Nació en Argentina en 1998 y abrió su primera cuenta de YouTube con apenas 13 años. Dos años después Robleis, cuyo nombre real es Tomás Arbillaga, comenzó a hablar de juegos de video y se volvió un fenómeno viral.

Su canal principal, RobleisIUTU, acumula más de 18 millones de suscriptores, y en estos años ha subido todo tipo de contenido, humor, miedo y reacciones que iban mucho más allá de los videojuegos. Claro que el salto cualitativo lo dio en 2021 cuando comenzó su carrera musical, creando y publicando videoclips en su canal de Youtube que suman varios millones de visualizaciones.

Ha hecho colaboraciones con Ángela Torres, Miranda!, Lil Cake, Márama, Ráfaga y La Konga, agotó cinco funciones en el Gran Rex, dos en el Movistar Arena, y también se ha presentado en escenarios de México y España con gran repercusión.

El próximo 21 de julio regresa a Uruguay, esta vez al Auditorio Adela Reta con su Huracán Tour que ya tiene varios sectores agotados y entradas disponibles en Tickantel desde 1.800 pesos.

—En YouTube tenés varios perfiles, uno para el jugador, otro para el cantante, otro para el que hace chistes. ¿Cómo fue ir encontrando esas distintas formas de expresarte?
—Sí, soy medio Barbie, medio “soy lo que quiero ser”. Fui haciendo un poco de todo, probando con todo para encontrar que es lo que más me gusta. No me fui quedando en lo que me conviene o en lo que es cómodo, todo el tiempo me fui moviendo para buscar lo que en ese momento me gustaba. Cuando quería hacer los videos, prendía la cámara y automáticamente me ponía a hacerlos, y cuando quise hacer música fue igual. Todo el tiempo me estoy desconstruyendo y buscando una nueva versión mía, la más actual. Es que vas creciendo, vas madurando y adaptándote a lo que sentís que querés hacer.

—¿Cómo llegás a la música?
—Fue un proceso largo. De carrera llevo 12 años, es muy loco porque cuando veo a la gente me dice: ‘che te sigo hace un montón de años”, y es muy lindo porque es gente que creció conmigo. Pero volviendo a la pregunta, yo veía a mi hermano mayor, Matías, que estaba todo el tiempo haciendo música, creando, escribiendo y, no te voy a mentir, me costaba horrores escribir al principio. Me ponía con instrumentales de Youtube, porque en ese momento no tenía productor ni nada como para crear una canción. Era todo armado desde cero por mí. Así que tengo un montón de maquetas por ahí, perdidas, que eran un desastre.

Foto: Difusión.

—¿Y cuándo empezó a cambiar?
—En un momento le propuse a mi hermano hacer una canción juntos, y así surgió “Dejalo atrás”, que fue el primer lanzamiento. Contacté a Big One, un productor súper conocido y le mandé un mensaje por Instagram. Le dije ‘me gustaría hacer una canción con mi hermano”. Le tiré el mensaje pensando que no me iba a contestar, pero me respondió y me invitó al estudio a hacer nuestra primera canción. Así empezó todo.

—¿Entonces los planes de hacer música estaban desde hacía tiempo?
—Fue poco a poco me fui dando cuenta que era algo que quería hacer pero estaba en otra etapa; creaba contenido y en ese momento trabajaba solo, no tenía personas que me ayudaban a editar los videos y demás. Entonces era como mi propio jefe al 100%, lo que también me sacaba tiempo de trabajo. Tiempo que lo podría haber enfocado en hacer mucho más contenido; también vivía en un lugar diferente, estaba súper alejado de Argentina que es donde siento que está toda la movida de la música. Por eso estoy seguido en Argentina muy seguido y todo, porque estoy trabajando mucho en mi música, también estoy trabajando ahora en mi nuevo disco, algo que no había comentado antes. Pero bueno, estoy súper emocionado, súper enfocado con el proyecto, también pensando ideas y que el día de mañana ya sea posible.

—En estos años que hacés música, agostaste todos los escenarios para artistas consagrados como el Movistar Arena y el Luna Park.
—Sí, es una locura que cada lugar al que me presento siempre se agota. Es una locura la cantidad de gente que me recibe. Por ejemplo, en Uruguay ya estuve dos veces. Las dos veces fueron una locura y ahora voy por tercera vez, ahora al Auditorio Nacional del Sodre.

—¿Y no te han dado ganas de actuar, tal vez lo único que te falta por hacer?
—Me lo han ofrecido, he hecho algún casting. Me gusta la actuación porque se relaciona un poco con lo que hago. Porque se prende una cámara y activas automáticamente ese chip del entretenimiento, lo que no se aleja mucho de la actuación.

—¿Cómo te sentiste haciendo un casting?
—Ha sido interesante, también un poco vergonzoso. Me hicieron hacer cosas rarísimas. Yo dije, ‘pará, ¿así son los castings?’ Fue una experiencia pero hasta ahora no se me ha brindado la oportunidad de hacerlo; tampoco por los tiempos. Sobre todo que con esta gira a la que le estoy dedicando mucho tiempo, sumado a otras cosas y trabajos que hago, se me complica un poco la actuación. Pero si en algún momento me ofrecen un papel con el que me sienta muy contento y tenga ganas de hacer, creo que pondría los espacios posibles para hacerlo realidad.

Foto: Manuel Galvan

—El tour se llama Huracán y un poco resume lo que ha sido este fenómeno; llegaste, te impusiste y no has parado de crecer con un estilo que es tuyo.
—Sí, fue una búsqueda, también estuve con ciertas rivalidades, ciertos fantasmas que tiene cualquier persona en su cabeza cuando quiere hacer algo o va hacia un lugar que, generalmente son más preguntas y oscuridades que lo que tenés en tu mente como la meta. Siempre hay comentarios y demás que te van apagando esa mecha de lo que vos querés hacer, y Huracán es un poco eso, a pesar de tener toda esa oscuridad alrededor, es seguir igual en esa línea sabiendo lo que querés. De eso habla Huracán, una canción que cuando la cantamos en vivo, estalla. Es increíble. Te juro que no sé qué me pasa con esa canción, que hasta yo me pongo en un papel diferente cuando la canto. Me interpela demasiado y creo que a mi público también, porque en la gira la gente salta, grita, se emociona, y el huracán se mueve viejo; y ahora se va directo para Uruguay.