Rolo Sartorio, antes del Antel Arena: "Sentimos que Uruguay se apropió de La Beriso"

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La Beriso. Foto: Difusión.

ENTREVISTA

Antes del show que el grupo argentino ofrecerá en el Antel Arena, Rolo Sartorio dialogó con El País sobre los discos "El último que apague la luz" y "De giras y madrugadas"

Rolo Sartorio no se olvida del primer recital de La Beriso en el Antel Arena. Fue en agosto de 2019 y los argentinos llegaron a Montevideo para celebrar sus 20 años junto al público uruguayo. Las entradas se agotaron con semanas de antelación y el entusiasmo por ver a la banda detrás de éxitos como “Madrugada”, “Traicionero” y "Ella" fue tan grande que la banda respondió con una de sus actuaciones más explosivas. Es más, sobre el final, Sartorio corrió hacia una de las gradas del primer anillo para cantar “No me olvides” junto a su público mientras el equipo de seguridad lo sostenía como podía para que no cayera al campo. “Esa noche fue genial. Estuvo agotado y fueron casi 10 mil personas. Es tan fuerte lo que uno vive en esos momentos que no puede describir lo que siente”, le comenta ahora a El País.

A casi tres años de aquella visita, los argentinos están listos para la revancha en el Antel Arena. Se presentarán este sábado y las entradas se venden en Tickantel, de 1615 a 2520 pesos. Y en este tiempo, varios hitos se agregaron a la historia del grupo.A finales de 2019 editaron De giras y madrugadas, que incluye algunas de las mejores canciones de su discografía, como “Miro hacia atrás” y “Revolución”; se animaron a repasar su camino en el documental Llenos de historias; y hasta sorprendieron con un disco de versiones llamado El último que apague la luz

Por si fuese poco, el año pasado agotaron cuatro funciones en el Auditorio Nacional del Sodrey, hace apenas unos meses, se presentaron para miles de personas en el Festival del Olimar y en la Fiesta de la Cerveza.

Sobre estos temas, Sartorio dialogó con El País.

—Ya pasaron por dos grandes festivales del interior y ahora vuelven al Antel Arena. ¿Cómo vivís este reencuentro con el público uruguayo?

—La verdad es Uruguay siempre nos hace sentir cómodos y felices en cada show. Ya sea en Montevideo, Treinta y Tres o Paysandú disfrutamos de cada visita porque nos gusta mucho el respeto que tiene la gente y cómo se tratan entre ustedes. Sentimos que Uruguay se apropió de la banda.

La Beriso en el Auditorio Nacional del Sodre. Foto: Marcelo Bonjour.
La Beriso en el Auditorio Nacional del Sodre. Foto: Marcelo Bonjour.

—En el Sodre presentaron algunos adelantos de El último que apague la luz. ¿Cómo surgió la idea de grabar un álbum de versiones?

—Jugamos a divertirnos. Unos meses antes de la pandemia habíamos sacado De giras y madrugadas, un disco que quedó opacado por la pandemia pero que tiene temas increíbles, y como no queríamos hacer un álbum de canciones nuevas grabamos este de versiones. Fue una manera de divertirnos y, de alguna forma, juntarnos en un momento en el que no nos podíamos ver. Igual, todavía queremos defender a De giras y madrugadas, y por eso lo tocamos y lo mostramos a la gente en cada show.

De giras y madrugadas incluye “Revolución”, una respuesta ante la grieta de la que tanto se habla en Argentina. “El respeto es la revolución”, cantás en el estribillo. ¿Cómo nace esa mirada conciliadora?

—Lo que pasa es que, lamentablemente, hay algunas modas feas. En las plataformas te ponen música que con letras al estilo de pandillas; el problema no es el género, sino el mensaje. Si seguimos mostrando eso, lo vamos a seguir generando. Es una moda horrible. Cuando era chico, la revolución no era el respeto porque de eso había demasiado. La revolución era hacerte el contestatario y el rebelde, pero siento que ya nos pasamos de la raya. Ahora cualquier boludo sale a hablar mal de otro en la tele y te manchan aunque no quieras estar en esa. Entonces, hoy la cosa es al revés: te sorprende cuando alguien es tan educado. Eso es lo que quise mostrar en letra de “Revolución”.

—Al escuchar El último que apague la luz me sorprendió tu crecimiento como intérprete y lo bien que manejaste en canciones de otros géneros, como "Si no te hubieras ido", "Cómo le digo" y "Échame a mí la culpa". ¿Cómo analizás esa evolución?

—Cuando hay un crecimiento es como que movés la estantería y pasan cosas buenas y otras que no comprendés del todo. Pero no hay que hacerse tanto drama porque el que sigue sus instintos a la larga termina ganando. A todos los músicos les pasa eso. El otro día escuché a Fito Páez hablando de El amor después del amor, que es el disco más vendido de la música argentina, y pensé que el tipo se debe preguntar cómo carajo va a superar eso. Capaz te agarra un bajón porque hiciste un discazo que te trae cosas buenísimas, pero no sabés cómo superarlo. Bueno, con el tiempo vas sacando temas y discos y vas demostrando que ese sos vos:el que sacó un discazo, uno más o menos, otro de mierda y volvió con un nuevo discazo. Uno hace lo que puede con la música y aunque el artista ofrezca lo mejor que tiene, capaz para el público es una cagada. La verdad es esa.

—Ya que hablaste de la presión después de disco exitoso, ¿qué rol tiene La Beriso como grupo humano para sobrellevar esos momentos?

—Nosotros lo charlamos un montón de veces en las giras y en el micro. Es como que estábamos todo el tiempo preocupados por ver si lográbamos un disco igual al anterior. Pero en un momento madurás y decís:“Tranquilos, hagamos lo mejor que podamos”. Alguna vez nos superaremos, y otras veces vamos a tener solo dos temas que sumen a las listas de los recitales. A todos los músicos nos pasa eso y con los años volvés a estar tranquilo. Ahora, la verdad es que disfrutamos aunque toquemos para mil o diez mil personas. Somos unos bendecidos porque hacemos lo que nos gusta y vivimos relativamente bien. Tenemos que ser agradecidos y no vivir con la presión de ser los primeros o los segundos. Tenemos que estar tranquilos porque la gente nos viene a ver y si no volvemos a llenar un estadio... bueno, sigamos cantando, que es lo que nos gusta.

—“Así como todo cambia, que yo cambie no es extraño” cantás en tu versión de “Todo cambia”. En estos casi 25 años de historia, ¿que es inamovible y que se modificó?

—Lo que vas cambiando es porque vas madurando. Cuando arrancás con una banda vas a una gran velocidad y aunque te choques contra una pared, rompés los obstáculos porque tenés tantas ganas que seguís adelante. Pero luego llega un momento en que tenés que mirar con más cuidado las cosas que hacés porque cuando decís algo en un show no tenés idea de su magnitud. Hay que entender que ya no estás en el patio de tu casa tomando una cerveza con tus amigos, sino que estás frente a un público al que le puede llegar a afectar las cosas que digas. Por eso tenés que reeducarte y aprender cosas. Por otra parte, lo que seguimos manteniendo es la amistad: siempre que subimos al micro de una gira nos sentimos felices. Y eso es lo más importante.

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