En junio,Hugo Fattoruso celebró sus 80 años con dos shows agotados en el Teatro Solís. Ahora le llega el turno a Ruben Rada, otra de las máximas figuras de la historia de la música uruguaya. Este domingo, el artista que cumplió sus 80 el 16 de julio, subirá al escenario del Auditorio Nacional del Sodre para dar inicio una serie de cuatro conciertos con entradas agotadas.

Hasta el martes habrá una función por noche y, luego de un descanso de un día, retomará el jueves. Además de estar acompañado por una banda que incluye a sus tres hijos —Julieta, Matías y Lucila—, Rada contará con diferentes artistas invitados por noche. Pero, a diferencia de los conciertos de Fattoruso en el Solís, la lista de invitados del autor de “Terapia de murga” es una incógnita.

El único confirmado hasta ahora es el contrabajista Daniel “Lobito” Lagarde, quien anunció a través de su cuenta de Facebook que será parte de la función del lunes junto a The Rada’s Old Boys, el trío que conforma junto al pianista Ricardo Nolé y el baterista Nelson Cedrez, y que en 2016 publicó un excelente álbum de homenaje, en clave jazzera, de la obra de Rada. Todos grabaron con el homenajeado en momentos clave de su carrera; en el caso de Lagarde, el contrabajista compartió con Rada en Totem, el grupo que grabó dos álbumes clave de la música local: Totem y Descarga.

Del resto de los invitados no se sabe nada, pero Candombe con una ayudita de mis amigos, incluye colaboraciones con artistas como Fito Páez, Sebastián Teysera, Julia Zenko, Fernando Cabrera, Coti y Adriana Varela. Así que es posible que alguno se de una vuelta por el Sodre.

En la previa de estos cuatro conciertos, El País presenta cuatro anécdotas musicales del especial Ruben Rada, 80 años, 80 histo rias, que se publicó días antes de su cumpleaños y está disponible en nuestra web.

“En aquellos años de Raíces – Beto Satragni prestábamos mucha atención a ciertos episodios afrolatinos en el mundo; no estudiábamos Fania ni la clave afro-cubana: la orientación era hacia el beat uruguayo mulato y la fusión mundial con brasileños. Ruben era Jesucristo para Raíces.

Escuchábamos Opa, ‘Fingers (El Rada)’… ‘dedos son dedos’; todas las grabaciones con los Fattoruso y Ruben. Con fruición. Una tarde vino Ruben al ensayo en Corrientes y Cerrito y fue como ver aparecer a Jesús. Ni menos ni más. Después Rada ya se instala en la escena porteña de músicos muy buenos, profesionales de jazz. Y reencarna en el Negro Rada amado en Argentina. Pero en la sala de ensayo… apareció como el Nazareno. Unos años más adelante Ruben estaba instalado, grabando en Buenos Aires, actuando y más accesible para sus admiradores y compañeros. Tuve la fortuna de verle y de grabar juntos. Es una maravilla de cantante y músico de percusiones. Una persona dulce que nos recibe en Montevideo con su familia.

“De la época de Tótem, lo más simpático era que nos íbamos a acostar muy tarde porque en aquellos tiempos se tocaba mucho; terminábamos tocando en los cabarets y los night-clubs hasta cualquier hora. Y tipo 9.30, 10.00, ya estaba Rada golpeando la puerta de mi casa y diciendo: ‘Tengo un tema, Lobito, agarrá la guitarra’. Yo estaba completamente dormido y yo le decía: ‘Pero, Negro, ¿cuándo dormís vos?’ El tipo llegaba con todas las pilas puestas, y como yo tardaba en acercarme a la guitarra porque mi habitación estaba completamente a oscuras, él iba y agarraba la guitarra, me la alcanzaba a la cama y me decía: ‘Dale, que tengo un tema”. Fue una época muy linda, de mucha inspiración y sensibilidad’.

“Rada es un genio. Tiene el regalo de la voz y la lapicera, y la facilidad de la melodía. Yo lo conozco desde hace mucho tiempo. La primera vez que tocamos juntos fue con los Hot Blowers; Cacho De La Cruz lo vio y ya lo trajo, y como el grupo hacía un poco de comedia, Rada cantaba un tema de Juan Carlos Petruchelli que se llamaba “Caníbal”. Salía con un taparrabos y un hueso en la cabeza, y cantaba: “Caníbal yo soy, / Quiero comer a Marilyn Monroe,/ quiero comer a la Brigitte Bardot,/ Quiero comer orejas y costillas, / Caníbal, caníbal, caníbal soy” (se ríe). Eso hacía en esa primera época, pero enseguida cambió y se convirtió en el genio que es. Como compositor me asombra y nos deja a todos atrás. Es un animal”.

“Es la persona más graciosa y generosa que conocí. Yo, que como toda uruguaya soy fan de Rada desde que nací, soñaba con cantar con él. Y no me animaba a preguntarle si quería cantar conmigo, porque él era Rada, ¿qué va a querer? (se ríe). Pero un día me animé, y llamé a Patricia Jodara, su esposa. Le dije que estaba haciendo una película y un disco en homenaje a Gilda y le pregunté si Rada querría cantar conmigo “Corazón valiente”. Ella me respondió: “Pará que le digo”. ¡Y me dijo que sí enseguida! No solo cantó, sino que se tocó todo y quedó el que para mí e el mejor tema del disco. Pero no solo eso. Después viajó a Buenos Aires a grabar el videoclip. ¿Se imaginan a Rada adentro de un vagón de tren con un montón de chicas que le bailan alrededor? (se ríe) ¡Fue increíble! Todos estábamos alucinados”.