Y al fin llegó. Luego de varias idas y vueltas, el miércoles se lanzó La lógica del Escorpión, el primer disco de Charly García en siete años. Presenta 13 canciones grabadas junto a colaboradores de todas sus épocas, como Pedro Aznar, David Lebón, Fito Páez, Hilda Lizarazu y Rosario Ortega, y sorprende con una preciosa colaboración póstuma con Luis Alberto Spinetta a lo “Now and Then” de los Beatles. Pero lo más importante es esto: que en 2024, a Charly García aún le quedan cosas por decir.

Quizás por eso, prefirió no maquillar sus cicatrices.

La voz de García es otra, y si para muchos de los que crecieron con sus clásicos escucharlo así puede resultar difícil, aún más difícil habrá sido para él, un artista tantas veces endiosado y cuya voz brilló en “Desarma y sangra”, “Ojos de videotape” y “Adela en el carrousel”. La lógica del Escorpión será mejor apreciado por los fanáticos fieles —o “los aliados”, como decía en su época Say No More— que por los oyentes casuales.

La era dorada del Charly cantante fue desde Sui Generis hasta su MTV Unplugged, y desde Rock and Roll Yo (2003) se hizo evidente un deterioro que, naturalmente, se acentuó con el tiempo. En La lógica del Escorpión, sus 72 años y unos cuantos problemas de salud a cuestas dificultan el entendimiento de muchas frases, que quedan enterradas en la mezcla. Esto se evidencia en sus interpretaciones de “Autofemicidio”, “Estrellas al caer” y “El club de los 27”, y en el recitado que da nombre al proyecto.

Sin embargo, lo más importante es el mensaje, y en eso su voz nunca es un obstáculo. En “Rompela” reafirma su lugar como faro musical y le habla a una nueva generación. Tras el retumbe de un gong, irrumpe con un riff agresivo y un mandato: “Rompé la creencia, (...) Rompé las tendencias (...) Grita, agita, no seas como los demás”.

La canción, originalmente grabada en inglés y estrenada en 2010 con el título de “Break It Up”, también adelanta uno de los recursos que le da forma al resto del disco: el uso de su obra pasada para reimaginarla y resignificarla. Las nuevas versiones de “Te recuerdo invierno” y “Juan Represión”, ambas de Sui Generis, lo reflejan. Hay ejemplos más sutiles: “La medicina n°9” parte del riff de “Rap de las hormigas”, la melodía de “Chipi-Chipi” se transforma en “Estrellas al caer”, y en “La lógica del Escorpión” retoma el piano de “20 trajes verdes”.

En la obra de Charly García, las canciones siempre pueden tener una nueva vida.

Además, hay varios guiños a otros artistas. Cita a “Gloria”, de Patti Smith en “El club de los 27”, mientras que “Autofemicidio” samplea los coros de “Monday, Monday” de los Mamas and the Papas. En “La medicina n°9” se repite la voz de “Revolution 9” de los Beatles, y se cita a “Bad Case Of Loving You” de Robert Palmer.

El universo de referencias musicales se completa con versiones en español de clásicos del rock. El álbum incluye una de “Watching the Wheels” de John Lennon que se convierte en una declaración de principios (“Nunca me subiré a tu calecita”), y otra de “So You Want to Be a Rock ’n’ Roll Star”, de los Byrds. Esta última se carga de su dosis de ironía marca García (“Andá al centro y buscate ya a un representante que te va a cagar”) y reafirma el mensaje de “Rompela”: “Si alguien te viene a discutir, no te olvides, / Sos un Rock and Roll Star”.

La parte más enriquecedora llega cuando García muestra su lectura del presente. Al igual que en "La máquina de ser feliz" y "Primavera", del disco Random (2017), vuelve a criticar el uso desmedido de la tecnología y sus efectos: “Freud ha arruinado todo, como la internet”, afirma. También canta sobre un mundo cada vez más fragmentado: “La grieta entre los humanos se hace cada vez más grande”, “Dios creó todo el universo y también al Ku Klux Klan”, y “Aunque no pierdo la esperanza, a veces con vivir no alcanza”. En este contexto, la nueva versión de “Juan Represión” —que Sui Generis grabó en 1974 y fue censurada en su momento— y la canción “América” son dos puntos altos. “Valle del futuro es un oscuro callejón”, denuncia en esta última.

Pero ante tanta oscuridad, Charly deja una rendija abierta a la esperanza. “Si puedes atrapar estrellas al caer, / Verás que es imposible perder”, canta. Su voz se habrá deteriorado con el paso de los años, pero esa búsqueda de la luz a través de canciones sigue tan firme como en su época junto a Nito Mestre. Y eso siempre se agradece.