K-Pop
El K-pop sigue creciendo y tendrá su primer disco hecho en Uruguay
Hace seis años, el K-Pop fue tendencia mundial gracias a “Gangnam Style” del cantante PSY, y si bien ese hit ya no ostenta el primer puesto en Youtube, ni esa canción es el reflejo más fiel de lo que este estilo musical representa o comprende, en Uruguay los coletazos de ese fenómeno no han desaparecido.
Hace cinco años se fundó Korea Fans Uruguay, un colectivo que busca promocionar la cultura de Corea del Sur con eventos multitudinarios, y no ha parado de sumar adeptos. Analaura Burgos, una de las coordinadoras de la agrupación que se encarga de trabajar en eventos culturales junto a la Embajada surcoreana, dijo a El País que “el crecimiento ha sido exponencial en Uruguay y América Latina”.
Burgos comenzó a aprender el idioma a partir de tutoriales de Youtube, blogs o por recomendaciones de amigos. Cuando empezó a adentrarse en la cultura, en 2010, “era más difícil encontrar la información, pero los que comenzamos en esa época, empezamos parecido”.
Korea Fans organiza todos los años el K-Pop Montevideo, un concurso de baile a nivel nacional que comenzó en 2015, y que según Burgos es un espacio “que generamos para que los aficionados que les gusta bailar se puedan mostrar”. También coorganizan el K-Pop World Festival junto a la Embajada (aunque este año no se realizará), del que se eligen un conjunto de danza y uno de canto para que represente al país en el Mundial que se realiza desde 2013 en Corea del Sur.
Solo los mejores 14 grupos del mundo llegan al evento, y Uruguay participó una sola vez con el grupo Crystal, que integran las hermanas Verónica y Cecilia De los Santos e Yliana Álvez, y que logró llevarse el premio del público en 2015.
Las chicas afirman que nunca van a olvidar esa experiencia. “Había un frío de morirse”, dice Cecilia De los Santos; “había cuatro grados bajo cero y nosotras con vestiditos, así que estábamos muertas de frío, aunque estar las tres solitas frente a todo ese público fue algo increíble”.
Después de haber sido premiada por el público en el Mundial, la banda Crystal no ha parado de viajar por el continente. Se presentó en Ecuador, Colombia y Argentina y espera lanzar su disco, el primero de K-pop uruguayo, este año, reflejo de cómo ha aumentado el consumo del género a nivel nacional.
De los Santos cuenta que en las primeras ediciones del K-pop World Festival local eran pocos grupos que se presentaban, y que el año pasado eran más de 80 los anotados que buscaban representar a Uruguay en el certamen internacional. A esa edición del año pasado, además, fueron casi 2.000 espectadores que colmaron la sala principal del Auditorio Adela Reta.
Otra muestra del crecimiento del público es que hace solo tres semanas, la Sala Zitarrosa también se vio colmada de fanáticos que llegaron para ver un poco de canto y baile en la K-Pop Montevideo 2018, que tendrá un segundo evento cerca de fin de año, confirmó Burgos.
Para Cecilia De los Santos, lo llamativo el K-pop es que los integrantes, además de cantar y bailar muy bien, “tienen una visual que llama la atención”, y agrega que “los espectáculos son tremendos y si bien son pop, el nivel de producción de lo estético es muy llamativo”.
Eso ha cautivado a una cantidad de jóvenes occidentales, que hacen que las bandas coreanas sean tendencias en Twitter cada semana, y que aparezcan en las listas de éxitos comerciales de Billboard.
Amor coreano.
Pero además del K-pop, Uruguay ha demostrado un interés general por la cultura coreana. Actualmente hay un curso del idioma en la universidad Ort, cinco restaurantes en Montevideo, se han emitido telenovelas, hay un festival de cine coreano y las muestras culturales que organiza la Embajada, ahora se hacen en el Palacio Peñarol.
“El paquete cultural de Corea del Sur es muy consumido en América Latina”, dice Burgos, “porque además de consumir la música, ellos te venden el idioma, la cultura, la cocina, el turismo y la historia. Se entrelaza todo, porque para conocer el idioma tenés que entender la cultura, y así. A la vez, eso te da ganas de conocer más, viajar y verlo de primera mano. Todo invita a la retroalimentación, y es superinteresante”, agrega.