MÚSICO

"El mejor candombero de la historia fue Pedro Ferreira”,le dijo Ruben Rada a El País meses atrás. “Quedé como el rey del candombe, pero el rey de verdad fue Pedro Ferreira. A él le afané todo”. En otra entrevista, Hugo Fattoruso también resaltó su obra: “Al conocer sus composiciones, te enamora más y te hipnotiza con su magia. Habla de una época con unas melodías de candombe increíbles”.

Si bien el nombre de Ferreira no es tan conocido entre las nuevas generaciones —el hecho de que varias de sus grabaciones fueran inhallables durante décadas, contribuye—, la influencia del músico fallecido en 1980 está presente en varios artistas fundamentales del cancionero uruguayo. Rada se formó en su histórica orquesta Cubanacán; Fattoruso suele interpretar “La luna vino al candombe” en sus recitales; Jaime Roos versionó algunas de sus composiciones con el grupo Repique; Washington “Canario” Luna incluyó dos de sus temas en Otra vez carnaval (1989), uno de los discos más vendidos de la música uruguaya; y sus “Biricuyamba” y “Ahí va la comparsa” son dos standards del ambiente candombero.

Más cerca en el tiempo, en 2015, La Ventolera grabó una excelente versión de “Se va la comparsa” junto a Cheché Santos, y en el carnaval de 2018, Yambo Kenia homenajeó la vida y obra de Ferreira con un espectáculo que se llevó el primer premio en la categoría de negros y lubolos.

A esta serie de homenajes se le acaba de agregar uno de enorme valor histórico: Pedro Ferreira, el rey del candombe, y su orquesta Cubancán, un disco editado por Ayuí/Tacuabé y el Centro de Documentación Lauro Ayestarán, que incluye todas las grabaciones que realizó entre 1957 y 1962.

El lanzamiento de esta antología de 19 canciones, que originalmente se publicaron en discos de 78 RPM y en MP (discos de 33 RPM con cuatro canciones de cada lado), permite que las versiones originales vuelvan a estar a disposición del público, y así se aprecie la calidez de su voz y el nivel de su orquesta.

Además de haber grabado clásicos del cancionero del candombe, Pedro Ferreira fue uno de los responsables de la evolución del género. En el libro interno del disco, el musicólogo Luis Ferreira explica que el candombero se encargó de hacer dialogar “la percusión y el canto del candombe de la comparsas afrouruguayas de carnaval, con las músicas de la diáspora afrolatinoamericana”. Así, en el disco, el oyente se puede encontrar con una mezcla entre candombe, son, rumba, guaracha, plena puertorriqueña y bolero, que ayudaron a expandir los límites del género.

A través de arreglos para tres trompetas, solista y coro -que corresponden a un modelo típico de Cuba-, Ferreira y Cubanacán grabaron canciones como “Mi sangre ‘ta alborotá”, “La luna vino al candombe”, “Ahí va la comparsa” y “Biricuyamba”, que gracias a la calidez del sonido proveniente del vinilo y al swing de la orquesta, invitan a que el escucha se imagine que forma parte de aquellos bailes de mitad de siglo.

Es interesante concentrarse en las letras de Ferreira, que pintan las emociones que se generan en torno al sonido de los tambores. “Al compás del son candencioso, qué placer / Ay, mamita quiero bailar / Dejame salir con ellos que mi cuerpo no aguanta más”, canta en “Mi sangre ‘ta alborotá”. En tanto, en “Tierra de libres”, una de sus mejor letras, hay espacio para la intregración de los afrouruguayos a la sociedad. “Esta es tierra de libres, no hay penas para mí”, canta sobre arreglos de vientos y tambores.

Pedro Ferreira, el rey del candombe, y su orquesta Cubancán es una gran oportunidad para repasar la influencia de Ferreira en la música uruguaya, y celebrar un repertorio que soporta el paso de las décadas.