"¿Y ahora?”. La pregunta de Diego Sorondo, manager de Lucas Sugo, era más que pertinente. En marzo, el cantante se había presentado en el Estadio Centenario para celebrar sus 30 años de carrera junto a la Orquesta Filarmónica de Montevideo. Fue su máxima conquista, pero ahora había que pensar en el siguiente paso. “Quiero volver a conectarme con la gente, mirarlos a la cara y sentir esa adrenalina única que se genera cuando se escucha hasta la respiración del cristiano que está en el escenario”, le respondió.

Así nació Canciones que amo, la gira que inició anoche en Durazno. Llegará hoy al Teatro Metro —repetirá función el sábado— y continuará hasta el 14 de setiembre con shows en 11 ciudades del interior. “Después del Centenario tengo la necesidad de agradecerle al público la posibilidad que me dio de cumplir mi sueño”, le dice a El País. “Quiero abrazarlos, regalarles una sonrisa cómplice y, cómo no, quedarme después de los shows para que nos saquemos una buena foto”, promete.

El repertorio tendrá novedades. “El 50 por ciento va a ser de charanga porque no puedo descuidar al género que tanto me dio, y el otro 50 va a tener canciones que nunca había hecho”, adelanta. “Son temas de antaño de artistas como Camilo Sesto, Juan Gabriel y Marco Antonio Solís, y estoy seguro de que a mucha gente le va a gustar”.

El coach de La Voz Uruguay adelanta que en esta serie de shows íntimos también habrá espacio para el intercambio con el público: “pretendo bajarme del escenario, caminar entre la gente y preguntarles qué quieren escuchar para después cantar con mi guitarra o con el piano”. Así que esta es la oportunidad perfecta para pedirle una canción a Lucas Sugo.

En la previa de sus shows en Montevideo —entradas en RedTickets, de 900 a 1600 pesos—, el artista repasa, en primera persona, la historia de cinco piezas clave de Canciones que amo.

“Tiene que estar sí o sí en los shows porque si no la canto es como que Lucas Sugo no fue al espectáculo. ‘Cinco minutos’ me dio mucho: catapultó mi carrera más allá de mi zona de incidencia, que era el interior de Río Negro para arriba. Cuando salí como solista, en 2013, yo tocaba mucho en bailes y en actividades del interior pero no se me daba la llegada a los medios capitalinos. Y ‘Cinco minutos’ me abrió muchas puertas. Ya le hice muchas versiones, pero ahora me di cuenta que la tengo que hacer tal cual la grabé, así que en esta gira va a tener sus arreglos originales. Es una canción muy importante porque me pone muy feliz que la gente la coree y la disfrute, pero también tiene un trasfondo muy lindo: habla del pedido de una madre a su hijo para que salga del mundo de las adicciones. Entonces, ese mensaje me hace quererla todavía más”.

“Es una canción muy especial por varios motivos. Primero porque es el reflejo de un momento puntual de mi vida, entonces tiene mucha honestidad; segundo porque me regaló la continuidad de mi carrera. En ese momento, todo giraba en torno a “Cinco minutos” pero ‘Nudo en la garganta’ creció tanto que llegó a superar en visualizaciones y escuchas a ‘Cinco minutos’. Entonces, esa canción me estaba regalando, y el público con ella, la certeza de que no me iba a quedar atado o preso a un hit solo. La letra arrancó con la frase ‘Cuando el amor lastima, es mejor decir adiós’, que está al final, y cuando uno escribe canciones, lo más importante es que tomen vuelo y le llegue al corazón de las personas y para que sientan identificados a su manera. Y si eso se logra, es una misión cumplida; es lo más lindo”.

“Es del compositor brasileño Elías Muniz (“Ela é Demais”) y como soy un buen hijo de la frontera norte siempre recibí la influencia de Brasil y sus colores musicales. Esta canción tiene una mistura armónica y melódica que es bien propia de esa zona, y por eso me gusta tanto. Además me viene acompañando desde hace mucho tiempo porque ya la había grabado en la época de Sonido Profesional. Después hicimos una nueva versión en el disco Canciones que amo, y me regaló la posibilidad de entrar a Paraguay; es más, allá fue una de los temas más escuchados de 2019. ¡No entramos con ‘Cinco minutos’ pero sí con ‘Hechicera’! (se ríe). No se conoce tanto en Montevideo pero sí en el interior y en otros países; tiene esa cadencia charanguera y ese ritmo suave que invita al baile en pareja. Amo esa canción”.

“Si hablo de canciones que amo, obvio que esta cortina musical de nuestras vidas está presente. Me crié escuchando folclore y la versión de Larbanois & Carrero de ese clásico siempre estuvo presente en mí y en mi rueda de amigos. Años después tuve el privilegio de hacer una nueva versión junto a ellos y me trajo muchas alegrías porque se convirtió en uno de los temas más fuertes de mi repertorio. Ahí está la fusión de la charanga con el folclore y me emociona cuando voy a otros países y la gente se engancha, la corea y la baila sin saber su contexto. Es música nuestra, autóctona, que sale bien del interior y que felizmente llega a otros corazones”.

“En esta gira voy a cantar muchos clásicos románticos latinoamericanos, y esta de Juan Gabriel es de las que más emociona. La compuso para Isabel Pantoja y su interpretación es fantástica, pero cuando escuché la versión en vivo que Juan Gabriel grabó en el disco Celebrando 25 años de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes sentí un quiebre en mi vida. Me di cuenta de que eso era lo que realmente quería para mi carrera: no solamente cantar una canción, sino interpretarla, saber expresar con un mensaje claro, conciso y directo. Lograr emocionar al público es difícil y viene por el lado de la interpretación, no por despeinar a la gente; se trata de erizarla. Eso es lo que busco en estos tiempos y Juan Gabriel fue una escuela para mí: con él aprendí a interpretar”.