ENTREVISTA

Mocchi, el artista que quiere cambiar el mundo con sus canciones y no para de crecer gracias a la gente

Tras llenar el Solís y a poco de haber editado su nuevo disco, el cantautor se presentará en un ciclo de Sala del Museo. Antes charló con El País.

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 Mocchi
Mocchi, el cantautor uruguayo se presenta este jueves en la Sala del Museo.
Foto: Estefania Leal

Por Manuella Sampaio
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"Todo, absolutamente todo”, contestaMocchi sobre qué ha cambiado desde La velocidad del paisaje, su primer disco, que cumple 10 años.

“Fue hecho desde la precariedad y por el impulso de un montón de amigos y gente de la música que fui conociendo”, dice. “Pero vivía en condiciones muy precarias y en mi familia no hay gente que se dedique a la música; realmente me costó. No sabía lo que era grabar, mezclar y masterizar”.

Sin embargo ese padecimiento le trajo la experiencia para que Mañana será otro disco, su segundo álbum, se disfrutara más. Lo grabó en esta misma casa donde ahora charlamos, en el barrio de La Aguada. “Pensé: 'nunca más voy a padecer para hacer un disco, eso no lo voy a pasar de nuevo, y no quiero que lo pasen mis amigos tampoco’”, recuerda.

Y ahí tomó la decisión, por ejemplo, de invertir la paga recibida por ser telonera de Paul McCartney en el Estadio Centenario en 2014, en equipos y autogestionar sus discos.

Desde entonces llevó su música a, entre otros destinos, Argentina, Brasil, Estados Unidos y hasta Serbia, donde una malabarista argentina dejó sus canciones y Mocchi terminó vendiendo entradas de sus shows por streaming al público local. "Las canciones viajan mucho más de lo que me pueda imaginar”, señala.

Pero en este tiempo, también vio a su banda separarse después de una temporada traumática —con huracanes de por medio— en México; trabajó en la banda de sonido de la película La uruguaya que acaba de estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Punta del Este; lanzó su tercer disco 1990; fortaleció redes de autogestión y a través de ellas llenó salas, entre ellas el Solís. Todo eso, cuenta, siempre gracias a gente que creyó en su propuesta.

“Si me dedico a eso es porque mucha gente creyó en mí, porque yo no me creía nada; hoy me creo un poco”.

—¿Solo un poco?

—Sé que hay gente que me cree más que yo.

—¿Te molesta que te sigan preguntando sobre tu identidad de género?

—No. Estoy todo el tiempo dando explicaciones con relación a mi identidad. Y si esa es la manera de que mi existencia controversial sirva, voy a seguir dando explicaciones. Parte de tratarme con respeto es tratarme como me autoreferencio, de todas maneras entiendo que es difícil, la gente ve que tengo tetas me dicen "ella", si las tetas no se ven me tratan de chabón y es peor porque me dicen: “mirá cómo está esta minita” y nada que ver: no soy ese tipo de chabón. Prefiero que piensen que soy una piba que un varón cis. La masculinidad que estoy construyendo es otra, donde no me va enojar si me dicen “ella”; no me enojo. Sí sé que no es mi identidad, pero no me va a generar ninguna confusión.

— Has dicho que lo que realmente querés con tus canciones es cambiar el mundo. Más allá de lo simbólico, ¿cómo se pone en práctica?

—Para mi hacer la revolución es generar, por ejemplo, una red de personas de confianza —eso ya es revolucionario—, y que se haga cada vez más grande. Yo tengo grupos de WhatsApp con mi público en cada ciudad donde voy a tocar y me avisan cuando llegan a su casa después del show y yo les aviso cuando llego a la ciudad a la que voy, porque saben que voy manejando 600 kilómetros. Mi espectáculo pasa por un lugar donde hay una red de contención en el público y generar que un montón de gente se movilice por una idea en común. El encuentro es revolucionario. El encontrarse y decir: "che eso no está bien, hay que cambiarlo". Y me ha pasado de terminar teniendo reuniones con autoridades, porque llevo las cosas a ese lugar, pero no como un reclamo mío: viene de lo colectivo.

Este noche, Mocchi se presenta dentro del ciclo Música en Patio del Museo de la Sala del Museo. Es a las 20.00 y quedan entradas por RedTickets a 700 pesos.

Allí hará un repaso por varias fases de su proyecto musical pero, advierte: será un “show triste”.

“Mis espectáculos son ante todo honestos”, dice sobre eso. “Siempre trato de hablar de las emociones y estoy pasando un momento triste en mi vida. Es lo que estoy vibrando y voy a hacer un show con cuerdas y piano, con tristeza y dolor presentes”.

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