Cuando se dispone a responder las preguntas de El País que le llegaron por mail, María Becerra atraviesa las horas previas de un nuevo show de su gira Tour 24. Es jueves 7 de noviembre y, según cuenta, está en su habitación de hotel en Querétaro, México. “De fondo está sonando un tema que vengo escuchando bastante: ‘Push 2 Start’ de Tyla, una cantante sudafricana que la está rompiendo fuerte”, describe.

Becerra se encuentra en un proceso de expansión de su carrera. En marzo hizo historia al convertirse en la primera cantante argentina en agotar dos shows en el estadio de River Plate, y allí lanzó su gira más ambiciosa hasta la fecha: ya recorrió España, Estados Unidos y México, y el sábado 30 regresará a Uruguay para ofrecer su concierto más convocante en Montevideo.

Se presentará en la Rambla Club de Golf, y tendrá a Luana y a Facundo Balta como artistas invitados para la apertura. Las entradas están a la venta en RedTickets, y los precios van desde 1920 a 2720 pesos. El paquete VIP Automático —cuyo nombre se inspira en uno de sus mayores éxitos— se agotó hace meses, y los ingresos para el VIP están a punto de agotarse.

Su concierto incluirá hits como “Ojalá”, “Adiós”, “High”, “Corazón vacío” y “Miénteme”, y tendrá espacio para varias de las canciones que publicó este año: “Agora”, “Cuando te vi”, “Imán (Two of Us)”, “Primer aviso” y la flamante “Sexo es la moda”, grabada junto a Yandel. Como ya lo demostró en sus visitas anteriores, el intercambio con el público tendrá un rol clave en el recital. “Hablar con la gente siempre fue muy importante para mí; quiero conocerlos, conocer sus historias, qué les pasa por la cabeza cuando escuchan mis canciones y demás”, comenta.

En la previa, va a esta entrevista con Becerra. Para acercarse al clima en que la artista respondió a estas preguntas, se recomienda tener "Push 2 Start" de fondo.

—Cada una de tus visitas coincidió con un momento especial en tu carrera: en 2022, por ejemplo, llegaste al Antel Arena dos días después de haber lanzado La nena de Argentina. ¿Cómo analizás la relación que has construido con el público uruguayo?

—El vínculo que tengo con Uruguay es muy lindo. Siento que la gente de Uruguay tiene una energía increíble, y eso me marcó desde el comienzo. Y como decís, cuando estuvimos en el Antel Arena en 2022, justo estaba saliendo La Nena de Argentina, lo que hizo que ese show se sintiera muy especial; las canciones recién empezaban a sonar en vivo y fue mágico compartir eso con ellos. Cada visita fue distinta, pero siempre están ahí, fieles, acompañándome en cada paso. Es como si creciéramos juntos.

—Este recital va a ser el más convocante de tu carrera en Uruguay. ¿Qué podés adelantar del concierto y qué significa para vos, en el marco del Tour24, cantar en la Rambla de Punta Carretas?

—Este show en Montevideo va a ser único. Es uno de los últimos del Tour24 y también de los últimos del año, así que tiene un valor enorme para mí. La rambla de Montevideo es uno de los lugares más lindos, y cada vez que venimos de gira pasamos por ahí con el equipo para compartir, tomar unos mates y recargar energías. Además, estoy supermotivada porque, desde la última vez que vinimos, tenemos muchas canciones nuevas, ¡así que estoy ansiosa por ver cómo las cantan en vivo!

—Hablando de recitales, en el primero de tus dos shows en River viviste un momento sumamente significativo: luego de los imprevistos que obligaron a retrasar el concierto, saliste a escena con “La Nena de Argentina” y cuando cantaste “No hay nadie que me tumbe, en esta casa no hay peligro de derrumbe”, tu actitud en el escenario se transformó por completo. ¿Cómo recordás ese instante?

—Uff, sí, fue un momento complicado. Tuvimos algunos imprevistos que retrasaron el show, y te podés imaginar cómo estaba yo detrás de escena. Aunque en realidad estaba debajo del escenario previo a salir, yo escuchaba todo: los handies de la crew que estaba trabajando contrarreloj para lograr el show, mis compañeros emocionados y a la vez un poco desconcertados, la gente gritando que salgamos igual, sin pantallas, pero la verdad es que las pantallas eran una parte clave del show. Fue todo un desafío, pero se logró. Cuando salí y empecé a cantar “La Nena de Argentina”, sentí una energía completamente distinta. Fue como si todo lo que había pasado antes se iba disolviendo, como un mal recuerdo, a medida que avanzaba el show. Y sí, esa frase, “No hay nadie que me tumbe, en esta casa no hay peligro de derrumbe”, definitivamente me dio mucha fuerza, y ver cómo la gente la cantaba con tanta emoción me llenó de energía. Fue un momento de mucha conexión, no solo con el público, sino también conmigo misma, de decir: llegamos hasta acá, vamos para adelante y a darlo todo.

—Este año grabaste con artistas que fueron tus referentes, como Ivy Queen, Yandel, Gloria Trevi y Michael Bublé. ¿Qué representa para vos, que como mencionaste en River “te costó mucho que alguien confiara” en tu talento, que ellos quisieran grabar contigo?

—Cada uno de esos artistas, con su trayectoria y su influencia en la música, representa algo muy grande, y que me tengan en cuenta para colaborar es un honor enorme. Grabar con ellos para mí también es una confirmación de que todo lo que vengo trabajando durante estos años está dando sus frutos. Además de todos esos artistas, nunca dejo de agradecer a J Balvin, que fue uno de los primeros en darme el espacio para colaborar en “Qué más pues?”. Este año, incluso me llamó para subirme a cantar en Coachella, y fue una locura llegar a un escenario así. Esas oportunidades son las que realmente me siguen motivando a seguir creciendo y a seguir soñando a lo grande.

—Durante tu gira por Europa, anunciaste que dejarías de usar X después de recibir una serie de críticas que te llevaron a experimentar desde ataques de llanto hasta episodios de ansiedad y pánico. En un recital en España, comentaste también que muchas veces la gente no mide sus palabras, lo cual puede causar mucho daño. ¿Cómo viviste este proceso a nivel personal, y qué importancia le das a visibilizar ese tema para que el insulto no sea, como dijiste, “parte de la fama”?

—Fue muy difícil, pero hoy siento que fue lo mejor. Nunca imaginé que las redes sociales, que desde mis comienzos usaba como un espacio para conectar y compartir con mi gente, pudieran generar tanto daño. A veces, las personas no son conscientes del peso que tienen sus palabras, y no solo me afecta a mí, sino a cualquiera que esté expuesto de alguna manera. Lo más doloroso es que muchas veces esas críticas no son constructivas, sino simples ataques que no suman en nada, y la gente no mide el impacto de lo que dice. Creo que es fundamental que todos entendamos el poder que tienen nuestras palabras, y que eso no se transforme en algo que se acepte como algo natural.

—En tu cumpleaños número 24, escribiste: “Agradezco que aunque nací prematura y estuve varios días en una incubadora porque tenía problemitas en mis pulmones hoy son mis pulmones los que cantan conmigo”. Ahora que estás en medio de tu gira más abarcativa, ¿qué significado le hoy das a ese mensaje? ¿Recordás que motivó esa reflexión?

—Creo que en ese momento estaba atravesando una etapa de pura reflexión. Estábamos en medio de los ensayos para los shows en River, y lógicamente, me replanteé un montón de cosas. Ese día sentí la necesidad de recordar de dónde vengo y de agradecerme por todo lo que hemos superado para llegar hasta acá. Darme cuenta de en qué momento de mi carrera estoy, haciendo lo que amo y con la voz como mi principal herramienta, me llena de emoción. Hoy, a nueve meses de ese post y en medio de una gira gigante, siento que cobra más sentido todavía.

—Estás grabando tu tercer disco y en una entrevista mencionaste que va a tener un “concepto más dark y melancólico”. Va a ser, por lo tanto, un disco sumamente diferente al de La Nena de Argentina. ¿Cuál fue el punto de partida de esta búsqueda?

—El punto de partida fue explorar sonidos nuevos y experimentar con una estética más oscura y melancólica, lo que me permitió conectar con una parte de mí que quería transmitir. A diferencia de La Nena de Argentina, donde había una mezcla de géneros y una energía muy eufórica, en este disco decidí reducir mucho más los géneros, enfocándome en una propuesta más definida. Esto me dio la oportunidad de profundizar, sin perder la esencia de lo que soy como artista.

—Este año te aventuraste en el doblaje de Mi villano favorito, grabaste canciones en francés e italiano, y en “Imán (Two Of Us)” terminás con una whistle note. Estos ejemplos reflejan tu interés en evolucionar como intérprete. ¿Qué tan importante es para vos encontrar nuevas maneras de cantar, y qué balance hacés de tu desarrollo vocal, desde tus inicios con el EP 222 hasta hoy, con “Sexo es la moda”?

—Para mí, es superimportante seguir explorando nuevas maneras de cantar. Soy muy inquieta, me gusta evolucionar y no quedarme en un solo lugar. A lo largo de este tiempo, pude experimentar con diferentes estilos, tonos y técnicas vocales, y creo que eso se refleja en la evolución de mi música. Mi desarrollo vocal ha sido y es un proceso de constante aprendizaje, tanto con mi profesora de canto como al entrar al estudio, y por supuesto, con el vivo. Cada single es una apuesta en la que me reto a ser más versátil y a conectar con mi voz de maneras que nunca antes había probado.

—Tu EP 222 y la canción “High” recientemente cumplieron cinco años. ¿En qué pensás cuando recordás ambos proyectos y qué sentís que se mantiene intacto de aquella chica de Quilmes que daba sus primeros pasos en la música?

—Pensar en 222 y en “High” me genera una mezcla de nostalgia y felicidad. Fueron los primeros pasos, el comienzo de todo. La incertidumbre, la emoción... y ahora, al mirar atrás, me doy cuenta de cuánto crecí. A pesar de todo lo que cambió, reconozco que hay algo que sigue intacto: la pasión y las ganas de seguir compartiendo mi música, de conectar con la gente. Eso sigue siendo lo mismo. Aunque las circunstancias hayan cambiado, la esencia de todo lo que soñé en su momento sigue presente en todo lo que hago.