosotros”, agrega y enfatiza que fue un proceso natural.

“No fue forzado, ni a propósito, ni fue una estrategia de marketing. Simplemente es nuestra manera de transmitir”, comenta la hermana menor.

Puede que el repertorio varíe, que haya más o menos clásicos del conjunto, pero lo que no puede faltar es el bis. Tampoco que Lucía Galán pregunte antes de iniciarlo si quieren una canción: “con pelea o sin pelea”.

El público suele responder con un ensordecedor: “con pelea” dando inicio a un clásico bien dramático como “A esa” u “Olvidame y pega la vuelta”. Por ese motivo hay canciones que ya tienen su momento en el show. “Hay canciones que no se cambian de lugar”, agrega Joaquín Galán.

Foto: Difusión

Conscientes que han sido la banda sonora de millones de latinoamericanos, los hermanos no tienen más que agradecer a un público fiel que se ha encargado de esparcir sus canciones como un evangelio.

“El público fue y sigue siendo el mayor difusor de nuestra música, el mayor aliado a este juego de contar y cantar historias de tres minutos como si fueran mini telenovelas. Somos nosotros los agradecidos porque 40 años es mucho tiempo, y poder seguir trabajando, seguir teniendo conciertos y que la gente siga interesándose en comprar una entrada y trasladarse a un lugar para ir a ver nuestro concierto, es algo muy lindo”, dice Lucía.

—¿Cómo se explica una permanencia de cuatro décadas en la música?
Joaquín: Simplemente basándose en una vocación que tenemos por lo que hacemos, por la música, por el teatro y la actuación en el caso de Lucía. También por la parte genética, somos hijos de inmigrantes españoles, padre asturiano y madre leonesa. Nos criamos en una casa donde el trabajo, la responsabilidad, la disciplina y el valor las cosas era una enseñanza cotidiana. Lo fuimos aprendiendo con la sopa. Luego, musicalmente hemos encontrado nuestro estilo, lo cual en esta profesión es importante. Eso te ayuda a perdurar en el tiempo. También el ser autores y no depender que te den un tema para seguir adelante. Cuando eres autor la independencia es muy grande. Eso y cien cosas más, como decía Julio Iglesias cuando le preguntaban el por qué de su permanencia.

—¿Qué los motiva a seguir?
Lucía: Nos motiva la pasión y el amar lo que hacemos. El poder expresarnos, contar historias, que la gente se sienta identificada y que nuevas geneaciones se sigan sumando a la propuesta. Somos privilegiados de poder trabajar en algo que amamos y ojalá que dure mucho tiempo más.

Foto: Difusión

—A fines de 2019 recibieron el premio a la trayectoria en los Latin Grammy, ¿qué les significó ese galardón?
Joaquín: Es un premio que cierra una etapa. Estábamos casi que empezando a cumplir los 40 años, así que el “Grammy a la excelencia musical” o a la trayectoria como preferimos llamarlo es como decir: “este es el balance de una etapa, ahora vamos a empezar otra”. De hecho así hicimos en 2020 con canciones distintas, siempre dentro de nuestro estilo de contar y teatralizar lo que pasa cotidianamente. Así que recibir el Grammy fue un momento bisagra en nuestra carrera.

—Esta nueva etapa comenzó con varias canciones nuevas.
Joaquín: Sí, después de la pandemia aparecimos con “Traición”, donde tuvimos como invitados para el video a Carina Zampini y Gabriel Corrado para esta historia de amor entre una pareja de dos hombres, una temática que nunca habíamos tocado. Después sacamos “Cuando lo veo” y hace poco estrenamos la continuación de ese video con Benajmín Vicuña, “Lloro” que muchos seguidores, a través de las redes, nos lo estaban pidiendo.

—Han venido infinidad de veces, ¿cómo es la relación con el público uruguayo?
Joaquín: Familiar. Es una relación como lo que somos, vecinos. También es así porque empezamos trabajando mucho en Uruguay en nuestros primeros año. Y eso genera un gran cariño de base. Últimamente las visitas han sido más esporádicas porque hay que armar giras más grandes. Es la primera vez que vamos al Antel Arena, lo conocíamos de nombre, así que es un desafío muy lindo el que tenemos el domingo 18 de junio. Esperando que el público de Uruguay responda como siempre, con cariño, con su presencia, cantando las canciones como las otras veces.

—Se han presentado casi que en todo el mundo. ¿Hay algún recuerdo divertido que les haya ocurrido estando arriba del escenario?
Lucía: Hay muchos. Me acuerdo una vez en Miami estábamos en medio de una canción intensa, de las nuestras, se levantó una señora cubana y gritó: “pégale más duro, Lucía”. Todo el mundo estalló de risa, nosotros también. La gente se posesiona, y viven las historias y las canciones. Lloran, se emocionan y es una comunicación muy linda, porque la gente participa mucho. En Uruguay la gente es muy extrovertida, colabora, canta, se levanta y aplaude sin ningún miedo o vergüenza. Sin dudas que por todo eso, para nosotros es un placer volver a Uruguay.

—Con más de 40 años de carrera y varios éxitos, ¿cómo se selecciona el material para un show?
Joaquín: Es difícil porque nosotros también tenemos canciones favoritas, entonces la primera parte de la discusión es entre nosotros dos para ver cuál si y cuál no. Cuando logramos atravesar esa parte, se arma el show. Termina siendo un poco el promedio de las que más nos gustan a nosotros y al público. Porque hay canciones que el público está esperando como cuando nosotros vamos al concierto de tal artista y queremos que cante esa canción que tal vez para el músico ya pasó de largo, pero uno quiere escuchar esas historias que te lleven al recuerdo. Así que siempre es preferible que sobren y no que falten. En nuestro caso, gracias a Dios, siempre tuvimos canciones como para hacer dos horas intensas de concierto.