MÚSICA
Se cumplen tres décadas de la noche en que Rod Stewart tocó para 25.000 personas en el primer gran recital internacional del Estadio Centenario
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"Solo pocas horas nos separan de un acontecimiento que marcará época: la presentación en vivo de Rod Stewart, que se realizará el martes próximo en el Estadio Centenario, para lo cual ya se trabaja en una escenografía muy especialu201d. Así anunciaba Sábado Show la llegada del músico británico, que se presentó el 28 de febrero de 1989 -hace exactamente 30 años-, y que quedó en la historia por ser el primer gran show de un artista internacional en el Centenario.
Si bien la banda Van Halen actuó en 1983 en el Cilindro Municipal en pleno auge de su carrera, fue la calidad de sonido y la concurrencia del público de Stewart el que marcó el precedente de la posterior llegada de grandes artistas internacionales, como Eric Clapton, Paul Simon y Sting, que tocaron en el Estadio Centenario en los años siguientes.
u201cFue un show pionero en cuanto a sonido y producción; se demostró que acá se podía hacer lo mismo que en Estados Unidosu201d, dice Eduardo Rivero, una de las 25.000 personas que asistieron al recital. Stewart trajo 80 toneladas de equipos y un estrado gigante que requería 150.000 watts de potencia y 78 bafles.
Según las crónicas de la época, el recital fue transmitido a un millón de personas de todo el país, por Concierto FM y además fue grabado y retransmitido por Canal 4. u201cEstuve apretando al representante para que nos dejara grabarlo, porque vivían con la paranoia de que alguien iba a grabar el show para venderlo. Al final lo convencíu201d, relata el empresario y conductor radial Berch Rupenian, uno de los encargados de traer al músico.
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Es que a principios de 1989, Stewart se mantenía como uno de los músicos más populares del mundo. El año anterior había editado Out Of Order, que se convirtió en su disco más vendido de la década gracias a los hits u201cForever Youngu201d y u201cLost In Youu201d. Esa primera visita a Uruguay - luego volvió en 2014- se dio en el marco de su primera gira por Latinoamérica, que incluía Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y México.
Un rockero en Uruguay
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La llegada de Stewart se vivió con mucha expectativa. En las ediciones de El País de la época se hablaba con sorpresa de que el músico llegara en un jet privado. Primero, fue a Punta del Este, donde se quedó en la mansión de Marco Gastaldi, el empresario argentino que lo contrató. u201cRod Stewart vestía un habitual traje oscuro de seda y se desplazó, tras abandonar la aeronave, con los auriculares colocados a sus oídos y el walkman debajo del brazou201d, narraba una crónica donde también se mencionaban u201cdistintas artimañas para despistar a la prensau201d.
Tras su llegada, el músico se fue a comer a La Posta del Cangrejo de La Barra, y en la noche previa al recital pasó por la discoteca Le Club, donde vio el concurso de belleza u201cMiss Siete Díasu201d. Allí aplaudió a las participantes que más le gustaban y se tomó un ron con Coca rodeado de guardaespaldas y fanáticos.
El día antes del recital, Stewart llegó a Montevideo y dio una rueda de prensa en el Victoria Plaza. Sin embargo, el músico llegó una hora tarde a la cita porque quiso conocer el Centenario. u201cEra todo un caos porque la gente estaba trabajando, pero el tipo quería ir igualu201d, recuerda Rupenian. u201cÉl sabía lo que era el estadio y estuvo peloteando un rato hasta que me lo tuve que llevaru201d.
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Al llegar al hotel, se encontró con periodistas de El País, que entrevistaron al músico usando al guardaespaldas de Stewart como intérprete. u201cEspero una respuesta más cálida que la de Mar del Platau201d, fue lo primero que les dijo. A lo largo de la charla tarareó unos blues, se definió como un musicólogo y brindó con ron con Coca por el fútbol uruguayo.
A continuación, algunas preguntas de la charla con el músico.
u2014¿Qué experiencias tenés con el público latino?
u2014Lamentablemente, solo la que he recogido en esta gira. Las primeras actuaciones han sido en Argentina, y hace unos años en el festival Rock In Rio de Brasil. En realidad, nunca imaginé que pudiera tener una respuesta como la obtenida. La gente sabe todas mis canciones me acompañan entonándolas. Por un momento he pensado que estaba en Estados Unidos.
u2014¿Cómo has encontrado a la gente de nuestro país?
u2014Oh, extremadamente cálida y muy diferente al público al que estoy acostumbrado en Estados Unidos o en Europa. Incluso por la calle o en lugares en que he tenido contacto con chicas me han venido a besarme y a mí me gusta mucho hacerlo (risas).
u2014¿Esta gira por América Latina puede constituirse en el inicio de una corriente para que otros artistas vengan a descubrir el mercado latino?
u2014El sentimiento que hay es de que se está descubriendo un nuevo territorio donde contra lo que muchos pensamos se conoce perfectamente la obra de los músicos.
El show en el Centenario
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A las 22.01 empezó el show. u201cArrancó la banda antes de que Stewart apareciera y recuerdo que me dejó sordo el volumen porque no estábamos acostumbrados a algo asíu201d, recuerda Rivero. u201cNo me olvido de esos graves que te pegaban en el pecho y te tiraban para atrás. Era como cuando despega un avión y te aprieta contra el asientou201d.
Con una escenografía de una mujer gigante abrazando a una pelota de fútbol, Stewart salió al escenario sobre una base rockera al mejor estilo Rolling Stones para cantar u201cHot Legsu201d, uno de sus mayores éxitos. Vestido de saco amarillo y pantalón negro, empezó a tirar pelotas al público antes de comenzar a cantar.
u201cPensé que el tipo se iba quedar afónico en el segundo temau201d, agrega Rivero. u201cDespués me di cuenta de que su voz es así; es como un fierro que se va a quebrar en cualquier momentou201d. Mientras que Stewart hacía malabares con su micrófono y corría por todo el escenario al ritmo de u201cI Love You Honeyu201d, u201cYoung Turksu201d, u201cDynamiteu201d y u201cSweet Little Rock And Rollu201d, el público coreaba todas las letras.
Frente a la tribuna Olímpica, y a los costados de la Ámsterdam y Colombes, el músico abría su concierto acompañado de una banda compuesta por los guitarristas Todd Sharp y Steve Farris, el bajista Carmine Rojas, el tecladista Charles Kentis, el baterista Tony Brock y los vientos de Jimmy Roberts, Nick Lane y Rick Bruan.
Durante la tercera canción de la noche, "Tonight Is The Night", el canto del público era tan fuerte que Rod notó de inmediato la diferencia con el público marplatense -del que se había quejado con los periodistas de El País- y le pidió a su guardaespaldas que le tradujera unas palabras de agradecimiento. "Muchas gracias. Le gusta mucho cuando cantan con él", dijo con acento latino el hombre ancho que estaba vestido de traje.
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Luego de tirar varias pelotas de fútbol al público, y de una serie de clásicos como "The First Cut Is The Deepest" -en la que el campo se iluminó por encendedores y tubos de luz fluorescentes- , llegó u201cLost in youu201d, de su último disco, que cerró la primera parte del show a puro rock. "Muchas gracias", dijo Rod y el intérprete anunció 10 minutos de descanso.
"¿Sería difícil recuperar el clima con que temrinó la primera parte del concierto?", escribió en su crítica del concierto el periodista de El País Daniel Iglesias. "Buena pregunta que nos hicimos todos allí en el césped. Rod y su banda no demoraron siquiera un tema ("Dynamite") en recrear el ambiente que habían dejado para lo cual la siembra había sido por demás positiva. Luego, con la balada hermosa u201cForever Youngu201d, de su último álbum, se produjo el milagro. Todo estaba como antes, basado en lo cual consiguió subir el show a ritmo de vértigo hasta el final".
Durante esta canción, el público cantó a todo volumen mientras que Stewart se sentó al borde del escenario para estar a escasos metros de la gente. "Son magníficos. Gracias, Montevideo", dijo en una mezcla de sorpresa y admiración por la enérgica respuesta de los asistentes, que generaron el momento más intenso de la noche.
Más adelante llegó u201cDa Ya Think I'm Sexy?u201d, su canción de mayor éxito. En medio de la canción con aires de música disco, enganchó la música con "Crazy About Her" para darle paso a un largo solo del baterista, que se pasó a la batería Simmons para ofrecer una serie de sonidos bien ochenteros, antes de retomar el tema.
Sobre el final del show llegó "Maggie May" y el inglés tomó un potente seguidor y desde el escenario iluminó a su público. Rod dijo que estaba agradecido con el público y que hasta el momento no se había sentido tan bienvenido en América del Sur. Para el bis, ofreció dos excelentes versiones de "Twistin' The Night Away" (de Sam Cooke) y "Tear It Up" (de Johnny Burnette).
Luego de dos horas en las que interpretó 20 canciones, el músico se despidió del público uruguayo tras haber dejado todo en el escenario. u201cMuchas gracias y buena suerte en el Mundialu201d, tradujo el guardaespaldas de Stewart para cerrar esa noche histórica.
Reviví las canciones que Rod Stewart tocó en su recital del Estadio Centenario.
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