Oasis, la banda que fue más que música, tocó el cielo y termina su guerra para cumplir el sueño de millones

Fue uno de los grupos más importantes de su tiempo, pero en 2009, justo antes de salir a tocar, una última pelea salvaje marcó el final. Ahora, los hermanos Gallagher anuncian el regreso de Oasis y los fans quieren creerles esta promesa.

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OASIS
Oasis en 2008, a poco del colpaso final.
Foto: Archivo

Una forma de ser, de vestir, de mirar. Un sonido, una estética, una melancolía infinita y lánguida, una arrogante indiferencia. Un atuendo y un estado parecido a una foto con barrido, y también una fantasía. Algo que fue más que música y que para “una generación”, ese corte temporal tan irrestricto, tan difuso, se volvió un lugar de pertenencia. Eso mueve el regreso de Oasis, quizás el anuncio musical del año, y sobre todo, un ejercicio de fe.

Este martes, Oasis confirmó la reunión de Liam y Noel Gallagher, fijó recitales y abrió la puerta a nuevos destinos, una esperanza para el séquito latinoamericano. Todo, apuestan sus propios admiradores en redes sociales, sujeto al conteo de una bomba de tiempo que tiene como epicentro la historia de dos hermanos que supieron volverse enemigos íntimos.

“Las armas se han silenciado. Las estrellas se han alineado. La gran espera ha terminado. Ven a verlo. No será televisado”, fue el mensaje con el que Oasis anunció el regreso. No hubo detalles ni declaraciones de índole personal, ni nada que explicar sobre las internas familiares. El público tampoco lo necesitó: a esta altura, lo único que se precisa es la noción de estabilidad. Los Gallagher, que se han herido tanto, ¿están listos para una era de paz? ¿Podrá la música ganarle a todo?

“Esto es. Esto está pasando”, fue lo otro que dijeron Liam y Noel al momento de confirmar el anuncio. Así, lanzaron una gira de 14 conciertos bajo el título Oasis Live ‘25, que iniciarán el 4 y 5 de julio en el estadio de Cardiff y seguirán con cuatro funciones en el Manchester Heaton Park, cuatro en el Wembley de Londres, dos en Escocia y dos en Dublín. Las entradas se pondrán a la venta el sábado y, se aclaró, estas serán las únicas presentaciones europeas de 2025.

“Hay planes en marcha para que OASIS LIVE ’25 llegue a otros continentes fuera de Europa a finales del próximo año”, se agregó, como un prometedor aviso.

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Liam y Noel Gallagher en 2024, por la vuelta de Oasis.
Foto: Difusión

Caín y Abel, con la biblia del rock: la historia de Oasis

Fundada en 1991 en Manchester sobre la base de un grupo que primero tuvo a Liam y que luego, a pedido de este, incorporó a Noel, Oasis alcanzó la fama con Definitely Maybe (1994), un disco arrojado que tenía hits como “Live Forever”, “Cigarettes & Alcohol” y, entre otros, “Rock ‘n’ Roll Star”. Y estalló su impacto con (What’s the Story) Morning Glory? (1995), un aporte al canon del rock mundial.

El grupo creció en un contexto singular en el que se triangulaban la sombra de bandas británicas que ya habían revolucionado el rock (los Beatles a la cabeza de una lista larguísima), el ascenso paralelo de Blur, el otro gran exponente del britpop de la época (una etiqueta de la que siempre renegaron) y su mayor “competencia”, y la explosión del grunge que convirtió a Nirvana y Kurt Cobain en leyendas.

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Oasis, con los Gallagher al frente y a distancia, en los años 90.
Foto: Archivo

Los Gallagher portaban una rabia musical distinta, que no era tan explosiva como la que sacudía el rock americano, sino que iba por una irreverencia profundamente smithiana. Su propuesta era un sincretismo de melodías pop, influencias tradicionales e impronta directa, traducida en canciones que miraban por encima del hombro y se regocijaban en algo de angustia existencial, mientras montaban sobre la guitarra de Noel.

(What’s the Story) Morning Glory? vendió 22 millones de copias en el mundo y tuvo clásicos como “Don’t Look Back in Anger”, “Champagne Supernova” y, claro, “Wonderwall”, considerada la 95° mejor canción de todos los tiempos según el famoso listado de la revista Rolling Stone. Un año después, reunieron a 250 mil seguidores en dos conciertos en Knebworth Park.

Desde entonces, hubo más buenos discos, pero ninguno como aquellos. En ese derrotero, las tensiones entre los Gallagher —Noel con el mérito del principal compositor, Liam con el don del carisma— eran constantes y, como dijeron ellos mismos en el documental Supersonic de 2016, “había dos luchando por el puesto de primer ministro”. Así, cualquier gobierno está destinado al colapso.

Caín y Abel pulidos por la Biblia del rockstar, el duelo de hermanos surcó Oasis desde el origen y se fue condimentando entre egos, drogas y alcohol. En 1994, durante un recital en Los Ángeles, Liam le tiró a Noel la pandereta por la cabeza, y este abandonó temporalmente el grupo. En 1996, Liam llegó tarde a la grabación del MTV Unplugged, se negó a presentarse y Noel, alegando enfermedad de su hermano, se hizo cargo de todas las canciones, mientras el menor de los Gallagher miraba desde el palco. Cuatro años después, una discusión de dormitorio en la que Liam habría sugerido que Noel no era el verdadero padre de su hija Anaïs, terminó con golpes de puño y un labio partido.

El 28 de agosto de 2009, antes de tocar en un festival en París, una pelea salvaje con rotura de una guitarra y la cancelación del concierto, marcó el final. “La gente escribirá y dirá lo que quiera, pero simplemente no podía continuar trabajando con Liam un solo día más”, escribió Noel apenas unos segundos después.

A partir de ahí, iniciaron sus respectivos proyectos solistas con los que visitaron Montevideo (primero vino Liam con Beady Eye e ignoró el repertorio del pasado; en 2016, Noel y sus High Flying Birds le hicieron lugar a varios clásicos de Oasis), y basaron su vínculo mediático en ataque, contraataque y hasta alguna demanda.

Pero quizás, por aquello de que el tiempo o la distancia sirven de cura, en los últimos años las cosas empezaron, a la vista del público, a suavizarse. El anuncio de este martes desató una ola de memes (y alguna crítica, asociada a los fines económicos de la reunión), todos a la altura de una dupla que supo estar en la cima y cayó por combustión espontánea. Los fans uruguayos que recientemente se deleitaron con el regreso de Astroboy, lo más cercano que hubo a un Oasis local, ya tuvieron un anticipo de lo que se podría llegar a vivir en esta gira. Si los Gallagher resisten y cumplen el reencuentro que durante 15 años soñaron millones alrededor del mundo, entonces ver a Oasis en vivo será, un poco, reencontrarse con aquellos que fuimos, cuando todo parecía sentirse como el fin del mundo y, sin embargo, la pasábamos tan bien.

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