Por Rodrigo Guerra
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"Si eres fiel a ti mismo, duermes como un bebé”. Esa frase, tan contundente como un manifiesto, es la que pronunció Ricardo Arjona justo antes de lanzar Blanco y Negro, el proyecto más ambicioso de su carrera. Y ese álbum doble, que esta noche presentará en el Estadio Centenario (últimas entradas en AccesoYa por 2970 pesos), reafirma la postura que el guatemalteco adoptó hace años.

Publicado a través de Metamorfosis, el sello que fundó en 2011 durante la época de Independiente (el disco que incluye los éxitos “Fuiste tú” y “Mi novia se está poniendo vieja”), Blanco y Negro se grabó en los emblemáticos estudios de Abbey Road junto a sesionistas de primera línea. Sin embargo, esa no era la idea original.

En realidad, Arjona había viajado a Londres para trabajar en Mujeres, un álbum en el que pensaba hacer 10 duetos de canciones inéditas junto a 10 artistas. Pero una pelea nocturna cambió todo. Eran las 3.00 en un bar del Soho londinense cuando una disputa de borrachos por motivos futboleros terminó con puñetazos y botellas volando de una esquina a otra.

Mientras tanto, el autor de “Historia de taxi” y “Acompáñame a estar solo” se refugió como pudo debajo de su mesa y, enseguida, abrió las notas de su celular. “¿Quién le dio los hongos al Dios que nos hizo?”, escribió. Sin saberlo, estaba a punto de cambiar —una vez más— el rumbo de su carrera.

RICARDO CALDERON

A las dos horas, o sea a las 5.00, se encerró en su cuarto de hotel con esa frase en la mente. Y en ese mismo amanecer compuso “Hongos”, la canción que le dio vida a Blanco y Negro. Le mandó la maqueta a Dan Warner, con quien estaba produciendo Mujeres, y se olvidó del tema. Pero apenas la escuchó, Warner le escribió a Arjona un mensaje sumamente estimulante: “A pesar de lo mucho que has logrado y del gran trabajo que has hecho (en referencia a Mujeres), esta canción es lo que realmente eres”.

Sin pensarlo demasiado, Arjona encajonó a su disco de duetos y volvió a empezar. Compuso 25 canciones y se instaló en el estudio 2 de Abbey Road —donde los Beatles grabaron la mayor parte de su obra— para registrar el proyecto más personal de su carrera. “A estas alturas del partido me hago mucho caso a mí”, dijo en 2020 durante una conferencia de prensa de la que participó El País.

“Porque si le hago caso a los demás y me equivoco, me duele el triple. La más grande excentricidad que puedo darme es hacer lo que se me dé la gana con mi trabajo. Si el disco sonaba en mi casa y me gustaba, ya era suficiente. La suerte es que uno siempre encuentra cómplices en el camino”.

Y, como quedó claro durante la gira que inició el año pasado y que ya agotó teatros y arenas de toda Latinoamérica, no necesita de un gran sello discográfico para encontrar “cómplices en el camino”.

Hace tiempo que su obra está arraigada en la vida de sus seguidores. En 2017, por ejemplo, agotó la Tribuna Olímpica del Centenario durante la presentación del disco Circo Soledad, y todo indica que esta noche va a repetir la hazaña.

 El repertorio en vivo incluye las ya obligatorias “Señora de las cuatro décadas”, “Historia de taxi” y “Dime que no”, pero también hay espacio para canciones de Blanco y Negro como “Hongos”, “Morir por vivir”, “El flechazo y la secuela” y “De la ilusión al miedo”. En esta última, que tiene videoclip dirigido por Julie Gautier, Arjona se acompaña de una sección de cuerdas y de coros delicados para ofrecer una de las baladas más trasparentes de su carrera.

“Yo te amo, y es difícil confesar que estoy muriendo por vivir, / Yo te amo y es tan frágil que le tengo tanto miedo al porvenir / Y es que te amo más que a mí, más que a vivir”, dice la letra. Al respecto, y en diálogo con Los Ángeles Times, el músico comentó: “Se supone que los cantautores de nuestro tiempo no tienen que decir ‘te amo’, principalmente cuando se habla en español. Yo me quiero dar ese lujo, me quiero poner sensible como realmente uno es, sin necesidad de acudir a una máscara”.

En esa entrevista también reafirmó el concepto detrás de Blanco y Negro. “Viene a convertir en una especie de contradicción todo lo que está sonando o todo lo que está de moda”, aseguró. “Y no lo hicimos con el afán de contradecir, sino con el afán de rescatarnos a nosotros mismos”.

Es por eso que quiso trabajar en Abbey Road y grabar una colección de canciones de sonoridad atemporal. “Quería tocar en vivo en un estudio, como lo hacían hace muchos años”, explicó. Y ambos discos están atravesados por la entrañable calidez que solo brinda lo espontáneo.

La experiencia se complementa con el álbum Cover, demos y otras travesuras de Blanco, que incluye versiones acústicas del primer tomo del proyecto, bocetos y algunas improvisaciones. También hay espacio para colaboraciones con artistas como Joss Stone, Pablo Alborán, Beret, Kany García y Gaby Moreno.

Junto a Moreno, con quien ya había trabajado en “Fuiste tú”, se reencontró para grabar “El blues de la notoriedad”, una de las letras más críticas de este proyecto. “Plan de mercado, lanzamiento mundial, / La radio, ya está todo listo, / Compren los views y la red social, / Después escuchamos el disco”.

Pero el golpe no es solo contra el resto. En “Yo me vi” se anima a analizar sus contradicciones y canta: “Yo me vi, / De proletario y vanguardista, / Al jet-set de los artistas, / Y en el medio me perdí”.

En Blanco y Negro, sin embargo, trató de encontrarse a sí mismo. “Detrás de cada artista hay un tipo con una serie de miedos que va superando a través de su trabajo”, aseguró en 2020. “Y esta es mi forma de hacerlo”.

Con nuevas canciones, Arjona volverá esta noche al Centenario. Presentará su repertorio más honesto y celebrará su reencuentro con el público uruguayo en un recital prometedor.