Montevideo Sonoro, el proyecto que nació como web, se volvió libro y ahora recorre Ciudad Vieja con canciones

Un paseo a cargo de Daniel Machín, Sebastián Casafúa y Carlos Dopico propone redescubrir la Ciudad Vieja a través de varios clásicos de la canción montevideana, y ya agotó sus dos primeros recorridos.

Compartir esta noticia
montevide sonoro.jpg
Carlos Dópico y Sebastián Casafúa.
Foto: Leonardo Mainé.

El aroma ahumado de las parrillas se encuentra con el aire del puerto e inunda los alrededores con el perfume que atrae a los turistas y hace sollozar al uruguayo exiliado que vuelve a su tierra. En los auriculares, Jaime Roos pellizca los acordes murgueros de su guitarra, y Freddy “Zurdo” Bessio lararea una tercia nostálgica. “Viejo Mercado del Puerto, / Campanea tu reloj”, canta Pablo “Pinocho” Routin. La canción se llama “Pa’l mercado” y es de 1995, pero este frío mediodía de julio suena tan certera y espontánea como cuando se publicó.

Es jueves 16 de julio, y una veintena de periodistas marcan el ritmo de marcha-camión con el pie, mientras Carlos Dopico prepara la salida. Algún transeúnte mira con curiosidad y trata de sacar algún dato. No porque haya varias cámaras de televisión en la vuelta: toparse con una ronda de personas que escucha música en auriculares casi sin hablar rompe la rutina de los “despachantes laburando” que describe “Pa’l mercado”. Algo está a punto de pasar.

Junto a Dopico —que durante años fue periodista de La Tele y condujo La Púa— están el músico Sebastián Casafúa y el también periodista Daniel Machín. Los tres preparan el debut del nuevo formato de Montevideo Sonoro, un valioso proyecto que nació en 2014 y que ya vivió varias vidas.

daniel machin.jpg
Daniel Machín, Sebastián Casafúa y Carlos Dopico.
Foto: Leonardo Mainé.

Motivados por “Siestas de mar de fondo”, la canción que fotografía la esquina de Durazno y Yaro, Machín y el ya fallecido Gabriel Bentancor iniciaron un proyecto interactivo de georreferenciación de temas que hacen alusión a la capital. Comenzó con una página web con más de 300 canciones, fue libro, playlist colosal de Spotify y ahora se transforma en un recorrido inmersivo por la Ciudad Vieja que ya agotó sus dos primeras funciones.

Justo cuando el coro murguero de “Pal’ mercado” describe a personajes como Marta Gularte y Fosforito, Dopico da un paso al frente. Explica, con un micrófono de guía turístico y un ritmo sosegado que recuerda a sus informes en Telemundo, cómo será la dinámica: durante 80 minutos se recorrerán unas 15 cuadras —desde el Mercado del Puerto hasta el Teatro Solís, con escalas en las plazas Zabala y Matriz— y se escucharán canciones que complementará con datos sobre su inspiración y contexto. Todo sucederá a través de los auriculares inalámbricos de Domo Silent, la empresa de Casafúa que trabaja con eventos silenciosos.

Es entonces cuando empieza a sonar “Calle Yacaré”, de Roberto Darvin, e inicia el recorrido. Mientras el candombe se encuentra con las guitarras milongueras y las descripciones de personajes desfilan como en un cortometraje de tres minutos, los auriculares —aislantes y de largo alcance— invitan a que cada participante establezca su propia relación con el paseo. Algunos se detienen en los adoquines y en los balcones y otros están atentos a los comentarios de Dopico.

montevideoo.jpg
El paseo de Montevideo Sonoro.
Foto: Leonardo Mainé.

“Lo importante es que el oyente que está recorriendo construya su relación con la canción o que la redescubra”, le dirá luego el guía a El País. “Lo interesante es ver las reacciones en simultáneo; es una especie de complicidad que recuerdo haber vivido en los noventa cuando iba en el ómnibus y otra persona iba escuchando la misma radio que yo en los auriculares”. Es algo que se verá más tarde, cuando el estribillo de “Candombe de la Aduana”, de Níquel, haga canturrear y le saque una sonrisa a unos cuantos periodistas.

La selección de canciones es variada en estilos, intérpretes e inspiraciones. Hay lugar para obligatorias como “La hermana de la Coneja”, de Raúl Castro y Roos; y “Viveza”, de Fernando Cabrera, que hablan explícitamente la Ciudad Vieja. Pero también están las sutiles que, como dice Dopico, “usan al barrio como una escenografía concreta y real”. Es una experiencia para redescubrir Montevideo a través de canciones y una excusa ideal para jugar a ser turista por una tarde y encontrar la belleza en lo que se olvida por ser cotidiano.

El debut oficial iba a ser mañana, pero se pospuso para el domingo por mal tiempo. Los primeros dos recorridos ya están agotados, pero habrá otros dos el sábado 31 (14.00 y 16.30). Las entradas se venden en RedTickets a 660 pesos, y la experiencia es fascinante.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar