LANZAMIENTO
La cantante y compositora adelantará este jueves en la Sala Hugo Balzo su nuevo disco, "Una", que presentará en cuatro capítulos
El material estaba pero, como siempre en su universo, había demasiada variedad. Mientras Lucía Severino despejaba el terreno consideraba hacer dos lados radicalmente diferentes -uno más tranquilo, otro “re heavy”, dice- o bien grabar dos discos, pero nada la convencía “porque igual en mi identidad también está la diversidad”, dice en charla con El País.
Fue en pandemia, en diálogos vía Zoom con su productor Álvaro Reyes, que la forma definitiva de Una se les apareció. ¿Y si el disco se entregaba en capítulos, se mostraba como partes de un todo, de ella, toda?
Eso es lo que empezará a mostrar este jueves, cuando adelantará el primer capítulo de Una en vivo en la Sala Hugo Balzo. Las entradas están a la venta en Tickantel y el show tendrá un bloque acústico e íntimo con versiones de su primer disco Los días, y un gran segmento con su renovada banda, Tránsito, que pondrá el foco en el segundo material, Presente contínuo. Abre la noche la banda Tales, en la que tocan su hija y su sobrino y que es, también, otro capítulo en su vida.
“Se tiende a segmentar y la gente tiende a segmentarse. Yo no, personalmente no. Soy un divague escuchando música, no tengo un norte, y capaz que conmigo cuesta decir: ‘Lucía hace tal cosa’. Y como que renuncié a eso yo”, dice Severino para explicar hacia dónde va Una. “Entonces esta vez lo estoy intentando hacer mejor, más enfocado. Todo lo que está ahí quiero que esté ahí, conscientemente”, asegura.
“Tengo menos miedo a exponerme”.
El primer capítulo de Una llegará a plataformas digitales en breve y muestra varias diferencias respecto al anterior repertorio de Severino. En “Pido” y “Las palabras” el texto es lo más relevante mientras que “Cuerpo” el foco está en el ritmo, en una base bien bailable. La banda tiene un rol más incidental y Severino cambia incluso su forma de decir y de cantar, menos aguda y con más énfasis en la intención.
La sonoridad general es el resultado de una búsqueda personal (Severino firma la gran parte de los créditos) y de un trabajo minucioso con Reyes como productor, y aunque tendrá variaciones entre los capítulos, será más pop rock. Los toques folk estarán, pero no tanto la raíz folclórica.
"Se tiende a segmentar y la gente tiende a segmentarse. Yo no, personalmente no"
¿Y de qué hablará Una? “Hay como una reconciliación, una madurez y unas ganas de decir cosas claras”, reflexiona Severino. “La palabra es todo lo que yo quiero de los vínculos, y parece que está tan devaluada... Es como que la palabra no existe, no importa, yo te digo algo y vos te olvidaste, y yo soy medio tradicionalista con eso. Me lo tomo re en serio, pero todo el mundo va muy rápido y capaz que yo soy muy lenta. Las palabras, para mí, sostienen el mundo”.
-El diseño de arte para este proyecto refleja algo mucho más artesanal porque estás algo cansada de lo digital. Sin embargo, el sonido de tu música ha estado bien volcado a lo digital. ¿Dónde encontrás lo más artesanal de tu proceso?
-En que todo o casi todo está puesto a medida; está reelaborado el sonido. Sé que el que lo escucha no sabe cuántas horas estuviste ahí adentro, pero tiene horas de trabajo fino. Fue otra la técnica hasta para grabar la voz, más teatral, como que está buscado todo y ahí está lo artesanal que se podría equiparar a un hilo y una aguja. Tiene algo de collage tímbrico, y me parece que la voz aparece distinta porque tiene espacio. Me di más tiempo, me estoy dando más tiempo.