GALARDÓN

Ni Niña Lobo, la última sensación del rock y pop uruguayo, ni una potencia como No Te Va Gustar, ni Peyote Asesino con su primer —y muy buen— disco en más de 20 años. Este martes se entregaron los Premios Graffiti a la música nacional (se terminaron de entregar) y el galardón mayor, a mejor álbum del año y por el que también competía el cantautor Kuropa, fue para el póstumo Dino y sus Ciarlobacterias de Gastón Ciarlo, Dino, fallecido en noviembre del año pasado.

No fue la única sorpresa de la velada: el jurado reconoció como mejor canción del año a "Indiferentes" de Cadáveres Ilustres, que se impuso en una categoría despareja que reunió a "Josefina" de NTVG, "Consuelo para una mujer dormida" de la cancionista Papina de Palma, "Al pie del cerro" de La Marmita con Emiliano Brancciari, y el combativo "Ad Hoc Manifesto" de Juan Casanova.

De algún modo, el reconocimiento a Dino, figura de referencia de la música popular uruguaya y homenajeado a lo largo de la velada, y a Cadáveres Ilustres, de las pocas bandas sobrevivientes del rock de finales de los ochenta, habla de una mirada, de una postura hacia el desarrollo de la música uruguaya. Este año, en sus principales rubros y a diferencia del anterior —en el que Florencia Nuñez hizo historia—, los Graffiti eligieron poner la historia conocida por delante del cambio, de la búsqueda.

Algo de reafirmación de la tradición estuvo presente en otras categorías como en la de mejor EP, donde el ganador fue Jorge Nasser con su trabajo Guitarras amigas, en conjunto con Milongas Extremas. Competían el rap de Santi Mostaffa (Hola, Santi), la juventud de Sofía y sus Paracaídas y Boni (Los límites del sueño, Impuntual) y la experimentación de Lucía Severino (Una, cuarto capítulo).

Laura Canoura, además, fue elegida como solista del año sobre Severino, Papina de Palma, Patricia Robaina y Camila Sapin; y Peyote ganó como banda del año por encima de Níquel, No Te Va Gustar, Nico Barcia & Tito Sonico y Niña Lobo.

En una gala que celebró los 20 años de los premios, y que contó con shows en vivo y con la conducción de Florencia Infante y Peke Sander, se mantuvieron tendencias de años anteriores.

El ejemplo más claro es el de No Te Va Gustar. La banda llegó a la edición como la más nominada con siete candidaturas, pero consiguió un solo premio, en categoría extramusical: fue el de mejor videoclip por "Mi ausencia", el 16 de setiembre.

Lo mismo había ocurrido en 2018, cuando el grupo logró seis nominaciones, gentileza del disco Suenan las alarmas, y no obtuvo ni un solo aerosol. Suena a reflejo de una animosidad hacia los artistas más internacionales: en aquellos premios de 2018, Jorge Drexler llegó a los Graffiti con tres nominaciones por Salvavidas de hielo, pero no ganó ningún premio. En la misma temporada se llevó tres Grammy Latinos.

Si la postura de un jurado numeroso y cambiante fuera, en definitiva, la de relegar a los artistas consagrados en pos de celebrar la novedad e impulsar nuevos talentos, los resultados de 2022 no parecen probarlo.

En la categoría de artista nuevo, de hecho, la ganadora fue Camila Sapin, que viene de lanzar su debut como solista pero tiene una carrera que se remonta a, por lo menos, 2005. Sapin ganó, con mucho mérito, el aerosol a mejor single pop por "Una contigo", su buena colaboración con Alfonsina.

El premio a mejor canción de música tropical fue para la versión en vivo que Chacho Ramos grabó en 2016 de uno de sus mayores clásicos, “Qué tiene la noche”. Y “Estación 40”, el remix de retiradas clásicas de Contrafarsa que hizo Luciano Supervielle, triunfó como mejor sencillo de música electrónica.

Lo más actual de la velada fue el premio a solista masculino para Luis Angelero, el ex Boomerang que se entregó al pop y encontró en Lejos un excelente reinicio de camino. Las categorías de género, de por sí, ya suenan a anacronismo.

El resto de los premios entregados hoy fueron para Niña Lobo por “Dentro” como single rock; “Nuestra huella” de Dostrescinco y Brancciari como single de música urbana; “La guerrilla de la concordia” de Drexler como canción de música popular nacional; Julieta Díaz y Diego Presa como compositores por su EP El revés de la sombra; y para Alejandro Ferradás como productor de Dino y sus Ciarlobacterias.

Julio Víctor González, El Zucará, se quedó con el premio a la trayectoria y por voto popular, Luz de NTVG fue el mejor disco del año, mientras que Matías Valdez confirmó su momento dorado al consagrarse como artista del año y responsable del tema del año por su hit “Latidos”. El criterio del público movió, un poco, la balanza.