PERFIL
La reina del pop lanzó la primera parte de "Finally Enough Love", una recopilación que tendrá a los 50 remixes que llegaron al número uno en Estados Unidos.
La que se reinventa en cada disco. La que encuentra en la provocación y en la sensualidad el combustible de su obra. La que cuida cada aspecto de su imagen, sus giras y sus videos porque sabe que son tan importantes como su canciones. La que siempre defendió la libertad sexual y, sobre todo, la responsable de varios de los éxitos más grandes de la historia del pop. Todo eso define a Madonna, una de las artistas más influyentes de las últimas cuatro décadas.
Su imagen, sus canciones, sus giras y su actitud son todo a lo que aspira una artista que sueña con llenar estadios y ganarse un lugar en el Olimpo del pop. La lista es larga, pero siempre se renueva: todo el tiempo aparece algún artista que asegura haber aprendido algo de esa femme fatale que hizo de su nombre una garantía de autenticidad. Y aunque es cierto que últimamente su carrera ha dado varios pasos en falso —sus últimos tres discos, en especial el poco inspirado Madame X, lo demuestran—, su búsqueda insaciable por la novedad es una de sus mayores virtudes.
Y, justamente, ese es el espíritu de Finally Enough Love, la recopilación de 16 remixes de sus canciones que llegaron al número uno de las listas dance en Estados Unidos. El repertorio va desde “Everybody” (1982), su carta de presentación al mundo de la mano de un pegadizo estribillo de aires R&B y de música disco; hasta “I Don’t Search I Find” (2019), un tema de climas house que recuerda a los momentos más elevados del disco Erotica (1992). Todas se revitalizan gracias al aporte de los DJs que se encargaron de vestirlas de elementos pensados para conquistar las pistas de baile.
Finally Enough Love, que se publicó el viernes en plataformas digitales, es apenas la primera muestra de un proyecto aún más ambicioso: el de recopilar en un mismo trabajo a los 50 remixes de Madonna que fueron número uno. El resto de la colección se podrá escuchar el 19 de agosto.
Entre las ya publicadas aparece “Like a Prayer”, el capítulo más transgresor de su carrera. Junto a su voz llena de fe católica y de impulsos típicos de la mejor música disco, presentó un videoclip que escandalizó al Vaticano. La imagen de la artista quemando cruces y usando lencería negra en una iglesia resume a la perfección su espíritu rupturista.
“Mi padre era muy estricto conmigo, y yo veía una disparidad entre la libertad de mis hermanos y mi falta de libertad”, le comentó en 2016 a la revista Rolling Stone. “Y la iglesia católica, todas esas reglas... ¿Por qué yo tenía que usar un vestido cuando ellos podían usar pantalones? Yo le decía a mi papá: '¿Jesús me va a amar menos si uso pantalones? ¿Me voy a ir al infierno?’ Mi adolescencia estuvo plagada de 'por qué' sin respuesta. Y puesto que nunca las encontré, incendié todo”.
La polémica en torno a “Like a Prayer” —que incluyó el quiebre de un millonario acuerdo publicitario con Pepsi tras la presión del Vaticano— fue la semilla del álbum Erotica y del libro Sex, ambos de 1992, donde exploró más que nunca su sexualidad. “En esa época recibía comentarios como: ‘Estás promoviendo tu sexualidad y sos una puta’ o ‘Estás haciendo esto para llamar la atención porque no tenés talento’. Yo pensaba: ¿Por qué no puedo ser sexual inteligente? ¿Por qué no puedo pavonearme en un escenario como Mick Jagger y que no me encasillen como una muñequita?’ No lo entendía”, recordó.
Pero el tiempo puso las cosas en su sitio. Erotica influyó a artistas como Beyoncé, Britney Spears, Miley Cyrus Lady Gaga y Christina Aguilera, y marcó una nueva óptica en la forma de componer en el pop. Además, fue una de las primeras grandes reformulaciones de la carrera de Madonna, que, como demuestra Finally Enough Love, es una constante en su vida.
Luego de Erotica vendrían grandes discos como Ray of Light (1998), Music (2000), Confessions On the Dance Floor (2005) y Hard Candy (2008), que la acercarían a nuevas generaciones gracias a una lista de éxitos que va desde, justamente, “Ray Of Light” hasta “4 Minutes” (grabada con Justin Timberlake). Y si bien trabajos como MDNA (2012), Rebel Heart (2015) y Madame X (2019) dejan pocos momentos memorables, la salida de su nueva recopilación es un recordatorio de lo mejor de una artista que siempre está lista para dar una nueva sorpresa.