Los Tipitos: los 20 años de "Armando Camaleón", la historia de “Silencio” y la convicción para lograr el éxito

El trío argentino llegará a Sala del Museo este viernes para celebrar los 20 años del disco que los hizo saltar a la fama gracias a clásicos como "Campanas en la noche" y "Silencio". Sobre eso, esta entrevista.

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Los Tipitos.
Foto: Francisco Flores.

Los Tipitos tenían otros planes para 2024. El trío argentino estaba trabajando en las canciones de su próximo disco, sucesor de Días por venir (2022), cuando un aniversario les hizo cambiar de rumbo. “Alguien de nuestro sello nos recordó que se cumplían 20 años de Armando Camaleón y nos propuso hacer algo especial”, comenta el bajista y cantante Federico Bugallo. “Nos pareció que ameritaba”. Aquel álbum, lanzado en 2004, marcó un antes y un después en la carrera de los marplatenses: gracias a los hits “Campanas en la noche”, “Silencio” y “Brujería”, pasaron de tocar en las calles de Buenos Aires a sonar en radios de ambas orillas del Río de la Plata y cuyos videoclips tuvieran presencia obligatoria en la programación de MTV y Much Music.

El festejo se mueve por partida triple. La banda ya reversionó dos de sus éxitos junto a invitados, se embarcó en una gira de celebración que este viernes hará escala en Montevideo y recorrió su historia en el documental De la calle al Gran Rex, del que participan figuras como Abel Pintos y León Gieco. “Este es un relanzamiento de Armando Camaleón y, a su vez, de Los Tipitos”, asegura Bugallo. “Todo esto avivó muchas cosas y nos abrió puertas”.

Las nuevas versiones de sus clásicos fueron clave en ese camino. “Brujería”, grabada junto a Jarabe de Palo, carga con una energía especial porque cuenta con la voz de Pau Donés (fallecido en 2020), que fue tomada de una versión que había hecho en 2012. El otro adelanto fue “Silencio”, que cuenta con la participación de Andrés Calamaro. La intención rockera de la original fue reemplazada por un espíritu electropop que le sienta muy bien a la canción. Es un buen ejercicio.

Según adelanta Bugallo, próximamente publicarán otras dos reversiones. No puede adelantar los nombres de los invitados, pero sí de los temas: serán “Algo” y “Campanas en la noche”, que con 100 millones de reproducciones solo en Spotify se consagró como el clásico por excelencia del grupo.

Antes de ambos lanzamientos, los argentinos se presentarán el viernes en Sala del Museo (RedTickets, 1050 pesos). En la previa del show, va un resumen de la entrevista con el trío formado por Walter Piancioli, Raúl Ruffino y Federico Bugallo.

—El festejo de Armando Camaleón se acompaña del documental De las calles al Gran Rex en el que repasan su historia. ¿Qué sintieron al reencontrarse con los que eran hace 20 años?

Piancioli: Lo primero que nos sorprendió es el convencimiento que teníamos. No importaba si parecía un locura lograr lo que queríamos, lo importante era seguir nuestro blanco y mancomunarlo con el resto. En ese momento éramos cuatro (Pablo Tévez dejó la banda en 2019) y no es fácil encontrar a otras tres personas que tengan las mismas ganas que vos, porque al principio había más dudas que certezas. Lo único que teníamos como cierto era que sentíamos que nuestras canciones estaban buenísimas, y la sensación de que cada vez que tocábamos la gente se quedaba a escucharnos.

Bugallo: En un momento de documental, León dice: “Si estos pibes no tienen éxito, por lo menos se lo merecen”. Lo que pasa es que él nos llamó para hacer un disco (Los Tipitos, 1996) y en vez de que ir a Buenos Aires a ver qué pasaba para luego volver a Mar del Plata, metimos nuestras casas en un camión y nos fuimos con nuestras familias a vivir a una fábrica abandonada (Se ríe).

Ruffino: Claro, ¡no era lógico! (Risas) Me parece que abrimos un camino por donde no se podía ir. Ahora, que ya estamos dentro de la industria de la música, me imagino cómo nos vería la gente con ese romanticismo que teníamos...

—El título de uno de sus discos en vivo de esa época lo resume bastante bien: Contra los molinos...

Piancioli: ¡Claro! Porque para llevar a cabo semejante empresa tenés que estar un poco loco e ir con toda la vehemencia del mundo...

Ruffino: (Interrumpe) Y el grupo humano era muy importante porque no teníamos otra cosa que nos respaldara.

Bugallo: Sí, porque materialmente no había nada pero lográbamos algo a nivel de sonido que era lo que nos hacía decir: “Che, alguien se tiene que dar cuenta de esto”. No entendíamos por qué ni las radios ni la televisión nos comprendían, pero una vez que empezamos a ser parte de festivales la cosa cambió.

—Los éxitos de Armando Camaleón fueron cruciales en ese camino. Ya que volvieron a grabar “Silencio”, ¿recuerdan cómo surgió la original?

Piancioli: Las estrofas aparecieron en 2003 en una casa de Villa Gessell que ya no existe más. Era la última temporada de verano que hacíamos allá, y estábamos en una casa bastante grande que era visitada día y noche por mucha gente, algunos conocidos y otros no tanto (Se ríe). En ese caos sostenido durante casi dos meses, en una tarde escribí esas nueve estrofas, de las cuales finalmente quedaron cinco. No tenía ningún instrumento, así que la hice solo con la melodía que tenía en la cabeza...

Ruffino: Un día llegué yo con la idea del comienzo del estribillo, que me vino mágica o lógicamente: la séptima de Sol (tararea) me llevaba a un lugar muy emotivo. Solo tenía eso, que se me ocurrió en esa casa justo cuando se terminaba la temporada y nos quedábamos ahí cuatro o cinco días sin nada para hacer. Le dije a Willy que tenía esa idea, y el me mostró la letra que había escrito y como vimos que funcionaba laburamos bastante hasta que, con la intervención de Fede, dimos con la canción final. Se armó todo un equipo para hacer “Silencio”.

Piancioli: Sí, fue una canción muy trabajada, pero lo fantástico es el resultado. A veces parece que si la canción no baja de Jehová no sirve, pero no. Es fue una gran lección que aprendimos de Pablo Romero y Eduardo Schmidt, que nos habían producido Vintage, el disco anterior. Ellos, que eran parte de Árbol, venían de la escuela de Gustavo Santolalla y nos enseñaron que la canción es totalmente moldeable y que se puede hacer cualquier cosa con ella. Es más, incluso te pueden decir que le falta letra. Me acuerdo que Edu me dijo eso en la grabación de Vintage y yo no lo podía creer: “¡Pero si ya escribí todo lo que tenía para decir!” (Risas). Pero, al final, fue una buena lección. Y con “Silencio pasó algo parecido: la trabajamos mucho.

—Este viernes van a repasar las canciones de Armando Camaleón en Sala del Museo. ¿Qué les gustaría que sucediera en el show?

Bugallo: Nos gustaría que haya gente que venga por primera vez a ver a Los Tipitos, que es algo que gracias a Dios nos viene pasando. El otro día cuando estábamos en el Gran Rex, Willy preguntó quiénes nos veían por primera vez y más de la mitad del teatro levantó la mano. Fue increíble. Nos gustaría que pasara lo mismo en Montevideo y que muchos vengan a conocer al show de Los Tipitos: tenemos mucho para ofrecer.

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