ENTREVISTA

"Son muchos ustedes y estoy inmensamente agradecido”, dice Ricardo Arjona apenas entra a una reunión de Zoom que incluye a más de 100 periodistas de toda América y España. Tras el saludo inicial, se ceba un mate y se toma unos segundos para ver los rostros de los participantes de esta conferencia a distancia. México, Argentina, Colombia y Perú son algunos de los países que enumera mientras lee el nombre de cada medio que se sumó a este encuentro virtual.

Son las 13.30 de un viernes y el músico está celebrando el lanzamiento de Blanco, el disco que acaba de lanzar a través de Metamorfosis, su nuevo sello independiente. La propuesta era que cada uno enviara una pregunta referida a su último lanzamiento, pero eso hubiera implicado una conferencia larguísima. Aunque, al final, fueron casi dos horas.

El músico se otro ceba un mate y, tras leer la primera pregunta que llegó directo desde Nicaragua, improvisa un cambio. “Es imposible responder todas las preguntas así que tengo una idea: les voy a hacer una pequeña historia de qué es lo que nos trae al disco Blanco”. Así, desde una de las habitaciones de su hogar ubicado en Miami, empezó a relatar la génesis de su nuevo álbum.

Arjona situó a los periodistas en Londres y los llevó a una noche de julio de 2019. En ese momento estaba trabajando en un disco de piano y voz que se llamaría Mujeres. Iba a tener 10 canciones inéditas que interpretaría junto a 10 mujeres invitadas. Tras un largo día en el estudio, se fue a un bar a tomar algo para relajarse, pero dos hinchadas de fútbol coincidieron en el lugar y el resultado cambiaría todo.

“Ustedes saben cómo son los ingleses... Terminó en una pelea de bar donde comenzaron a llover ceniceros, y terminé metido debajo de una mesa para que no me diera alguno de los objetos volando. Pensé: ‘Qué loco esto’”. Arjona contó que tras ese incidente, se fue a su hotel y, “como un acto institivo”, tomó su guitarra y empezó a cantar mientras se grababa con su celular. “¿Quién le dio los hongos al Dios que nos hizo?”, fue lo primero que le salió. Sin darse cuenta, estaba naciendo su nuevo álbum.

Le envió ese demo al productor Dan Warner, quien le agregó una batería programada junto a un mensaje que confirmaría que tenía que volver a empezar. “Me parece que la esencia de lo que sos está en esa canción. Tenés la obligación de hacer ese disco”, le dijo. “Entonces abandono el proyecto Mujeres y empiezo con Blanco basado en lo que me dijo Dan”, explicó Arjona por Zoom. Al final fueron 24 canciones que están divididas en dos discos: Blanco, que ya se puede escuchar en plataformas, y Negro, que va a salir el año que viene.

Tras ese relato, Arjona volvió a la página con preguntas y respondió sobre el reggaetón y la experiencia de grabar en Abbey Road, el mítico estudio donde The Beatles grabaron la mayoría de sus discos. Luego se tomó otro momento para mirar a los rostros del otro lado de la pantalla. “Veo a Gaby con la mano en el mentón como si se estuviera aburriendo. ¿Estás bien, Gaby?”, preguntó con una sonrisa. “¿No podemos abrir los micrófonos? Esta es una conferencia egoísta, solo habla el cantante”.

Tras el saludo de la periodista cordobesa, que incluyó una serie de piropos al artista, ella le preguntó sobre el sonido de Blanco, que “va en contra” de lo que se escucha en la radio. “A estas alturas del partido me hago mucho caso a mí”, respondió. “Porque si le hago caso a los demás y me equivoco, me duele el triple. La más grande excentricidad que puedo darme es hacer lo que se me dé la gana con mi trabajo. Si el disco sonaba en mi casa y me gustaba, ya era suficiente. La suerte es que uno siempre encuentra cómplices en el camino”.

El guatemalteco se cebó otro mate y decidió hacer otro cambio en la conferencia. Mientras miraba la pantalla, se dedicó a elegir periodistas al azar. Y allí es donde empezó la creatividad. Algunos periodistas de México mostraron muñecos, uno de Puerto Rico escribió el nombre de su país en una hoja de papel y otros saludaron efusivamente cada vez que el músico miraba su computadora.

Durante más de una hora y media, Arjona respondió las preguntas de unos cuantos periodistas de todo el continente, que no dejaron pasar su oportunidad para decirle cuánto lo admiran. Como respuesta a los halagos, hizo comentarios positivos sobre el país de cada entrevistador y, a pedido de una argentina, interpretó un fragmento de una canción de The Beatles. Tomó su guitarra e improvisó una versión de “The Long And Winding Road”. “La pronunciación te la debo”, dijo con una sonrisa.

“Detrás de cada artista hay un tipo con una serie de miedos que va superando a través de su trabajo”, dice en un momento. “La industria me da miedo hoy, por eso me hago un lado. Hice un sello que se llama Metamorfosis y esa mi forma de salir. Además, quedarme quieto me aburre”. Bienvenido el cambio.