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"Never Gonna Give You Up", el hit nostálgico de Rick Astley que revivió gracias a un meme

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Rick Astley. Foto: Captura de YouTube.

HISTORIA DE UNA CANCIÓN

"Never Gonna Give You Up" estuvo a punto de no editarse y se convirtió en uno de los mayores éxitos de 1987; 20 años después tuvo una nueva vida gracias a internet

"Never Gonna Give You Up”, el enorme hit ochentero de Rick Astley que seguramente sonará en la Noche de la Nostalgia, es el ejemplo más claro de que el consumo irónico puede traer unos cuantos beneficios. Lo que surgió en 2007 con una broma en internet llamada “Rickrolling” fue el impulso necesario para revivir una carrera que, desde hace tiempo, estaba acabada.

Pero esa no fue la única vez que esa canción le cambió la vida. En 1987, cuando se volvió un éxito mundial gracias a su estribillo pegadizo, la voz profunda del cantante y el extraño baile que la acompañaba, Astley necesitaba un golpe de suerte que le permitiera demostrar que era mucho más que una promesa musical. El inglés nacido en Newton-le-Willows había sido fichado por la discográfica RCA luego de que el productor Pete Waterman lo descubriera cantando en un pub junto a FBI, su primera banda.

Su voz de barítono, con una textura similar a la de Roy Orbison, y su rostro de galán juvenil era lo que necesitaba la discográfica para construir un nuevo ídolo adolescente. Pero Astley no la tuvo tan fácil. Es verdad que lo contrataron para ser parte del popular equipo de producción Stock Aitken Waterman —el trío detrás de éxitos como “You Spin Me Round (Like a Record)”, de Dead or Alive; y “Venus”, de Bananarama—, pero tuvo que enfrentarse a unas cuantas pruebas antes de pasar al frente.

Entró al equipo a inicios de 1985 y se pasó dos años operando cintas magnetofónicas, grabando duetos para artistas olvidados como O’Chi Brown (“Learning To Live”) y —como lo recordó tantas veces— encargándose del té. Pero todo tenía un motivo, al menos así se lo decían sus productores: prepararlo para cuando llegara el momento de salir al mercado.

Tuvo que esperar hasta octubre de 1986, cuando un comentario dicho al pasar fue suficiente para componer un clásico instantáneo.

La historia es la siguiente: Pete Waterman —una de las tres cabezas de la productora— se había pasado casi tres horas en el estudio hablando por teléfono con su pareja. Apenas cortó, Astley lo miró, y decidido le dijo: “You’re never gonna give her up” (“Nunca vas a renunciar a ella”, en español).

Rick Astley - Never Gonna Give You Up

Según reveló Waterman en el podcast A Journey Through SAW, esa frase fue suficiente para inspirar un hit. Cambiaron el foco a “Never Gonna Give You Up” y convirtieron a Astley en el mensajero de una declaración de lealtad a una pareja que se prepara para dar el primer gran paso en su relación.

Sin embargo, prefirieron lanzar la carrera de Astley con “When You Gonna” (1986), un dueto techno con Lisa Fabien que se metió en las listas de éxitos de Holanda y Bélgica. A pesar de la buena recepción, Astley quedó desilusionado con su equipo. Pero 1987 le daría una revancha: el 1° de enero, y luego de tanta insistencia, grabó “Never Gonna Give You Up”. Inspirados en la irresistible línea de bajo sincopada de “Trapped”, un éxito de 1985 registrado por Colonel Abrams, le agregaron pegadizos arreglos de cuerdas, vientos y sintetizadores capaces de hacer bailar hasta al más reticente.

Pero como suele pasar con los grandes clásicos, había algo que no convencía a los productores y prefirieron guardarla durante ocho meses. Finalmente, en julio salió al mercado junto a un videoclip que fue furor en MTV. Astley tenía razón: “Never Gonna Give You Up” fue un éxito instantáneo. Fue la canción más vendida de 1987 en Inglaterra y llegó al número uno en 25 países. Su disco debut, Whenever You Need Somebody, lanzado en noviembre, fue aún más grande: vendió 15 millones de copias en todo el mundo.

"rickrolling"

El renacimiento de un hit gracias a los memes

Después de semejantes cifras, a Astley no le fue nada fácil tratar de emular el éxito de “Never Gonna Give You Up”. Logró algunos hits como “She Wants To Dance With Me” y “Hold Me In Your Arms” —ambas de 1988—, pero su carrera no tardó en perder impacto. Terminó sumándose a la temida lista de los one-hit wonder y, después de apostar por otros dos álbumes de canciones románticas, en 1994 decidió retirarse. Decía que quería criar a su hija Emilie, pero años más tarde admitió que estaba frustrado con los malos negocios en torno a su carrera. En 2001 tuvo un tímido regreso con el disco Keep It Turned On, pero ni la salida de un álbum de grandes éxitos lo ayudó a reencontrarse con su época de oro.

Rick Astley - She Wants To Dance With Me

Sin embargo, una broma de internet fue la responsable de su renacimiento. Era mayo de 2007 y a un usuario del foro online 4chan se le ocurrió una idea bastante inocente que se volvió viral enseguida: publicó un link que supuestamente llevaba a un tráiler del videojuego Grand Theft Auto IV, pero cuando la gente ingresaba se encontraba con el videoclip de “Never Gonna Give You Up”.

Así nació el rickrolling, una idea ingenua que resultó ser más efectiva que cualquier intento de Astley por volver a la cima.

La broma terminó de explotar en el Día de los Inocentes de 2008, cuando varias compañías y sitios web —incluso YouTube— “rickrollearon” a sus usuarios con anuncios falsos que llevaban al videoclip. Para finales de año, 18 millones de estadounidenses habían caído en la trampa. El consumo irónico de la canción infló las cifras del video en YouTube y se convirtió en un éxito inesperado. Actualmente acumula 1.271 millones de reproducciones y es la cuarta canción de los ochenta con más visualizaciones en la red.

El “rickrolling” se consolidó en los premios MTV Europa de ese año, cuando miles de personas lo votaron para que ganara en la categoría de “mejor artista de la historia”.

Rick Astley en los premios EMA 2008

“Es un poco espeluznante, ¿no?”, dijo Astley tras recibir la noticia. Pero enseguida entendió que podía aprovecharse de la situación. “Voy a ser sincero”, le dijo al podcast Consequence al analizar este fenómeno. “Esto impulsó mi carrera y mi cuenta bancaria. Sé que algunos artistas se horrorizarían si esto les pasara con una canción a la que le pusieron tanto empeño. Pero no me avergüenza todo lo que me pasó”.

Con ese impulso, en 2016 se animó a volver a la escena musical. Lanzó 50, un álbum que debutó en el número uno de las listas inglesas, y salió de gira por todo el mundo. Cantó “Never Gonna Give You Up” con los Foo Fighters y hasta la regrabó en una versión acústica para el disco The Best of Me (2019). Pero la historia no termina ahí: la semana pasada volvió a ser noticia al recrear el videoclip para una publicidad de una agencia de seguros estadounidense.

El consumo irónico, queda claro, puede ser beneficioso.

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